Cabimas V: Malhadada historiografía

8:31 Posted by Perro Senil.

Lo interesante del discurso histórico presente en el libro “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960”  es que, en primer lugar, se llega a proponer que en la fundación de la Cabimas aborigen actuaron las fuerzas históricas que estructuraban la región geohistórica del occidente venezolano, es decir, que dentro de esa región existieron condiciones para que surgieran comarcas aborígenes que cumplirán con papeles políticos dentro de ese gran contexto histórico y, que en razón de esos intereses, estas entidades participaron en un sistema de intercambios de productos que le confirieron a todo el conjunto una dinámica económica que generó el ascenso histórico de esta formación histórica donde estaban presentes diferentes estadios de desarrollo. Señalando “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” con cuáles recursos  la Comarca Aborigen Cabimas participó en esa red de intercambios y cuál era su papel político en esa gran región. 

En segundo lugar, este trabajo sobre la historia de Cabimas da  a conocer un esquema de desarrollo del poblamiento hispano, el cual se opera sobre los restos de esa Comarca Aborigen, señalando en este sentido cómo los hispano-criollos instalan allí en un lugar estratégico un «establecimiento de avanzada» -en un tramo costero a mediados del siglo XVIII-, desde el cual procederán a posicionar unidades económicas de producción «tierras adentro» -donde antes estaban fundadas las aldeas indígenas-. Lo importante de ese señalamiento es que centra la atención sobre tales haciendas, porque en ellas reside el potencial que permitirá echar a andar el proceso fundacional de nuevo  signo, porque los excedentes económicos que en esos fundos se recogen permitirán a ese establecimiento de avanzada cumplir su papel de base de operaciones para desarrollar el plan colonizador. Continúa la explicación de estos afortunados autores indicando que ese excedente económico generado por esas actividades agropecuarias, deberá ser trasladado desde «tierras adentro» (como productos) hasta la franja costera y, que para tales efectos emplean el sistema de comunicación vial que expropiaron a los antiguos habitantes indígenas de este territorio, actividad mercantil en pleno ascenso que en un específico momento determinó la aparición de caseríos en distintos lugares de este litoral, lo que indica a todas luces -y esta es otra de las grandes primicias que se anuncian en ese estudio- que aquellas haciendas radicadas, por ejemplo, en las Sabanas de San Sebastián o en las montañas de Tamare fueron las que fundaron esos vecindarios que se conocerán en aquellos tiempos como “las Cabimas”.

Sobre uno de esos caseríos, más adelante -demuestra este trabajo-, se tomó la decisión a comienzos del siglo XIX de erigir una población que sirviese de sede de los poderes públicos locales, adquiriendo de este modo ese poblamiento fisonomía política en aquella Provincia de la Capitanía General de Venezuela. Con ese trascendente logro –gran conquista- esos núcleos poblacionales comienzan un proceso histórico que se caracteriza antropológicamente por el feliz hecho de que esas familias allí asentadas desarrollan una raigal pertenencia con el lugar, hecho decisivo para el surgimiento de una identidad local -criollización cultural-, lo cual da origen a un vínculo  de esos apellidos con la defensa de los intereses de esa nueva población en la nueva época republicana que eclosiona. De esa dialéctica -política, social, económica y cultural- nace en consecuencia lo que este apasionante trabajo denomina con mucha propiedad como la Cabimas tradicional.


La Cabimas tradicional nace con el arraigo de las familias colonizadoras a estas tierras y, pervivirá a todo lo largo del siglo XIX para ofrecer una hermosa imagen pueblerina el año de 1924 y 1930 después de pasar por sinnúmero de viscicitudes, tal y como se observa en estas tomas fotográficas  de la Rosa Vieja y del Centro de Cabimas.

