Incomodísimo.com Revolución espacial II Un escudo

16:35 Posted by Perro Senil.

II. Simón Bolívar, Lucas Alamán y Sebastián Camacho: Escudo de nuestro destino y felicidad de América.

Bolívar en nombre de Colombia selecciona un ministro ordinario y plenipotenciario acreditado para establecer relaciones con el Imperio de Iturbide, a “quien propondría un tratado definitivo que asegure la libertad e independencia de ambos países” (Rojas, 2009: 50) , es decir, da el primer paso para empezar a unir la América Septentrional con la América Meridional, Bolívar al mismo tiempo se pone en comunicación con San Martín, puesto que avizora la posibilidad que el monarca español, Fernando VII, pueda pretender trasladarse a México (Iturbide era realista y proclamó la unión de todos los mexicanos y la independencia de la Nueva España con el Plan de Iguala que dejaba abierta esa posibilidad) y desde allí –prevé Bolívar en su mensaje epistolar al rioplatense- puede el Monarca intentar reconquistar el resto de la América, le dice entonces a San Martín que, si tal suceso acontece “podrán causar alteraciones muy sensibles en los intereses y en el sistema adoptado por los gobiernos de América. Así que yo creo que ahora más que nunca es indispensable terminar la expulsión de los españoles de todo el continente, estrecharnos y garantirnos mutuamente” (id. 50, 51). Todo este esfuerzo diplomático que adelanta Bolívar demuestra su voluntad de coaligar a la América entera, es decir a Colombia y a Perú con la América de San Martín y con la América Septentrional y, pone en evidencia que en la mira de sus objetivos está que cualquier posesión hispana que quede en el continente o en el festón insular antillano debe ser motivo de expediciones militares para emanciparlas, pues esto es necesario para erigir el Nuevo Mundo (lo que en su imaginario es "Una nación")


Don Agustín Iturbide.

La amenaza de que Iturbide sea sustituido por el propio Fernando VII desaparece en breve tiempo del escenario de México, allí en la Nueva España se pone en marcha el Plan de Veracruz a favor de la república -puesto que Iturbide se había hecho coronar como Rey y esto causó descontento- encabezado por el general Santa Anna y, éste plan republicanista fue apoyado de inmediato por el plenipotenciario de Colombia que Bolívar había responsabilizado de tomar providencias en esa región, es así como el gobierno de Iturbide es derrocado en 1823 y el triunvirato gobernante entrante a nombre de México firma con Colombia un Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua, firmando por Colombia Miguel Santa María y por México Lucas Alamán. En los últimos artículos de ese tratado se anunciaba el propósito de extender dicho pacto a los demás Estados de la América antes española y a convocar a una Asamblea General de Estados Americanos (id. 52, 53). Es decir, la tendencia novomundista mirandina y bolivariana cobró más fuerza con estos sucesos.


En vista de estas circunstancias favorables y en obediencia a cumplir la voluntad de extender ese tratado al resto de los Estados de la América “En diciembre de 1824 (…) Bolívar, desde su condición de dictador supremo del Perú [invita] al Congreso de Panama [a] Colombia, México, Río de la Plata, Chile y Guatemala [para crear] un sistema [que] sea el escudo de nuestro destino [es decir] consolidar el poder (…) por medio del ejercicio de una autoridad (…) que dirija la política de nuestros gobiernos (… …) de el Nuevo Mundo” (id. 54, 55).

El Congreso, sin embargo, no se realizó a la altura de las expectativas de Bolívar, de Lucas Alamán y de Sebastián Camacho, se efectuó sin la participación de Argentina ni de Chile (1) y con invitados como la Gran Bretaña y los Países Bajos (id. 61) (2). Por otra parte tenía en contra a los EE.UU. porque “La principal preocupación de Washington, en relación con el Congreso de Panamá, era que las repúblicas allí reunidas acordaran una invasión separatista a Cuba y Puerto Rico, no deseada por Estados Unidos, potencia que rivalizaba con Gran Bretaña por el control del Caribe” (id. 62) (3). Señala Rafael Rojas al respecto que “Como es sabido el intenso cabildeo de los embajadores estadounidenses en Hispanoamérica y, en especial del representante en México, Joel R. Poinsett, contribuyó a que eso no sucediera” (id. 62) (4). Toda esta labor de zapa empezó a dar sus resultados concretos, el Congreso obtuvo logros muy limitados en sus dos ediciones (Panamá y Tacubaya) y la fundación de la Confederación de los Nuevos Estados no se proclamó.
 
Lucas Alamán.

