Incomodísimo.com Revolución espacial I Una nación.

8:09 Posted by Perro Senil.

El historiador y ensayista Rafael Rojas en su libro “Las Repúblicas del Aire” nos narra las vicisitudes que afrontan los hispanoamericanos para inventar naciones en este continente sometido por españoles, portugueses, holandeses, franceses e ingleses. Uno de esos proyectos fue el de Bolívar, pero no fue el único, otros se gestaron con otros prominentes protagonistas y con muy impresionantes imaginarios, se tratará de exponer todas estas visiones mediante las cuales se planificaba realizar una revolución espacial en este gigantesco territorio que además de Hispanoamérica incluía el Caribe y Brasil. La exposición se efectuará mediante una entrega especial que abarca con cinco artículos a personajes históricos de muy alta relevancia -muy poco conocidos en Venezuela- como son: Alamán, Camacho, Varela, Barcena, Zabala, Gómez Navarrete, Molinos del Campo, Mier, Poinsett, Narciso López y Cora Montgomery. Además del proyecto novomundista de Bolivar, se librarán otras batallas para construir otros proyectos de integración entre: a) el Imperio de México y la América liberada por Bolívar, b) España y México, c) España y tres gobiernos autónomos en la América de Ultramar, d) México y los EE.UU. y, e) el Imperio del Mississippi (Estados esclavistas sureños de los EE.UU. con el  Caribe, Texas, México y Centroamérica).



Historiador y ensayista Rafael Rojas galardonado con los Premios: Matías Romero en Historia Diplomática, Anagrama de Ensayo, Internacional de Ensayo Isabel Polanco.

I. Bolívar: Una nación más grande que Hispanoamérica, el Nuevo Mundo.
El historiador Rafael Rojas indica que la creación de nuevas entidades políticos territoriales “durante la primera mitad del siglo XIX en América Latina, fue un proceso sumamente complejo que (…) demandó de las nuevas élites un esfuerzo de ingeniería simbólica para “imaginar” e, incluso, “inventar” las nuevas naciones” (… …) Estas entidades simbólicas eran inexistentes en los años previos (…) a la independencia. [Fueron] “Los proyectos de integración política promovidos por estadistas (…) e instituciones continentales” [los que imaginaron esas entidades y lograron en la realidad histórica parciales resultados] de esos procesos revolucionarios (Rojas, 2009: 35). Razón por la cual Rojas en sus reflexiones hable de la utopía y el desencanto de estos prominentes visionarios.
 
 
Aquellos proyectos de unión fueron obra de los actores sociales de aquella época, algunos de ellos verdaderos genios sobre los cuales gravitó la intelectualidad europea y la americana, es el caso, por ejemplo, del Libertador de quien Rafael Rojas dice “Además de un militar y un estadista, Bolívar era un pensador del Nuevo Mundo” (id. 359).

Señala Rojas que la americanidad bolivariana era dilatada, la noción de lo americano en Simón Bolívar es un concepto de identidad que englobaba a toda la región, esto es, no se restringía a Hispanoamérica sino que se extendía a Brasil, Haití, Jamaica o cualquier otra pequeña nación del Caribe francés, holandés y británico. Bolívar en su mensaje a los americanos caribeños –dice Rojas- intentaba presentar la constitución de la república venezolana como un paso previo a la integración confederal de aquella América (id. 47, 48).

Esa dilatada realidad a la cual, Bolívar aspira, por una parte, liberar de Europa y, por la otra, impedir que cayese bajo el dominio de los Estados Unidos, le lleva a poner ante sus contemporáneos de manifiesto un sueño: “Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Mundo Nuevo una sola nación [y] tener un solo gobierno que confederase los diferentes Estados que hayan de formarse” (id. 49).

Indica Rojas que Bolívar usaba una retórica utopista con el fin de tantear históricamente la posibilidad de la integración y, al hacer este tanteo en el año 1815 abre un amplio abanico de formas políticas para los posibles “miembros virtuales de ese nuevo organismo histórico”. Bolivar ampliamente previsor acerca de lo que podía ocurrir incluye en ese proyecto -de formar del Nuevo Mundo una nación- a repúblicas, reinos e imperios (id. 48). Tenía pues Bolívar una meridiana clarividencia hacia dónde podría derivar los resultados históricos políticos del proceso independentista y, prevenía cómo se habría de actuar en función de que ese Nuevo Mundo no se disgregara, sino que adquiriese el carácter de una comunidad coaligada en función de los altos intereses de la americanidad.

En efecto, tal como lo imaginó Bolívar, el proceso histórico definió en poco más de una década tres grandes entidades: “La “América Meridional” de Bolívar, que Abarcaba desde Panamá hasta el Perú (…) la “América del Sur” de San Martín [y] la “América Septentrional” de Iturbide, [las tres] eran fragmentos geográficos de un todo político americano” (id. 48). La cronología de ese proceso fue la siguiente: En 1822 ya está liberado el territorio que va desde Panamá hasta Ecuador, y en 1824 la América Meridional libre incluye a Perú y en abril de 1825 se extiende a lo que se conocerá por Bolivia; En la “América Septentrional” en octubre de 1821 el general Agustín Iturbide entra triunfal en la capital y, Bolívar le felicita por “la independencia del pueblo mejicano” y reconoce lo que se autoproclama como el “Gobierno Supremo del Imperio de Méxicano” (id. 50) el cual iba desde Texas hasta los límites con Panamá; y, por último, en lo que corresponde a San Martín éste completa su obra independentista de la “América del Sur” en abril de 1821, abarcando el territorio de lo que hoy se conoce por Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile. Existían pues para 1825 tres Américas hispanohablantes emancipadas de España.

¿Cuáles son las reacciones de Bolívar frente a esa compleja realidad?

Bolívar en 1821 está frente a: tres Américas Latinas en formación, el Imperio del Brasil establecido en 1807 y el Haití que en 1804 ha conquistado su independencia de Francia, está además frente a Cuba y Puerto Rico que aún permanecen bajo España. En esa situación, se moverá en dirección al gran proyecto novomundista frente a esa compleja realidad, lo que de inmediato hace es concebir y proponer una alianza con México, es decir, un pacto entre la América Meridional y la América Septentrional y, por otra parte, comunicarse con San Martín para, primero, unir esfuerzos para terminar de arrojar a España de todo el continente, segundo, estrechar a la América Meridional con la América del Sur y, con esa base, tercero, garantizar sus existencias ante cualquier eventualidad que pudiese suceder en México, puesto que allí existían condiciones que podían traer como resultado no deseable de que Fernando VII se trasladase a ese imperio o enviase a un príncipe de la casa Borbón a gobernar esa inmensa nación.

Sobre los intentos de Bolívar de realizar una alianza con el Gobierno Supremo del Imperio Mexicano, esto se tratará en un artículo que se publicará dentro de 24 horas.

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