Gail I : Tiempo de Jardín

21:53 Posted by Perro Senil.

Tiempo que se siente

Un libro hermoso dentro del rango de lo bellísimo es el que nos regala con gracia infinita Gail Godwin, una fina escritora nominada en tres ocasiones para el National Book Award, esta autora además de novelista prolífica de extraordinario éxito y profesora de tres prestigiosas universidades, es ahora con este trabajo una ensayista de excepción.

Gail Godwin.

El epígrafe con el cual inicia sus primeras páginas es brillante, en él ingresa en un tema que trastoca el pensamiento convencional en el cual la sociedad está sometida con intensa abulia. Gail con este epígrafe nos indica la existencia de un tiempo que no es el del “eterno goteo de segundos, ni el de los calendarios con sus días, meses y años”, sino que se trata de un tiempo donde “los ritmos de la vida y del espíritu danzan y fluyen con el sístole y diástole del corazón, con la toma de cada bocanada de aire, con las mareas, con la sucesión de las estaciones, porque ese es el tiempo en que habitamos, un tiempo que es nuestra verdadera casa y morada”. Y señala-la autora con ese crítico epígrafe de Allen Lacy- que “si no tomamos conciencia de ello seguiremos siendo unos extraños para nosotros mismos”, agregando: “No se me ocurre mejor lugar para superar semejante alienación que un jardín”. De allí que este artículo trate de un «tiempo de jardín», distinto al tiempo del reloj o del calendario, porque este otro tiempo, el convencional, nos aleja de la vida y del espíritu (Godwin, 2004: 15).

El tiempo convencional apresa a la humanidad, la esclaviza, es un tiempo mercancía.

En un jardín es difícil desligarse y desconectarse de ese entorno casi mágico, y ese milagro evidencia que entramos a un mismo ritmo con la vida que allí palpita en cada cosa, incluyendo la piedra mojada sobre la cual dos caracoles avanzan o las hierbas crecidas junto al estanque donde un gato siamés se agazapa o los restos desmembrados de un ratoncillo donde las moscas y hormigas realizan sus respectivas actividades, todo forma parte de un movimiento donde nada está separado, nada es extraño, todo fluye y danza, y nosotros allí en el jardín compartimos un tiempo que se siente y que no se mide como si fuese una tela que se va a vender, allí el tiempo no es una mercancía, es algo vital como el pulso del corazón. Gail Godwin conversa con nosotros acerca de ese asunto en esta maravillosa obra que titula con asertividad “El Corazón”.

El "tiempo que se siente" es un milagro, y lo es porque nos muestra la Vía para superar la alienación. Es el tiempo natural o maravilloso tempo giusto.

Godwin selecciona como “mejor lugar” para la vida -incluyendo la del ser humano- a «un jardín», y en esto es certera, porque si allí se da lo saludable, como es llegar a no poder distinguir verdaderamente dónde termina el cuerpo de la roca y donde comienza la de los dos caracoles, porque entre ambos hay una lámina de humedad que los une, y del mismo modo ocurre con los cuerpos de las hierbas, del estanque y del gato, del ratoncillo y de las moscas y las hormigas y, del cuerpo del jardín y el cuerpo de nosotros, entonces, allí no hay alienación, porque en ese lugar no hay separación entre todos esos milagros orgánicos e inorgánicos, razón por la cual allí ninguna de esas maravillas son cosas, ni pueden sentir extrañamiento de sí mismas, porque no se pueden separar, es decir, alejarse entre sí, porque lo que hacen de un modo constante es acercarse, aproximarse y fundirse para estar unidas, eso es lo que es un jardín. El Jardín es pues el mejor lugar para la vida, porque allí se da un Paraíso, en otros términos, es un lugar para pasear donde el tiempo no sé cuenta porque allí no predomina el tiempo convencional (íd. 16, 17).

En el mito judeo-cristiano se ubica El Paraiso en un Jardín.


Tempo giusto

El corazón para Gail es un tema serio, no hay un ápice de frivolidad a lo largo de toda su obra, por qué se dice esto, porque para Gail hay un vínculo entre el corazón y la música, el primero se expresa con el pulso y la música con el compás, con el compás la música narra los ritmos que puede tomar la vida. Ahora bien, lo genial es que ese ritmo se marca con el metrónomo -muchos músicos lo hacen con un pie- y esa notación da el compás, y ahora viene «el vínculo», si ese compas está ubicado en la escala entre 66 y 76, corresponde al ritmo apropiado para el corazón humano y, esta escala específica la que se conoce en la Italia musical como el tempo giusto, es decir, el tiempo justo. Setenta y dos en el metrónomo corresponde a un pulso cardíaco bastante rápido, el cual equivale a la parte alta del tempo giusto, es lo que se conoce como el andante de una partitura, y la parte baja de esa escala equivale al adagio (íd. 21). Es obvio, entonces, lo que esto significa para la vida humana: un ritmo normal, es decir, el que nos genera el tempo di giardino. Que es el que hace de un momento algo casi perfecto, y es el que determina un bendito instante de sosiego (íd. 22, 23).

Gail en su libro rastrea «el corazón» en la medicina y más allá, en la mitología, el arte, la cultura, es decir, en la condición humana, y lo hace de un modo evocador, narrativo, incluyendo en el asunto la historia universal, la religión y la psicología, pero haciendo hincapié en la parte más humana y viva, incluye además anécdotas aquí y allá de su vida personal que son inolvidables, cuentos increíbles que no se pueden diluir en la memoria por la profunda impresión benéfica que tiene sobre el alma, establece pues con el lector una larga conversación con un café o unas bebidas, charlando sobre libros, amantes, mística, animales, jardines… toda clase de historias curiosas y raras que tienen que ver con ese órgano sobre el cual se han expresado con vehemencia san Francisco, el salmista, Moises, san Agustín, Inana, el rey Lear o Cordelia de Shakespeare, el Hombre de Hojalata, Kierkegaard… monta pues como ella dice una escuela del corazón (íd. 24/27).

Gail Godwin. El Corazón. Espasa e Forum. 2004. Páginas 359.

Bs. 15 en Librería Europa, C.C. Costa Verde, Avenida Bella Vista, Maracaibo.
 

El cerebro de Broca

19:34 Posted by Perro Senil.