En tercer lugar, este trabajo de investigación da a conocer un hecho sorprendente, señala cómo en el siglo XX desde Europa se toma la decisión de construir una ciudad en este territorio de ultramar, decisión crucial, puesto que  la actividad económica que pretenden esos intereses echar a andar por estos lares, demanda como exigencia ineludible la transformación del área en un medio urbano avanzado, lo cual al ser ejecutado con éxito por aquellos hombres de empresa, lo que arroja como resultado histórico es la construcción de un hábitat moderno que se reconoce como la Cabimas petrolera, y la cual emerge paralela a la Cabimas tradicional -en relación de coexistencia-. Lo sorprendente de este último tramo de la historia local -según estos investigadores- es que el proceso de urbanización no lo inicia esa empresa capitalista, sino que lo empieza y lo desarrolla una masa humana que huye de los latifundistas -lo que se reconoce en esta localidad como «el éxodo»-, dirigiéndose estas gentes hacia este espacio donde se les presentaba la oportunidad de un Modo de Vida que representaba un avance con respecto a las condiciones infrahumanas a las cuales estaban sometidos en el medio rural, fundando esa gente variopinta en este territorio los barrios precarios que darán origen a lo que los autores van a reconocer como el inicio histórico de la Cabimas popular que no  ha detenido su crecimiento desde aquel año 1922 hasta nuestros días.
El territorio de Cabimas fue invadido por el capital internacional mediante una parafelnaria tecnológica correspondiente a lo más avanzado de la era del maquinismo, la finalidad de ese enclave petrolero consistía en dotar de una energía barata a las nuevas  fuerzas económicas puestas en marcha en el noratlántico, porque de lo contrario los límites del sistema alcanzarían prematuramente una frontera histórica infranqueable. Cabimas es uno de esos sitios estratégicos vitales que existen en el planeta, que por su importancia neurálgica puede ser causa de graves conflictos internacionales, de allí que la divulgación de su historia entre sus habitantes sea de perentoria urgencia, pues ese desafío implica una altísima conciencia para la defensa colectiva del recurso que posee su subsuelo frente a las decisiones infames que se toman ahora con una frecuencia alarmante en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de atacar países petroleros que no se subordinan a las grandes potencias mundiales.
En “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” se expone a grandes trazos cómo a comienzos del siglo XX en estos suelos actúa en este escenario histórico local una Cabimas tradicional –conformada por el grupo humano que tiene origen en la época colonial-, una Cabimas petrolera –integrada por el grupo corporativo (gerentes, técnicos, oficinistas, profesionales y obreros) que trabajan en el área industrial que se va desarrollando y que viven en el área residencial que se va construyendo- y una Cabimas popular que son los advenedizos que provienen de toda Venezuela (que no trabajan dentro de las empresas petroleras, pero que su vida depende de la dinámica económica que esas corporaciones impulsan en la localidad) y que crean un hábitat propio donde la arquitectura campesina modificada in situ revela el origen geográfico de sus pobladores. Y concluye esta investigación que son esas tres Cabimas la que crearán, con un movimiento de convergencia entre sí, a la pluriétnica y multicultural Cabimas citadina de nuestros días. Como producto de esa fusión de la diversidad -proceso en marcha- ese ámbito histórico es el epicentro de un fenómeno antropológico sin parangón. 
Por todos esos razonamientos originales expuestos con magistral profesionalidad, este trabajo “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960”, primero, ubica a Cabimas como objeto de estudio en un terreno donde el debate cuenta ahora con una plataforma de discusión de un gran nivel teórico-metodológico, y segundo, donde el estudio del pasado de esta población supera de un modo irreversible esa malhadada  historiografía nacional y regional que tiene la tendencia a anclarse en la historia colonial y decimonónica y, en consecuencia, tratar sólo de un modo marginal el período aborigen y el período contemporáneo. En otras palabras, la historiografía que estos tres investigadores rechazan con su exposición es aquella que se encarga de entronizar, por ejemplo, al imperio hispano como el único protagonista de la fundación de pueblos, villas y ciudades en el continente americano. Estos estudiosos que se han dedicado a estudiar el caso Cabimas concluyen dando un sonoro mentis a esa malhadada pretensión hegemónica de esa historia a todas luces sesgada, y señalan por oposición que, en este escenario histórico se operó una múltiple fundación, es decir, una en el período aborigen (la Comarca Aborigen Cabimas), otra en la época colonial hispana (la Cabimas tradicional) y finalmente una postrera en nuestra época contemporánea (la Cabimas popular/petrolera) las cuales a partir del año de 1960 empezaron a estructurar a paso firme la actual Cabimas citadina pluriétnica y multicultural como urbe cosmopolita petrolera.

“Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” en este sentido se constituye en «la otra historia», de allí que recomendamos su lectura, para adquirir con este libro una visión integral de nuestro proceso histórico, y hacerlo desde una perspectiva orientada a la desenajenación de la historia escrita y, por añadidura,  proclive a estimular una mirada del pasado que se proyecte políticamente como una opción consciente y libertaria, porque para tener dignidad, Venezuela debe librar y ganar batallas de afirmación de su identidad en todos los campos de la realidad objetiva/subjetiva.

Carlos Medina y Alberto Fernández. Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960. Editorial Busaca, Maracaibo. 2011. Páginas: 335.

Para adquirir este libro deben escribir al correo electrónico incomodísimo@gmail.com VALOR Bs. 120 



2 comentarios:

cabimas la gnte y su cultura dijo...

Dios mio buena imaginaciòn pero .....................entiendo pero no me cuadra puede ser tal vez a lo mejor

cabimas la gnte y su cultura dijo...

Esta lectura me conlleva a inferir lo siguiente: En Cabimas existieron grandes Dinosaurios como los Diplodocos y todas esas Aves gigantes desde Puertos de Altagracia hasta Valmores Rodriguez y durante su extinciòn se formaron las capas de petròleo, pero lo que pasa es que ese imamginario es mental que solo existe en i mente, alguièn que trabaje en esa direcciòn para ver que sacmos.

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