Armagedón II Los cuatro profetas

21:20 Posted by Perro Senil.

II Los cuatro profetas

El colapso de las Repúblicas Soviéticas y la desaparición del bloque socialista produjeron un escenario insólito, porque sobre las tablas quedó un solo actor y con él un monólogo, en el que el discurso exploraba las nuevas circunstancias del desenvolvimiento al cual se enfrentaba la humanidad entera de allí en adelante.

El cerebro que inicia ese sorprendente survey intelectual fue Francis Fukuyama catedrático norteamericano quien avizoró la aparición de un mundo donde, por una parte, la ideología comunista se volatilizaba y, por la otra, emergía con fuerza y se expandía con velocidad el neoliberalismo. Fukuyama interpreta esa nueva realidad como el fracaso de la utopía comunista y como el campo libre para el desarrollo incontenible del capitalismo, en consecuencia, en su opinión las ideologías ya no serían necesarias, idea ésta que le llevó a señalar el fin de la Historia que hasta entonces había sido signada por ese tipo de lucha. Fukuyama tuvo pues, la visión de un mundo nuevo donde el motor de la historia ya no sería el hombre y su lucha doctrinaria, sino que ésta sería movida de allí en adelante por el avance de la ciencia, puesto que ésta sería la encargada de orientar el futuro de la humanidad. Dentro ese orden de ideas, Fukuyama señala no sólo el fin de la historia sino también del relevo del hombre como su principal protagonista. En 1992, Fukuyama, con estas perspectivas inéditas sobre el devenir, publica un libro que titula El fin de la Historia y el último hombre, obra con la cual sacude el mundo intelectual (Moreno, 2009: 65/68).

Francis Fukuyama.

Fukuyama no sólo anuncia la superioridad del capitalismo sino que, además, apresuradamente proclama por adelantado el triunfo de la cultura occidental, es decir, de los valores y principios de la civilización europea -que en su mente es probable se interpretara como el modo de vida norteamericano-. Ese aspecto culturalista del planteamiento de Fukuyama trajo como reacción intelectual la publicación el año de 1993 de un artículo en Foreing Affairs, donde se advertía a los Estados Nación promotores de la cultura occidental, sobre lo explosiva que podía llegar a ser la cultura como fuente de conflictos, puesto que ésta podría degenerar en las batallas del futuro como un terrorífico choque de civilizaciones, en ese sentido, en vez de un fin de la Historia, se estaría al comienzo de una nueva era histórica caracterizada por antagonismos más violentos que los del siglo XX. El autor de esa nueva visión apocalíptica era Samuel Huntington también estadounidense. Huntington publica un libro que también devendrá en bestseller internacional al cual coloca ese impactante título de The Clash of Civilizations? En el fondo de su discurso, Huntington, plantea el problema que va a provocar el intentar imponer la cultura occidental a otras civilizaciones, puesto que ese proyecto de universalizar estos valores son una fuente potencial de antagonismo que traerá por resultado acciones bélicas, pero que -en su opinión- serán necesarias debido a la superioridad evidente de la civilización occidental. Huntington pues, expone que estos Estados Nación deben asumir esa tarea si no quieren perder su predominio (id. 68/70).

Samuel Huntington.

Teniendo esa visión optimista, la de Fukuyama, y la pesimista, la de Huntington, emerge la crítica de Amartya Sen, este académico de la Universidad de Harvard considera que la realidad es más compleja de lo que señalan estos dos autores, y señala con firmeza que no se puede reducir a visiones simplificadoras la realidad planetaria. Sen recomienda, en consecuencia, evitar caer tanto en las concepciones clasistas de la historia, como en las culturalistas y/o religiosas, puesto que en el terreno de la realidad estas divisiones no son tan efectivas como se supone, ya que rasgos de una cultura se encuentra en las otras. Sen es categórico al decir que no se nos puede clasificar en razas, culturas, religiones o clases, pues ese monolitismo es sólo aparente, esas razas, culturas, religiones y clases se inter ligan en este mundo en proceso globalizante y, gracias a esto es posible que en el proceso de desarrollo puesto en marcha se pueda aplicar para bien de todos un enfoque con profundo sentido humano y ético que oriente la dirección de estos procesos, sólo así este mundo que está emergiendo podrá avanzar, planteamiento que le trajo a Amartya Sen el galardón del Premio Nobel (id. 70).

Amartya Sen.