No es difícil imaginar al astrofísico Carl Sagan en los depósitos del Museo del Hombre en París rodeado por un increíble sinnúmero de cerebros muy cercanos al del ser humano o profundamente significativos para el hombre y, teniendo entre sus manos y bajo su perspicaz mirada un frasco donde reposa el cerebro de Broca.

Carl Sagán científico y escritor laureado.

Paul Broca fue un científico con las cualidades que admira el astrofísico Carl Sagan, es decir, un pensador que juzgaba incomodísimo, primero, la intromisión de la Iglesia católica en el trabajo de los intelectuales y, segundo, que menospreciaba a aquella ciencia que no valoraba el impacto que podía tener el trabajo científico en la erradicación de la miseria. Broca fue un hombre brillante y apasionado, y con una ferviente dedicación al tratamiento de las clases sociales más míseras. Por esa vía, entre otras cosas, dedicó parte de su tiempo al estudio del problema de la mortalidad infantil. Broca en el año de 1884 fundó una sociedad de «librespensadores». Broca fue uno de los pocos científicos franceses de su época que mostraron adhesión a la tesis darwiniana. Y se atribuye a Broca la afirmación de que «prefiero ser un mono transformado que un hijo degenerado de Adán».
Paul Broca.

Como es obvio posiciones como éstas le fueron ganando una animadversión por parte de los poderes establecidos. Fue denunciado por «materialismo» y por corruptor de la juventud, como lo fuera siglos antes Sócrates. Broca tuvo enormes dificultades para crear en Francia una asociación dedicada al estudio de la antropología, las autoridades albergaban la creencia de que al profundizar el conocimiento de los seres humanos se iba a descubrir que la humanidad es innatamente subversiva y de allí que esa ciencia atentaba contra los intereses del Estado.

Broca obtuvo finalmente la autorización de realizar reuniones con dieciocho colegas para tratar sobre la antropología, pero con la advertencia de que se le responsabilizaría de ir contra la sociedad, la religión y el gobierno si el delegado que la policía nombrado para asistir a esos eventos se escandalizaba. La Sociedad de Antropología efectuó su primera asamblea en mayo de 1859, el mismo año en que se publicó El Origen de las Especies de Charles Darwin. En las reuniones sucesivas se trataron temas de arqueología, mitología, fisiología, anatomía, medicina, psicología, lingüística e historia. Sobra decir que el delegado de la policía se quedaba dormido.

La respuesta del clero en 1876 a esas actividades de ese grupo de científicos fue la de organizar una gran campaña contra las enseñanzas del Instituto de Antropología de París fundado por Broca. Broca falleció en 1880, estaba trabajando ya por varios años en un minucioso estudio de la anatomía cerebral. Broca fundó las primeras sociedades profesionales, escuelas de investigación y revistas científicas de la antropología francesa moderna. Y los especímenes de su laboratorio personal fueron la base para crear el Museo Broca después de su fallecimiento, objetos que luego pasaron al patrimonio del Museo del Hombre de París donde fue a dar también su cerebro.

Museo  del Hombre en París.

Broca fue un extraordinario anatomista cerebral y efectuó importantes investigaciones sobre la región límbica, zona que como sabemos hoy en día se halla estrechamente vinculada a las emociones humanas. Pero quizá su trabajo más celebrado sea el descubrimiento de una pequeña región en el lóbulo frontal izquierdo, el cual es responsable del control de la emisión articular del lenguaje, región bautizada como el área de Broca. Esa área cerebral se erige como la sede fundamental de la actividad humana, en otras palabras, el desarrollo de un lenguaje complejo que nos transforma en seres humanos dentro del reino animal tiene su base material en el área de Broca.


Ralph Holloway investigador de la Universidad de Columbia dedicado al estudio de la antropología física ha construido con goma látex la evolución histórica del cerebro. Holloway sostiene que para poder hablar de la existencia de una criatura humana es imprescindible la presencia en su cerebro de un área de Broca. Y es el mismo Holloway quien indica que esa área se esboza por primera vez en el cerebro del Homo habilis el cual estaba desplazándose sobre el planeta hace dos millones de años atrás, justo en el momento en que en que el hombre empieza a fabricar sus primeras herramientas y a construir otros objetos con los recursos de su entorno.

Homo hábilis.

La conclusión es obvia, la historia del hombre empieza con el área de Broca y, durante ese enorme período lo que éste desarrolla son precisamente sus capacidades «mentales», mediante la cualificación de las funciones cerebrales localizadas en zonas muy precisas como empezó a establecerlo este genio de la anatomía cerebral. Pensamiento y trabajo humano irán pues construyendo la esfera antropogénica o mundo humano. Historia sin duda alguna apasionante. No queda tampoco duda que aquella época fue grande, fue la época de Honoré Balzac, Víctor Hugo, Charles Darwin y Karl Marx entre otros, Broca es una estrella de gran magnitud entre estos gigantes del pensamiento. Y todos ellos hacen gala de ese producto que resulta la actividad mental: la inteligencia.

La primera persona que localizó desde la perspectiva neuroanatómica la inteligencia humana en la cabeza fue Herófilo de Calcedonia, medico perteneciente a la escuela de anatomía de la antigua Grecia por allá en el año 300 a.C. Herófilo por sus diferentes estudios del sistema nervioso y cerebral efectuó el trabajo más prestigioso y más completo de esa parte del cuerpo humano intentado antes del Renacimiento, época donde Leonardo y Vesalio llevaron a cabo sus históricas y célebres disecciones sistemáticas de seres humanos.

Herófilo de Calcedonia.

Carl Sagan a lo largo de este libro va a dar a conocer respuestas científicas a los grandes interrogantes sobre el universo, la vida y el hombre, pero también a desnudar a la seudociencia con sus supersticiones, sus engaños y sus peligros, colocando en ese mismo triste nivel a la religión organizada. Sagan con este nuevo libro de nuevo hace del escepticismo una actitud no sólo profesional sino liberadora, y mantiene una escritura amena, interesante, apasionante e impregnada de turbadores significados.

Para quienes estén interesados en conocer los orígenes de la conciencia, de la vida o de los cuerpos estelares, o saber más de la inteligencia, el cosmos o el destino último del universo, este libro de Carl Sagan le ampliará su horizonte cultural causándole un verdadero e intenso placer.

