Incomodísimo.com Sistema desquiciado.

9:19 Posted by Perro Senil.

Muchos ilusamente inaginábamos que quienes dirigen la economía norteamericana dictan cátedra de “nueva gerencia”, por lo contrario, las lecciones que imparten es la de una cuerda de tramposos que rayan en la peor demencia –el libro de George Soros nos evidencia con abundancia este aserto impactante-. La actual crisis por la que atraviesa el sistema, en este sentido, es más grave de lo que suponíamos, puesto que tiene su afinque en un comportamiento delictual que se ha apoderado de los principales actores del sistema, puesto que de otro modo no fuesen auténticas personificaciones del capital.

En su desmedida ambición de atrapar el máximo número de potenciales clientes, los prestamistas de dinero -en medio del boom  de la vivienda- ponían “trampas”, mediante las cuales hacían asequibles las casas a aquellas personas que no disponían de suficientes medios económicos o sociales. Una de estas trampas era de colocar tipos de interés por debajo del mercado por 2 años y, cuando ese lapso terminaba se procedía a refinanciar la deuda creando ingresos adicionales para estos delincuentes. La idea perversa era crear una cartera de clientes de alto riesgo que luego vendían a un tercero y luego a un cuarto, pasándose así la papa caliente y obteniendo en cada una de estas transacciones sus participantes una comisión, donde las primas eran más altas de acuerdo al volumen de deudores puestos en venta.


Agentes de Bolsa.

Para entrampar a la gente aceptaban garantías de crédito irrisorias, donde las hipotecas subprime jugaban un papel clave en este tipo de operaciones arriesgadas. También se exigía poca o ninguna documentación o se hacían “préstamos mentirosos” conocidos en el medio con el código Alt-A; uno de los más bajos o ruines instrumentos eran los llamados créditos “ninja”, eran los “no job, no income, no assets”, es decir, aquellos que se concedían a los “sin trabajo, ingresos, ni activos”. Todos los participantes de este sistema desquiciado estaban conscientes de lo que se estaba haciendo, desde el corredor de bolsa hasta la gran corporación bancaria sabían en lo  que estaban involucrados, estaba pues en marcha una operación fraudulenta en gran escala para ganar dinero de quienes tenían algo, poco o nada y dejarlos en la total ruina.

Los agentes de bolsa estaban en la base de esta estafa colectiva, eran contra toda formalidad institucional, quienes aprobaban los créditos, los efectuaban mediante bancos poco capitalizados. Después venía la venta de esos bloques de créditos –rebaños de deudores- a los bancos de inversión, quienes clasificaban ese ganado por riesgo colocándolos de una manera escalonada, para ofrecerlos por tramos en el mercado a los inversionistas que, de este modo se hacían de paquetes de hipotecas. En esta operación encajaba como anillo al dedo las agencias de rating, éstos taimados prestaban su servicio a toda esa estructura creando falsas expectativas, las cuales permitían mantener en movimiento ascendente esta situación desquiciada.

Las hipotecas subprime constituían en esta pirámide el área que se negociaba con los más ambiciosos, pero no era éste el único instrumento técnico puesto en marcha para mover este enorme fraude, por ejemplo, mediante apalancamiento estos valores eran convertidos en títulos “sintéticos”, para los cuales existían varios mercados, uno de ellos era el de los crédits default swaps (CDS), otros eran los CDO (donde estaban los de mayor riesgo) y, entre los instrumentos claves de la operación, estaban los hedge funds –de los cuales George Soros es un super acaudalado-, estos son créditos especializados que cierran el círculo de esta estafa, porque son los que actúan en este negocio como compañías de seguros, es decir, los que cubren a los inversionistas que entran en este mercado inmobiliario lleno de excremento. Los financistas que respaldan estos hedge fund, a su vez, se cubren en este movimiento especulativo criminal mediante un contrato elaborado de tal modo que, permitía ceder a un tercero los derechos sin notificar a las partes firmantes, es decir, se podían deshacer de esos papeles sin ningún valor a futuro pasándolos a algún otro mafioso dispuesto a sacar algún provecho en este turbio mundo cloacal de la cultura urbana norteamericana.



Los Bancos intervenidos en los EE.UU. por la actual crisis económica son: J.P. Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Wells Fargo, Bank of New York Mellon, Morgan Stanley, Merrill Lynch, State Street y Goldman Sachs.

Esos bonos “sintéticos” se podían intercambiar con márgenes ínfimos, lo cual permitió a los propietarios de hedge funds una fabulosa zafra que tenía por virtud hacer caer la prima de riesgo. George Soros comenta al respecto de esta tramoya: “Todo esto estaba destinado a acabar mal”. Y en efecto este Nostradamus de nuestros días –George Soros- acertó al blanco, se hundieron alrededor del mundo grandes bancos, la recesión que arrancó hace tambalear las economías de grandes potencias, un ejército de desempleados se formó en todos estos tristemente célebres países y aparecieron ciudades de tiendas de campaña fundadas por quienes perdieron sus viviendas residenciales.

En conclusión, cuando señalamos que el sistema está desquiciado no estamos haciendo uso de un lenguaje retórico-literario, no, nos estamos refiriendo al enmarañamiento del mercado financiero donde todo lo que podía ir mal, fue mal. En ese mercado la maraña era la siguiente: los subprime se convierten en CDO sintéticos, estos en los SIV, quienes a su vez se transforman en los CLO, pasando por un laberinto de mercados que, en las entrañas intestinales del sistema bancario terminan generando una indigestión -precios caóticos-, interviniendo en ese momento crítico el último personaje de este sainete: los Bancos Centrales –donde el Estado a través de erllos es el garante último de esta operación perniciosa entre ricos- proporcionando liquidez al sistema financiero -intentando lavar sus vísceras-, inútil maniobra, porque si bien el sistema no colapsa por arriba si estalla por abajo y la recesión en esas condiciones es una inevitable tribulación para todos.

En otras palabras, en esta fábula que trata sobre “Todo esto estaba destinado a acabar mal” se salvan a los financistas, pero el ganado es sacrificado, es decir, los deudores hipotecarios al ser liquidados cubren el campo de batalla y, sus cuerpos inertes se hinchan y estallan impregnando todo el ambiente con sus gases nauseabundos, el mal de este sistema pues tiene un olor y no puede ser otro que el de ser maloliente. El sistema apesta. Los retóricos del sistema en estas circunstancias ponen el último chiste de esta tragedia en CNN, recurriendo a frases rebuscadas para mantener el engaño de los poderosos dicen: “El sistema internacional requiere de una nueva arquitectura financiera”, Perro Senil dice “No es así, requiere de una nueva personificación”.

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