Cabimas VI: Casa Kupaiwa

15:18 Posted by Perro Senil.

 “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” ofrece a sus lectores una información fascinante de las poblaciones que existían en el territorio nacional en el período prehispánico, y para hacerlo entrega un “Esquema del desarrollo histórico de los asientos indígenas  en Venezuela durante el período aborigen”, apretado recuento donde aparecen desde los asentamientos más antiguos y remotos, hasta aquellos que llegaron a conocer los conquistadores europeos que se aventuraron por estos predios. La idea de ese “Esquema” es la de disponer de unas imágenes, mediante las cuales los estudiosos puedan construir una visión hipotética del tipo de asiento aborigen que antecedió a las poblaciones que los hispanos con posterioridad fundaron en ese específico lugar. En este orden de ideas, “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960”  pretende aportar un marco de referencia sobre los “núcleos poblacionales” que construyeron aquellas culturas aborígenes durante diferentes épocas en diversos lugares de la geografía nacional, dentro de ese orden de ideas, este libro menciona, en líneas generales, los paraderos o instalaciones, campamentos y aldeas que fueron formándose en sus procesos históricos.

“Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” siguiendo las descripciones y explicaciones de diferentes autores interesados en el tema de los tipos de asientos que los indígenas realizaron en el territorio nacional, reúne y presenta un material –real maravilloso- que abarca desde los paraderos efímeros hasta la aldea protoagrícola. Allí, se muestra siete tipos de asientos donde se indica: su localización y ubicación geográfica en el territorio nacional, el tiempo en el que existieron, cómo estaban constituidos en su espacio interior y cómo estaban equipados, como se proyectaban en su espacio exterior y de qué elementos se valían en él para ser funcionales, el diseño o configuración del asiento en su conjunto total, la morfología y fisonomía del establecimiento, la funcionalidad de sus partes y el papel de su totalidad, la simbología de sus componentes, su respuesta a un estadio de desarrollo de las evolución histórica, y en algunos casos aborda la descripción y el significado para el Modo de Vida de la vivienda del asiento, es decir, la importancia de la «casa» como concreción de un concepto de universo alcanzado en aquellas portentosas culturas.

Esa misma encuesta la aplica este trabajo, a continuación, a cuatro casos de gran envergadura como son: la aldea vegecultora, la aldea monticular mixta, la aldea monticular semicultora/necrocultora y la aldea jerárquica. Las cuales por su complejo desarrollo dejan perplejo al neófito en esta materia.

Este viaje inverosímil hacia el pasado remoto abre un mundo desconocido, donde cada uno de esos tipos de asentamientos  presenta una rica variedad de modalidades de ocupación del espacio, que en su conjunto presenta un motivante desafío para el historiador de localidades,  en especial, cuando se trata de determinar a partir de ese conocimiento las relaciones históricas que subyacían a un poblamiento específico concreto que se esté sometiendo  a experticias. “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” pues, ejerciendo el derecho a errar, porque a fin de cuentas la ciencia no es más que un ejercicio consciente de ensayo/error, desarrolla una serie de conjeturas -a partir de los datos que ha logrado acumular, sobre una vasta área de yacimientos arqueológicos existentes en el ámbito de Cabimas donde se han localizado una oncena de sitios, y las expone sin mojigaterías por la vía del exceso utilizando a ese “Esquema” como plataforma para establecer sus conclusiones. Pero más que un avance de investigación, en realidad lo que se expone es un esfuerzo interpretativo de orden imaginativo, con las cuales se pretende responder grandes cuestiones a ser develadas sobre lo que estos autores denominan como la Comarca Aborigen Cabimas: ¿Estaban asociadas entre sí esas aldeas? ¿Existió un eje de aldeas que explotó la resina del árbol Cabimas y que dio origen a las otras aldeas de esa microregión? ¿Mantenía esa oncena de aldeas vínculos con el Señorío de los caquetíos y con el Cacicazgo andino?, ¿Cuál era su interrelación con la Sociedad aldeano igualitaria de la cuenca lacustre?, ¿Cuál era el papel político de ese poblamiento en la región geohistórica del occidente venezolano? ¿Cuales podían ser los productos que podían llevar a la red de intercambios regional? son algunas de las interrogantes que se plantean en “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. - 1960” y a las cuales se les da respuestas provisionales  mediante el método de la microhistoria.

El trabajo de Fernández y Medina es explicito en señalar que la historia de la Cabimas aborigen sólo se puede escribir a partir de los resultados que arrojen las campañas arqueológicas que se realicen sobre ese inmenso campo de yacimientos, dentro de ese orden de ideas, indican que esa importante responsabilidad está en manos, en estos momentos, en el equipo que el antropólogo Lino Meneses ha creado con  Jonny Alarcón Puentes, Lenín Calderón y Yamilet Vicuña  para someter a las habilidades de la ciencia arqueológica a estos “sitios”, porque esa opción científica permite leer en esos yacimientos las características que desarrollaron quienes eran sus habitantes, información que con posterioridad, manejada mediante la metodología de la historia, pudiera reconstruir esa parte neurálgica del pasado de Cabimas como área de poblamiento de grupos humanos que van evolucionando y transformándose a partir de ciertos cambios cruciales. Fernández y Medina con su libro lo que hacen, entonces, de un modo consciente es abrir los horizontes sobre el tema en cuestión al máximo, para que surjan con todo su esplendor  interrogantes inquietantes sobre el significado que tenían en ese período histórico estas tierras cabimenses. Lejos está de las intenciones de los autores de este libro la de pretender que con su estudio están entregando  la comprobación de una hipótesis de trabajo, tal corroboración o refutación señalan sólo será posible dentro de una o dos décadas, cuando se saquen a la luz los datos que allí están enterrados, es decir, cuando se posea la información inherente a esos vestigios obtenida mediante el trabajo arqueológico realizado por profesionales. El libro de Fernández y Medina sólo deja asentado en firme que antes de la invasión germano-hispánica  aquí y en aquel entonces existía una descomunal Cabimas que en incomodísimo.com hemos nominado poéticamente con la locución «Casa Kupaiwa».

¿Cómo era el universo que proyectaba esta Casa Kupaiwa antes de que Cabimas fuese suplantada por una población hispano-criolla? es una pregunta que que estos dos amantes de la historia lanzan como un hermoso desafío a todos aquellos que se han interesado por dotar a Cabimas de una historia integral. Creemos que “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” tiene el coraje de publicar una versión que responde a esa interrogante con exceso, para iniciar con esa visión exagerada un ineludible llamado de atención sobre la necesidad/trascendencia de entender la Casa Kupaiwa.

Medina y Fernández imaginan la Casa Kupaiwa con exuberancia, para animar de ese modo andragógico a la bella y ardua tarea de visibilizar lo desconocido, porque según este estudio esta localidad por todas sus señales está cargada de historicidad. Para incomodísimo.com el libro que presentan al público Fernández y Medina se puede asumir como una convocatoria a los estudiosos, para que cumplan la digna tarea de ponderar la calidad del tiempo histórico cabimense.

Este hipotético escudo de la Ciudad de Cabimas expone lo que el libro “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” esboza, para marchar en dirección hacia la reconstrucción de la historia integral de esta población. Allí en ese blasón están insertados –entre otros- los símbolos de la Casa Kupaiwa, es decir, el patrimonio cultural que legaron las sociedades originarias asentadas en este territorio a la posteridad.

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