Carl Sagan. El cerebro de Broca. Crítica. Páginas 334. Bs. 12 en Librería Europa, C.C. Costa Verde, Avenida Bella Vista, Maracaibo. ESTA EN EL MESÓN DE OFERTAS.

También se recomienda:

Carl Sagan. La Diversidad de la Ciencia. Una visión personal de Dios. Planeta. Páginas 286. Bs. 18 en Librería Aeropuerto, C.C. delicias del Norte, Avenida Delicias, Maracaibo.

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El Capital: Trasfondo humano II

7:55 Posted by Perro Senil.

Marx el gótico

Karl con su Das Kapital se proponía resolver el enigma del Capital, y pretendía hacerlo, develando a las fuerzas históricas que lo mueven como un sistema. Tal tarea la esquematizó de un modo breve y preciso, que abruma por su sencillez, pretende lanzarse al abordaje de este sistema como una realidad que implica: el capital, la propiedad de la tierra, el trabajo asalariado, el Estado, el comercio internacional y el mercado mundial (íd. 44). Y este trabajo le demandó el abandono de la prosa convencional para adentrarse en el collage literario radical de la modernista avant lettre donde entra en conexión tanto con los espeluznantes relatos de Kafka como de los cuentos de hadas o bien con los informes reveladores de los inspectores de fábricas (Wheen, 2007: 15).

El hombre encerrado en sí mismo -por un individualismo liberal- ilustra lo que es el fenómeno de la alienación. La alienación es estudiada por Karl Marx y es representada en esta escultura de enorme poder expresivo.

Marx pretendía más que un tratado de economía una obra que conformase un todo artístico, fijándose para alcanzar ese objetivo en poetas y novelistas, quiénes según su opinión mantienen visiones acerca de la realidad que trascienden sus propios prejuicios, en este sentido, Das Kapital pasa a formar parte de un patrimonio espiritual (íd. 15, 16).

¿Por qué era necesario ir más allá de la filosofía y entrar en los terrenos de la poética? Porque Marx descubre que el Capital como sistema económico atomiza a la gente y la enajena del mundo que habita, y esto lo obtiene precisamente por el poder monstruoso que es capaz de desarrollar, el cual es de una magnitud tan colosal que "esclaviza" -seduce- al ser humano con su mundo de mercancías -que le separan del mundo real-, de allí que su proyecto contemplaba el estudio de la alienación como el resultado de esa dialéctica abominable que había liberado este insaciable sistema (íd. 19).

Marx asume el Capital como un poder al cual se puede representar hablando con voz propia con lo que dicen personajes estremecedores de Shakespeare como Shylock en el Mercader de Venecia o con las disquisiciones sobre el dinero de Sófocles en la antigua Grecia quien sostenía que éste destruía ciudades (íd. 21). O utilizando a los modernos ve erguirse al Capital frente al obrero como un Frankestein, uno de sus libros favoritos, relato donde el monstruo se rebela contra su creador, narración que emplea como símil para indicar como el trabajo del obrero da vida y poder al capital, el cual a continuación se le enfrentará como un ente hostil y ajeno dotado de autonomía propia (íd. 28).

El personaje Shylock fue creado por Shakespeare, Shylock "El Mercader" estremece al más insensible ser humano por su magistral representación de lo que son capaces las fuerzas desbocadas que se mueven en el mercado.

Sin detenerse por esa vía explicativa Marx recurre, para explicar la productividad capitalista, a personajes impresionante de la mitología hindú como Chaganat -Visnú/Krishna-, Dios a quien algunos de sus adoradores en un momento de alto misticismo y devoción, el día de su procesión, se arrojan bajo las ruedas del carromato que lleva a su imagen convencidos de que alcanzarán con esa dedicación la felicidad eterna. Marx dice, sobre este asunto, que el trabajo capitalista hace del trabajador un hombre parcial, lo envilece al convertirlo en un adminículo de la máquina y lo aniquila al enajenarlo al proceso de trabajo, convirtiendo el tiempo de su vida en tiempo de trabajo donde su familia es arrojada bajo las ruedas del carromato de Chaganat, es decir, del capital (íd. 28).

La diosa Krishna posee un poder seductor de tal magnitud que sus adoradores se entregan a ella por entero, sustrayéndose del afecto hasta de sus propias familias.

Por esa vía Karl Marx descubre otro problema, el capital arroja a los seres humanos fuera del sistema, porque el capitalista no sólo descubre que hay una mercancía especialmente valiosa que es la fuerza de trabajo que dispone un obrero, razón por la cual los empresarios buscan dotarse de esa mercancía que genera riqueza, sino que descubre también que invirtiendo dinero en mejorar la maquinaria puede hacer más productiva a la fuerza de trabajo resultando de este modo este proceso económico en un abaratamiento del precio de esa mercancía lo que incrementa su riqueza de un modo notable. Capital y salario se enfrentan, uno bajo la forma de máquina y otro bajo la forma de mercancía, el primero crece, el segundo se achica, porque las máquinas se unen (íd 70, 71):

En el lugar de la máquina aislada aparece aquí un monstruo cuyo cuerpo toma la forma de un edificio fabril, cuya fuerza demoníaca con el movimiento de sus gigantescos miembros estalla en loca danza para sus innumerables órganos de trabajo que, prescinden de un volumen cada vez mayor de fuerza de trabajo, el capital pues ha cobrado vida propia y se yergue ante el trabajador como un monstruo incontrolable.

Siendo esta la verdadera perspectiva del problema del capital como modo de producción, entonces, mientras más crece la esfera del capital más rezagada va quedando la esfera del trabajo y la situación del trabajador tiende a empeorar, no importa si su pago sea bajo o alto, si adquiere bienes de consumo en mayor o menor proporción, porque más allá de la vertiente material ocurre la destrucción del espíritu humano porque el trabajador queda más sujeto al capital más firmemente de lo que encadenaron a Prometeo a la roca los clavos de Hefesto, la esclavitud de todos se convierte en la condición necesaria para la liberación del trabajo de unos pocos, tal es la misería y la riqueza que crea el sistema del capital (íd. 76, 77).

Prometeo encadenado a la roca de Hefestos, para que el buitre pueda devorar sus entrañas durante el día, pues en la noche se regeneran y debe retornar con el amanecer de nuevo a su sacrificio.