La observación de Amartya Sen fue de tal pertinencia que, Fukuyama modifica su visión monolítica del mundo occidental al reconocer la brecha que se evidencia entre la visión estadounidense y la europea, ve Fukuyama ahora una grave divergencia entre Europa y EE.UU., puesto que mientras en el Viejo continente el liderazgo asume una actitud favorable para abordar la globalización como un proceso que debe condicionarse a un código internacional de valores, los norteamericanos, por lo contrario, insisten en mantener su concepción de Estado Nación y, en consecuencia, perciben el mundo desde el unilateralismo y, se oponen a acatar los pactos internacionales que según ellos vulnera su soberanía. El nuevo Fukuyama, entonces, presenta la existencia de un margen de incertidumbre para el futuro, puesto que observa un probable forcejeo histórico entre el poderoso bloque europeo y la superpotencia norteamericana que dificulta los pronósticos sobre lo que ha de devenir en la historia.

Robert Kagan.

Robert Kagan, escritor y egresado de la Universidad de Yale, el año 2008 constata que la marcha de la humanidad lejos está de las visiones optimistas que se produjeron después del hundimiento de las repúblicas soviéticas. Indica que los conflictos ideológicos se reactivaron, que no ha surgido un nuevo orden internacional estable, que la problemática cultural se entremezcla con los conflictos en desarrollo, que los Estados Nación se unen o se diluyen en la “aldea global”, en síntesis dice que "todo fue un espejismo", puesto que los Estados fuertes persisten en sus ambiciones y la competencia entre países se recrudece. Agrega que, en vez de un mundo unipolar se está frente a un vigoroso resurgimiento de potencias que se esfuerzan por reconfigurar al mundo, mencionando entre ellas a Rusia, China, India e Irán, y ve en Japón otra arista de esta compleja realidad geopolítica que ha emergido en esta lucha de grandes poderes. Pero por encima de toda esta parafernalia internacional, su interés se centra en lo que para él son los asuntos claves del nuevo juego global en pleno desarrollo y, estos son: primero, el neoliberalismo que causó un tremendo daño en el Tercer mundo, segundo, observa que ese mal dio origen en aquellos países de terribles autocracias, como reacción a esa desestabilización a la cual fueron sometidos, tercero, que a este grave cuadro se liga un islamismo radical que entra en disputa con aquella pretensión que tiene occidente de imponer su cultura a todas las sociedades, para concluir después de exponer esa lógica de indeseable desarrollo de los acontecimientos que, frente al mundo liberal se alza ese mundo donde se perfilan regímenes autocráticos, realidad esta que impide la convergencia entre las naciones y apunta hacia una catastrófica divergencia, razón por la cual se desvanece la esperanza de una nueva Era. Su recomendación ante estos hechos es que las democracias deben unirse contra esa tendencia que asoma en países como Rusia, China, Irán, etc. y, deben unirse para darle forma al nuevo proceso histórico en marcha, es decir, para incidir de un modo determinante en la construcción de “un mundo transformado”. Es curioso que este autor tomase esa frase de “un mundo transformado” del título que le dio a su política internacional el presidente norteamericano George H. W. Bush de triste memoria (id. 71/73)

Esas son pues, las patéticas visiones que ofrecen del mundo contemporáneo tres de estos cuatro profetas del mundo universitario estadounidense que Moreno resume en su libro “Armagedón”, profetas que mediante sus libros bestseller han anunciado al mundo sus revelaciones inspiradas en los intereses de los más desarrollados, y que Kagan los amalgama con el título de su obra “El retorno de la historia y el fin de los sueños”. Es de destacar que Amartya Sen, entre ellos, expone un análisis que se deslinda de los intereses puestos en juego entre las grandes potencias y se centra en el ser humano, y al hacer este ejercicio mental asoma un espacio en el que se puedan tejer profundos vínculos humanos y éticos que intensifiquen esas tendencias que nos impiden dividirnos en razas, culturas, religiones o clases sociales, tal propuesta de este Premio Nobel lo erige en una excepción dentro de aquellos “iluminados” y lo pone a cabalgar al lado del jinete del caballo blanco.

DENTRO DE 24 HORAS SE PUBLICARÁ "ARMAGEDON III Campos de concentración"

Con este artículo se cierra la profunda impresión que este libro causó en incomodisimo.com

Recuerden al leer de seguido las lineas en negritas y las lineas en azulitas se tiene un esquema apretado de lo que sostiene cada uno de los autores citados por Moreno León en "Armagedón".

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