El historiador “Carlos María Bustamente anotaría, en su Diario histórico de México (…) que la nueva clase política mexicana [se] oponía a los acuerdos de Panamá” las reflexiones que se esgrimían era que la integración “exige conocimientos de muy profunda política (…) tenemos muy pocos diplomáticos y, sobre todo, tenemos a Mister Poinsett, que tiene interés en que se lleve el diablo a la América española” (id. 66). El mismo Bustamante comenta a manera de epitafio que el presidente Victoria “había relegado a cancilleres (…) como Lucas Alamán y Sebastián Camacho [puesto que éste Alamán y Camacho eran] recelosos de la naciente hegemonía estadounidense y partidario de la integración hispanoamericana” (id. 66), expresando Bustamante “Si Victoria se hubiera conducido por los consejos de este joven [Camacho] y de Lucas Alamán, su gobierno habría causado la felicidad de América” (idem).

Sebastián Camacho.

La revolución del espacio (id. 325) en esta parte del mundo tenía pues tres teatros de operaciones, uno, la batalla de las armas que se desarrolla desde Texas hasta la Patagonia con el resultado de la creación de las tres Américas (la de Bolívar, la de Santa Anna y la de San Martín) donde antes existía un mundo colonial, dos, la batalla diplomática que se libra en Panamá y en la Villa de Tacubaya (que  queda en México) (id. 62), con las cuales se intento crear la Gran Confederación de Estados Americanocaribeños o el Nuevo Mundo y, tres, tenía por escenario a España, allí se libraba una batalla retórica en las Cortes, donde los defensores de los intereses de este lado del atlántico creían que no era necesario que la América de Ultramar se separara de España sino que lo que requería era de mayor autonomía, obteniendo de ese modo la salvación de ese inmenso imperio, estos realistas propusieron en Espalña establecer una poderosa confederación entre España y su más valiosa posesión en este hemisferio, México. El proyecto buscaba la salida pacífica para no debilitar las fuerzas imperiales y, a cambio pedían que las clases dominantes de la Nueva España se equipararan con las de la Metrópoli, y ofrecían -de modo tácito- como enorme resultado de esa integración de España y México la erección de un Coloso Imperial que, estaría en capacidad de dar una respuesta contundente a las aspiraciones bolivarianas y martinianas. Era un proyecto reformista y contrarevolucionario.

Con el fracaso del Congreso afictiónico se impidió crear "El Escudo de Nuestro Destino y la Felicidad de América". Otros proyectos divergentes del bolivariano estaban en el campo de combate de la guerra de símbolos capturando capturando imaginarios en los actores sociales que protagonizaban aquel escenario de identidades emergentes que surge con el derrumbe del entablado hispano en este teatro de operaciones internacionales.

(1) Una crisis política interna, las presiones de las grandes potencias y los proyectos de sus élites los distancian de América. Comentario de incomodísimo.com

(2) Para el colmo se invita a los EE.UU. y al Imperio del Brasil contraviniendo las instrucciones del Libertador Bolívar que advertía el expansionismo estadounidense y temía la combinación de la monarquía brasileña con las monarquías europeas reunidas en la Santa Alianza, además, de que también tenía en su naturaleza como imperio el objetivo colonizador de tierras ajenas. Comentario de incomodísimo.com

(3) "En Europa son del parecer que esta liga de naciones sea contra Europa, que se trata de desquiciar el Imperio del Brasil y que se pretende convertir toda la América en gobiernos populares. Juzgan que no es conveniente ni deseable que se funde esa Confederación americana". Con esas palabras señala Santander a Bolívar los inconvenientes que van a actuar contra la finalidad del Congreso Anfictiónico de Panamá. Comentario de incomodísimo.com

(4) Los presidentes norteamericanos desplegaron sus ministros por hispanoamérica para fomentar tratados de comercio  preferencial de carácter bilateral -sembaban pactos que impedirían materializar lo que era en esencia la Gran Confederación Americanocaribeña-, en sus contactos demostraban su disgusto con el proyecto bolivariano, expresaban los deseos de Washington para que aquel acuerdo no se concretase, buscaban del mismo modo restringir la influencia de los británicos enjtre estas nuevas naciones pero, como muy especial tenían que Cuba y Puerto Rico no fuese liberada por Bolívar, ni por México, ni por los cubanos, porque en su visión geopolítica con su control de Cuba dominarían el Caribe occidental y con Puerto Rico el caribe oriental neutralizando así a Haitío y a la Dominica. Comentario de incomodisimo.com 

Sobre ese Coloso Imperial y sobre quiénes fueron los autores de ese proyecto conservador se tratará en un artículo que será publicado dentro de 24 horas.

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