Dice Wheen que el libro de Karl Marx está pensado desde el principio como un descenso a los infiernos, es decir, Marx al igual que el Dante se deja guiar por Virgilio, para ir desde la esfera ruidosa instalada en la superficie y accesible a todas las miradas, para entrar hasta el oculto lugar de la producción en cuyo umbral se puede leer: «Prohibida la entrada, excepto por negocios» (íd. 91), mayor ironía no es posible sobre este sistema y, sólo mediante la Divina Comedia es posible entenderla en todo su significado. Porque en la obra del Dante Alighieri el cartel rezaba: “Abandonad toda esperanza aquellos que entráis aquí “, porque aquel lugar estaba reservado para aquellas almas condenada a pasar allí toda la eternidad por los pecados capitales que cometieron los seres humanos, que las poseían, cuando estaban vivos sobre la tierra y Marx lo cambia por un prohibida la entrada para todos, menos para los capitalistas.

El Dante -en su obra magna La Divina Comedia- guiado por Virgilio baja por la espiral del infierno, lugar donde presencia como los hombres se lastiman los unos a los otros en un mundo donde se compite por ser el más malo para alcanzar el éxito. Quienes están más al fondo del Averno están más cerca del trono del hermoso Ángel caido Mefistófeles.

Y no es esa la única sátira de la cual hace gala Karl Marx, Wheen consigue otras en el transcurso del desarrollo de su obra y, señala siguiendo al profesor S. Prawer, que las referencias literarias sólo en el volumen I de El Capital incluía citas de la Biblia, Shakespeare, Goethe, Milton, Voltaire, Homero, Balzac, Dante, Schiller, Sófocles, Platón, Tucídides, Jenofonte, Defoe, Cervantes, Dryden, Heine, Virgilio, Juvenal, Horacio, Tomás Moro y Samuel Butler, así como alusiones a cuentos de terror, libros de coplas, novelas románticas, baladas, canciones y poemas, melodramas y farsas, leyendas y proverbios (íd. 94).

La lectura de La Biblia permitió a Karl Marx adquirir una comprensión de la conducta del Capital.

En el capítulo dedicado a la jornada de trabajo, el estilo es el propio a la novela gótica «El capital es trabajo muerto que sólo se reanima vampirescamente, chupando trabajo vivo, y que vive tanto más chupa, no le suelta mientras aún haya por explotar un músculo, un tendón, una gota de sangre»(íd. 69). El Capital se puede leer como una larga novela gótica cuyos personajes están esclavizados y son consumidos como carne humana por la antropofagia del capital, porque como dice Marx «El capital nace goteando sangre y porquería de pies a cabeza, por todos los poros» (íd. 95).


Edgar Allan Poe (1809 - 1849) un gran escritor del género del horror renovó el relato gótico en el cual son célebres sus cuentos de terror.

Cuenta Wheen, que las ambiciones iniciales de Karl Marx fueron literarias. Mientras estudiaba derecho en la Universidad de Berlín, escribió un poemario, un drama en verso e incluso una novela (íd. 21). De allí que no extraña que un genio como éste concibiese a la factura de aquellos seis volúmenes de El Capital, su opus magnum, como una gran metáfora literaria.

Wheen señala que la función de la metáfora consiste en hacernos contemplar algo nuevo transfiriendo sus cualidades a algo distinto, convirtiendo lo familiar en lo extraño, o viceversa. Y citando Francis Wheen al filósofo venezolano Ludovico Silva señala que, el capitalismo es en sí mismo una metáfora, un proceso alienante que desplaza la vida del sujeto al objeto, de lo humano a lo monstruoso. Visto así -agrega Wheen-, el estilo literario adoptado por Marx en El Capital es el único lenguaje apropiado mediante el cual expresar «la naturaleza ilusoria de las cosas», una empresa ontológica que no puede ser confinada dentro de los límites de la economía política, la antropología o la historia. Concluyendo Wheen, que en definitiva El Capital es una obra por completo sui generis. No ha existido pues, nada remotamente parecido antes o después de ella, lo que explica por qué ha caído en el olvido (la tragedia Freenhofer) o ha sido malinterpretada (íd. 102). Tenía, entonces, razón de ponerse exultante Marx cuando le indicaba a Engels que este trabajo era una obra artística y hablar a su amigo e interlocutor con estupefacción sobre la «deliciosa ironía» contenida en el relato de Honoré Balzac titulado La Obra Maestra Desconocida.

Para Incomodísimo.com no queda duda que El Capital tiene otra lectura, es decir, es más que una obra de economía o de historia o una obra de antropología, es en su dimensión como opus magnum una obra de arte.


Filósofo venezolano Ludovico Silva.

Francis Wheen. La Historia de El Capital de Karl Marx. DEBATE. 2007. Páginas 157.

Resumido, comentado y hermosamente ilustrado por su Blog Incomodísimo en 2 páginas.

Se obtuvo en la Librería Europa por Bs. 14 en el C.C. Costa Verde o se consigue también en el C.C. Lago Mall en Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela.

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El Capital: Trasfondo humano I

6:44 Posted by Perro Senil.

La historia protagonizada por los que han pensado

Francis Wheen es conocido por ser autor de una biografía de Karl Marx que ha alcanzado un gran prestigio, así como también por ser el escritor de otros libros que han sido acogidos con beneplácito por los críticos y lectores. En el 2003 recibió como reconocimiento de la calidad de su labor el Premio Orwell reservado a libros que cambiaron el mundo. Con esta nueva publicación, La Historia de El Capital de Karl Marx, Francis Wheen entrega un estudio que rebasa toda expectativa, en él sorprende al lector no sólo por las circunstancias en las cuales esa obra fue elaborada, que son de por sí muy interesantes, sino además porque revela que, en ese trabajo Karl Marx recurre una y otra vez a la creación literaria de todos los tiempos, para hacer inteligible en su verdadera magnitud la compleja realidad que intenta explicar.

Francis Wheen el biógrafo más importante de Karl Marx.

Wheen introduce al lector en ese aspecto de El Capital -el literario- narrando (Wheen, 2007: 11/17) cómo este intelectual prusiano, Karl Marx, se puso en contacto en febrero de 1867 con Federico Engels para que leyese una obra de Honoré Balzac, La Obra Maestra Desconocida, porque ésta le había producido una honda impresión por su “deliciosa ironía”. Y en efecto lo era, porque el protagonista de esa novela de Honoré Balzac, un tal Freenhofer -quien era un pintor-, quería hacer un cuadro donde quedara representada la realidad con tal perfección que marcaría con su hito una revolución en la historia del arte, de allí que invierte lo mejor de su vida en él, hecho curioso, porque era más o menos lo que Karl Marx se proponía también alcanzar. Para ese entonces -febrero de 1867- Marx se estaba preparando para enviar a la imprenta El Capital, una obra que había empezado a escribir por allá en 1844, es decir, su obra maestra, donde se propuso retratar al colosal sistema capitalista que había emergido y, sobre el cual pretendía plasmar cómo se desarrollaba, la magnitud que había alcanzado y por qué tenía, pese a su formidable vigor, una existencia histórica, es decir, porque estaba condenado a una existencia temporal en nuestras sociedades para luego desaparecer.
Portada del libro de Francis Wheen que se está resumiendo y comentando.

Marx veía pues, en Freenhofer su propia expectativa vital, así como el mismo Honoré Balzac lo presentía de su propio trabajo. Es decir, estos dos gigantes veían cernida sobre sí mismos la gigantesca y amenazante sombra de que les sucediera lo que le pasó a Frenhofer con su gran proyecto.

Al pintor del relato de Balzac, Freenhofer, con el cual Marx y Balzac se vieron identificados, en efecto dedicó diez largos años de su vida a ese cuadro y, cuando creyó que lo había concluido, convocó a dos artistas que gozaban de su aprecio para mostrarles el resultado, constatando con horror que ellos no sólo no veían allí representada la realidad de su tiempo, sino algo más sobrecogedor aún, ellos sintieron que allí simple y llanamente no había ¡Nada!

Karl Marx y Federico Engels dos pensadores que provocaron y provocan hasta el día de hoy profundas discrepancias entre los intelectuales.

Por la cabeza de Marx debió pasar fugazmente el mismo horror que sintió Freenhofer, pero no en el sentido de que no se entendiese su obra como estudio económico, cosa que se alcanzó sin mayores dificultades por quienes se dedicaron a estudiarla, sino lo que debió temer es algo que produce pánico, esto es, que no se entendiese el Das Kapital en su verdadera y profunda hechura crítica, es decir, como una realidad que implica más que lo económico lo profundamente humano, de allí que para la realización de esta obra emplease el mundo de la mitología y de literatura para alcanzar la hondura que demandaba el fenómeno estudiado, para ser entendido en su verdadera importancia y abisal sentido.

En lo que corresponde a Honoré Balzac, este se había propuesto escribir la Comedia Humana, proyecto este gigantesco que, sería llevado a cabo mediante una serie de novelas que se entretejían entre sí, para llegar a describir con perfección entre todas a la sociedad francesa dentro de un período histórico que desembocaba en sus días. Balzac sin duda, temía que su Comedia humana no fuese terminada, pero también debió sentir terror de que no fuese comprendida, es decir, que su opus magnum -obra maestra- no llevase a sus lectores a penetrar, escrutar y descifrar la condición humana que era en realidad el trasfondo de todo su afán. Su opus magnum consistía en un total de 137 novelas, de las cuales cincuenta quedaron sin terminar, porque la salud de Honoré Balzac se resintió de un modo notable y falleció a sus cincuenta años de edad, le sucede lo mismo que le sucedió a Karl Marx, quien previó seis volúmenes para su opus magnum y sólo entregó uno a la imprenta después de veinte años de gigantesca labor. De no haber sido por Federico Engels y Karl Kautsky aquella gigantesca obra se hubiese perdido (íd. 54).

Los que quieren impedir a los hombres pensar intentaron descalificar a Kautsky con el epíteto de "El renegado".

La tragedia de Freenhofer sobrevuela pues sobre estos dos grandes pensadores -Marx y Balzac-, puesto que sobre el trabajo de ellos estuvo el temor no poder concluir su opus magnum -gran obra u obra maestra- o de que una vez terminada esta no fuese comprendida en su verdadera profundidad. Freenhofer ante el letal juicio que emitieron Poussin y Porbus, sus dos amigos, desesperado quemó toda su obra anterior, luego destruyó aquel cuadro sobre el que invirtió diez años de su vida como artista y, finalmente ya enajenado se suicidó.

Victor Hugo autor de Los Miserables publicó otras hermosas y grandes obras que legó para la literatura universal.

Ni Marx ni Balzac se suicidan, ni desaparecen, porque lo que legaron tuvo sucesores eminentes que han avanzado siguiendo ese propósito de descifrar o bien la condición humana o bien al Capital. Se sabe que Balzac el día de su muerte tuvo la dicha de haber recibido la visita Victor Hugo, quien era otro gigante de aquella época de revoluciones. El autor de Los Miserables en el panegírico dedicado a su amigo Honoré Balzac dijo

"A partir de ahora los ojos de los hombres se volverán a mirar los rostros, no de aquellos que han detentado el poder, sino de aquellos que han pensado”.

Tuvo razón Victor Hugo, los hombres de poder pasan, los pensadores, por lo contrario, permanecen inspirando la aventura del intelecto que no tiene límites.

Estatua realizada por Auguste Rodín al Gran Honoré Balzac.
Esta obra de Rodín revolucionó el campo del arte.
Francis Wheen. La Historia de El Capital de Karl Marx. DEBATE. 2007. Páginas 157. Reducido a dos (2) páginas por su Blog Incomodísimo.
Adquirido en Librería Europa, C.C. Costa Verde, Avenida Bella Vista, Maracaibo, Bs. 15.
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Abarrotados II: El despegue iluso

23:12 Posted by Perro Senil.

Un modelo de despegue discutible

En “Economía para un planeta abarrotado” Jeffrey Sachs, considerado por el The New York Times como unos de los economistas más importantes del mundo, plantea asuntos que causan una perturbadora preocupación, dice:

Haber multiplicado por diez la población humana desde 1750 (Ver Nota N° 1) y haber soportado un crecimiento similar de la producción por persona en el planeta significa que el nivel de actividad económica de la sociedad humana tal vez sea un centenar de veces superior al que era al comienzo de la era industrial (ídem).
Las densidades de población muy productiva sobreexplotan la tierra.

Indicando este interesante libro que ese incremento producido por la actividad humana en el planeta para satisfacer sus necesidades se impone con tal fuerza sobre los procesos físicos de la Tierra que sus sistemas empiezan a tambalear y alterar de una forma inesperada y claramente adversa para nuestra existencia (ídem).

Una vez elaborada esa idea general mediante la cual lanza su alarma, Sachs cita al premio Nobel de química Paul Crutzen, pues fue Crutzen quien apodó a este tiempo que estamos transitando como «el Antropoceno», es decir, una era que está dominada por el ser humano (Era de los Diez Jinetes del Apocalipsis, es decir, las diez potencias), responsable en razón de esa circunstancia del actual desbaratamiento de todos los sistemas fundamentales para el sostenimiento de la vida (ídem).

Paul Crutzen.

El otro investigador que Sachs destaca es al ecólogo Peter Vitousek quien con su grupo de trabajo indican la situación extrema en la que se ha incurrido. Señala ese grupo que los seres humanos dominan, hoy día, los sistemas naturales, para apropiarse de los recursos de los ecosistemas, y deja que el resto de las especies se las arreglen con una plataforma de supervivencia cada vez más angosta (ídem).

Peter Vitousek.

Una vez expuesto estos hechos puntuales, Jeffrey Sachs en este libro entra en materia para señalar la magnitud de los problemas y las soluciones que se deben asumir para resolver esa extralimitación en la cual el capital ha incurrido en su desarrollo histórico, en este sentido, aborda en estas páginas la sostenibilidad medioambiental, el reto demográfico, la prosperidad para todos y lo que el enuncia como la resolución global de problemas (íd. 9 y 10).

En “Prosperidad para todos” -capítulo de su libro-, este economista propone un modelo para alcanzar el desarrollo global, lo hace en un subcapítulo que intitula como “Ascender por la escalera del desarrollo” (íd. 282/286), en opinión de Incomodísimo esta sección es el núcleo duro para un debate entre historiadores y economistas.

En lo que respecta a la posición de este Blog sobre “Ascender por la escalera del desarrollo”, lo que allí plantea Jeffrey Sachs como un modelo de despegue sólo es una quimera teórica que, aún cuando tiene la fuerza de convicción que da la sencillez de la exposición, la claridad de los argumentos y el brillo como visión de futuro, es sin embargo discutible y digna de un debate de altura entre confrontantes serios, éticos y responsables. No obstante este disenso, el Blog Incomodísimo recomienda este trabajo con entusiasmo, puesto que está escrito no sólo con una rigurosa sistematización y una racionalidad digna de todo respeto, sino también, Sachs produjo este libro con un profundo sentido de la necesidad que tiene este planeta y su humanidad de hacer un esfuerzo de la más exquisita racionalidad por parte de quienes nos sustentamos con sus valiosos recursos vivos o inertes, porque los primeros están dejando de ser renovables para transformarse en recursos agónicos y los segundos están entrando en su cénit de producción.

NOTAS:

1) Año 1: 230 millones de habitantes, año 1830: 1000 millones de habitantes, año 2005: 6500 millones de habitantes (íd. 91).

Nota IMPORTANTE: Las líneas resaltadas con color son un resumen del texto. 

Jeffrey Sachs. Economía para un planeta abarrotado. DEBATE. Edición 2008. 527 páginas.

ADQUIRIDO EN LA LIBRERÍA EUROPA, C.C. Costa Verde, Ave. Bella Vista, Maracaibo por Bs. 14

De este autor Incomodísimo recomienda también: El fin de la pobreza. Ediciones: DeBOLSILLO. 2007. Páginas 552. Donde este autor presenta sus experiencias personales, de indiscutible valor, a nivel internacional de su lucha personal contra el flagelo de la pobreza.

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Abarrotados I: La ruptura maldita

15:11 Posted by Perro Senil.

El milagro para unos es la maldición para otros

Jeffrey Sachs lleva al lector por los derroteros de un progreso que consterna por sus resultados paradójicos. Sachs es un economista interesado en el tema de la pobreza, y muestra en su nuevo libro titulado “Economía para un planeta abarrotado” como la historia devino, debido a las nuevas tecnologías, en una era del Antropoceno, es decir, un período en el que la actividad humana se convirtió en la guía principal del entorno natural (Sachs, 2008: 96).

Jeffrey Sachs ha recorrido el mundo entero estudiando la pobreza.

La Era del Antropoceno se empezó a perfilar, según Sachs, a partir del año 1800 cuando el ser humano de un pequeño rincón del mundo -Europa- da inicio a utilizar una energía oculta que le va a permitir superar los límites que le restringían a adaptarse sólo a los recursos locales, es decir, los propios, y poder ahora con ese poder acceder a los recursos que poseían otras sociedades (íd. 96, 97).

Dice Sachs que las tecnologías que permitieron transformar todas y cada una de las dimensiones de la vida de los europeos, son aquellas que utilizaron la energía acumulada en el carbón, el petróleo y el gas natural, y que el invento que fue su punto de partida para ese aprovechamiento fue la máquina de vapor –alimentada con carbón-. Desatándose con el empleo de esa energía oculta en el carbón un desarrollo que, revolucionó la producción de manufacturas, la producción de máquinas y la generación de un servicio de transporte de alcance mundial a costes cada vez más reducidos (ídem).

Enormes transportes cargueros para un planeta con una economía abarrotada.

 Ese progreso entrañó erradicar la escasez en Europa y crear allí un mundo abarrotado, el cual en nuestros días con el uso del petróleo y el gas se extendió a unas diez potencias que en el planeta están atestados o atiborrados de mercancías, servicios y bienes a un extremo, que demanda cambios importantes y cruciales que pueden dar como resultado una transformación del sistema económico que los sustenta.

Lo que interesa destacar sobre este asunto que plantea Sachs, autor de varios libros de gran aceptación en el mercado librero, es que el sistema superó unos límites, los propios, y se lanzó sobre los recursos de los demás y, quienes hicieron esto es porque la geografía se puso al alcance de sus manos porque cuentan con transportes avanzados movidos por esas energías ocultas en el petróleo, pudiendo, entre otras cosas, trasladar alimentos a distancias larguísimas desde los países desnutridos a los países sobrealimentados (íd. 97), ya que logran bajísimos costes, colosales ganancias y, pueden como un milagro hacer este operativo sin que los alimentos o flores o especias pierdan su frescura, hecho que como es obvio abarrotó los supermercados de alimentos de los países de tecnologías avanzadas con productos exóticos que no se producen en su medio ambiente local.

Pero tan gigantesca demanda de alimentos por parte de los pueblos acaudalados se convirtió en una exigencia para las tierras de cultivo del planeta que estas no podían satisfacer, debido a que los nutrientes de los suelos son limitados, límite éste que también fue superado mediante el desarrollo de las fuerzas productivas, es decir, utilizando la producción de fertilizantes artificiales, lo que dio lugar a una industria de carácter global y a grandes extensiones de tierras dedicadas al cultivo o la cría para la exportación (íd. 98). El proceso pues, que permitió rebasar este obstáculo, es conocido como el Harber-Bosch, y consiste en la transformación del gas natural en urea -otra energía oculta-, responsable del 80 por ciento del incremento de la producción de cereales en el siglo XX (ídem). Es decir, la ciencia de las grandes potencias consigue una salida para sobreexplotar las tierras de todos los continentes para satisfacer su demanda sobredimensionada de alimentos, flores y especias.

¿Podrá sobrevivir el planeta a este tipo de progreso irrefrenable? 

Mientras ocurrían estas cosas extraordinarias, la población humana se multiplicó por cuatro en el siglo XX, pasando de 1500 millones de habitantes a 6000 millones, además, la productividad industrial de manufacturas y producción de máquinas alcanzó cotas inimaginables (íd. 99). Estos logros si bien constituye sonados éxitos, también llevan a afrontar riesgos masivos, porque mientras más se dedica a cultivar alimentos para la exportación, más bocas hay que exigen comida en esos países exportadores, siendo obvió cuál va a ser el resultado de ese proceso perverso. Y por otra parte, como señala Sachs, al aumentar la productividad industrial y el uso de productos químicos en la agricultura y en tal magnitud, la amenaza es que se esté expulsando literalmente a la vida de la tierra, de los mares y de la atmósfera y, además, perturbando seriamente los sistemas climáticos (íd. 100). En síntesis, tan extraordinarios avances han superado los límites de la cordura, y lo han hecho y lo están haciendo para abarrotar a unas poblaciones privilegiadas (las diez potencias), poniendo con ese desmedido proceder en alto riesgo a la humanidad y en alerta roja al planeta.

¿Se está desbordando las especie humana?  

Dice este autor, que es tan novedoso todo lo que se está presentando con ese franqueo de «los límites» que ha ocurrido en tan corto tiempo que, a la sociedad global le ha cogido demasiado desprevenida como para determinar cuál ha de ser su respuesta (íd. 101). Porque lo que constituye un milagro para las diez potencias más grandes del mundo es una maldición para una multitud planetaria abrumadora. Siendo este el problema crucial a comienzos del siglo XXI, resulta claro que es necesario diseñar una economía que dé respuestas éticas y contundentes a este planeta abarrotado. Tarea que Sachs emprende con este ensayo, en el que emplea una cantidad impresionante de gráficos, cuadros, ilustraciones e informaciones estadísticas acompañadas de sus respectivas interpretaciones y argumentos, y haciendo gala de una racionalidad que, aunque pueda ser o no compartida, resulta en su conjunto un excelente punto de partida para debates muy provechosos, intensos y profundos sobre esta problemática.


Jeffrey Sachs. Economía para un planeta abarrotado. DEBATE. Páginas: 527. Bs. 14 en la Librería Europa,  C.C. Costa Verde, Avenida Bella Vista, Maracaibo.

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Jobra: Un espacio económico

7:28 Posted by Perro Senil.

Muhammad Yunus nos vuelve a impresionar con su portentosa imaginación en el campo de la economía práctica, en esta oportunidad nos presenta el viaje de experiencias que ha emprendido desde el terreno de los sueños hasta el jardín de las realidades. Esto lo hace en un libro que con su título se queda corto -“Empresas para todos”-, porque con éste enunciado no llega a plasmar la belleza del exótico camino que está transitando. Esta nueva publicación estremece, porque nos hace reflexionar sobre la pobreza académica de los programas universitarios que, hoy en día, se emplean para formar profesionales en el campo del conocimiento de la ciencia económica en nuestra nación.

Muhammad Yunus.

Entremos en materia, Yunus ve en las dos terceras partes de la población mundial más pobre (Yunus, 2010: xiv) un mundo de oportunidades inagotables, piensa que allí se puede crear una estructura empresarial de gran envergadura, con la cual se podría transformar esa pesadilla horrorosa de miseria en un paraíso de dignidad humana. Dice Yunus que estos seres humanos nacen completamente equipados para cuidarse a sí mismos y para contribuir al bienestar del mundo, pero que sólo algunos tienen la oportunidad de descubrir los maravillosos dones con que nacieron, y agrega el autor, que mueren con esos dones inexplorados, y el mundo sigue privado de su contribución (íd. xv). Yunus ve en este sector de la humanidad un terreno de cultivo ideal para fundar lo que él denomina como empresas sociales, las que no sólo beneficiarán a los pobres sino a toda la humanidad (íd. xxvi).

Para que este programa, favorable al mundo de la pobreza, funcione, hay que concentrarse en los más miserables. De allí que en una primera capa de solidaridad Yunus a través un banco popular presta asistencia financiera a los mendigos, quienes entran en el negocio de vender cosas puerta a puerta mientras piden limosna. Comenta Yunus que a los mendigos les gusta la idea de las ventas más que la de depender de la caridad y, es tal su aceptación de este programa que ya hay más de 100.000 financiados. Donde tras cancelar sus préstamos consiguen ser calificados como clientes solventes en sus pagos, registrándose entre ellos ya 18.000 que han dejado de vivir de la limosna y mantienen una fluida relación con su banco (íd. xii y xiii).


En una segunda capa de solidaridad, el banco financia mediante microcréditos a las mujeres, uno de los sectores más discriminados y explotados de la sociedad, pero en la que Yunus encuentra que tienen el talento y la destreza para ganar ingresos por su cuenta por encima del promedio, llegando ellas a aportar más beneficios a sus familias que los varones y, observándose que los niños resultaban con ese programa los primeros en beneficiarse. Dice Yunus: Nos dimos cuenta que prestar a las mujeres era una poderosa manera de combatir la pobreza de toda la sociedad (íd. xii).


Quienes reciben préstamos no solo tienen la obligación de cancelar una parte del préstamo cada semana sino que, además, deben ingresar algo para ahorro. Esa política ha permitido al banco popular crear un fondo donde la mitad de los depósitos provienen de los mismos prestatarios y donde el saldo de ahorros es ya de más de 500 millones de dólares. Lo cual hace del banco una institución independiente (íd. xiii). Por otra parte, los prestatarios son accionistas del banco, lo cual les otorga el derecho de elegir la mayoría de los miembros de la junta directiva de la institución. Como es obvio suponer, esto coloca a los pobres en el nivel de la toma de decisiones que tienden bajo su participación activa a romper con la esclavitud de la miseria, puesto que pueden decidir -entre otras cosas- sobre el destino de préstamos, los cuales están por la cifra de más de 100 millones de dólares mensuales (íd. xii)

El banco, por otra parte, estimula a los hijos de sus prestatarios a ir a la escuela, ofreciéndoles préstamos educativos, lo que ha permitido que más de 50.000 ya estén cursando la carrera de medicina o ingeniería. Por supuesto, incitan a estos jóvenes a no entrar jamás en el mercado de trabajo como empleados, aleccionándolos a crear sus propias empresas, para que así creen empleos y, señalándoles a esos jóvenes que, sus madres que son la dueñas del banco les financiaran su proyecto del negocio que quieran montar (íd. xiii).

Una vez graduados estos médicos, por ejemplo, pueden incorporarse a un programa que el banco financia, en el cual pueden instalar, entre otras empresas, centros de diagnóstico y tratamiento ubicados en las áreas más pobres y con costos que los más pobres pueden cubrir, o establecer escuelas para entrenar como enfermeras a las hijas de los prestatarios del banco de los pobres o instalar seguros de salud, etc. (íd. xxiv).

Esa labor en pro de la salud ha llevado al banco ha conectarse, además, con los problemas de la desnutrición, dándose el caso de establecer alianzas estratégicas con grandes empresas dedicadas a producir alimentos, a quienes se les ha indicado la necesidad de crear productos destinados a estas zonas donde la desnutrición infantil asola a la población. Porque la nutrición deficiente, genera taras de desarrollo del infante, debido a la carencia de micro oligoelementos esenciales para el buen funcionamiento del organismo humano necesarios para formar un niño sano y activo. De tal modo que crean empresas de riesgo compartido destinadas a elaborar y distribuir esos productos en las áreas donde está presente el desafío de combatir las secuelas de la pobreza (íd. xxi).

Oligoelementos, clave de la salud infantil.

El reto que confrontan los involucrados en estos programas es la de crear empresas sociales, pero para proceder a esa labor deben asumir unos principios básicos, como son: 1. las organizaciones empresariales que se crean deben ser sostenibles, es decir, los propietarios sólo deben recuperar lo que invirtieron, porque los dividendos o superávit se deben emplear para cubrir: a) los costos (salarios, gastos de mantenimiento, adquisición de insumos, etc.), b) la ampliación de la empresa y c) los imprevistos. 2. La empresa está dedicada enteramente a alcanzar un objetivo social, es decir, su propósito es poner fin a un problema social, la utilidad que se obtiene, en este sentido, debe convertirse en bienestar de los usuarios o consumidores que, son los únicos beneficiarios de esa actividad económica. La idea central es pues, la de que la empresa esté dedicada a una causa social y allí no cabe la ganancia personal (íd. xix y xx). O el éxito de la compañía se juzga no por la obtención de ganancias personales o utilidades para los socios sino por la ruptura del ciclo de la pobreza que se alcanza, por ejemplo, el número de niños que se arrebatan a la malnutrición cada año (íd. xxi y xxii).

La hazaña de esta experiencia económica y espiritual es que tales resultados se están obteniendo en uno de los países más pobres del planeta, Bangladesh, nación no sólo azotada por la miseria, la cual implica, hambre, falta de un hogar, enfermedades, contaminación, ignorancia, sino además vapuleada por los elementos naturales como la combinación de inundaciones, sequía y huracanes que crean situaciones desesperadas (íd. ix). Pero allí no se agota su éxito glamoroso, este banco ha asumido la tarea de crear empresas sociales en Nueva York y en otras ciudades estadounidenses, donde suministra a algunos de los 40 millones de pobres de la nación más prepotente del mundo, préstamos sin garantía por unos 1500 dólares promedio, para que empiecen modestos negocios, con los cuales tener acceso a la dignidad de ganarse la vida de un modo humano (íd. xiiii y xiv).

Sirva de epílogo el siguiente hecho -el cual nos explica la razón del título de este artículo-: Esta idea que crece y crece de empresas para todos tuvo su origen en una atribulada aldea que este economista visitó y, donde consiguió algo que lo abrumó. Encontró allí una mujer a quien un comerciante le había prestado 7 centavos de dólar para que comprara bambú, con el cual ella construía unos taburetes. La tasa de interés que el prestamista le cobraba era del 10% semanal y, además de esa exacción abusadora, la prestataria debía entregar lo que fabricara con el bambú al comerciante por el precio que este le fijase. Para Yunus esto era sencillamente un cuadro de esclavitud, pues no importaba que tan duro trabajara, porque no podría esta mujer escapar de ese sometimiento infame y su subsecuente miseria. Este catedrático universitario que trabajaba en la Universidad cercana a esta aldea, Jobra, hizo entonces un censo de prestatarios y consiguió cuarenta y dos seres humanos, los cuales como ya sabemos estaban reducidos a la férrea voluntad de este comerciante prestamista enfrascado en su afán egoísta de obtener ganancias personales. En consecuencia, Yunus sumó lo que le adeudaban y obtuvo un total risible para un profesor universitario, pues sólo llegaba a 27 dólares. Yunus procedió a cancelar, de su propio bolsillo, la deuda, para liberarlos de aquel mezquino personaje. Y no sólo recuperó sus 27 dólares de esos seres humanos nobles, sino que con ese pequeño círculo de pobres iniciales creó el Grameen Bank. Jobra pues, es una metáfora mediante la cual se sugiere un espacio económico en el que es posible actuar con éxito, para la liberación de 4.700 millones de seres humanos sometidos a unas condiciones de esclavitud en este siglo XXI por la tiranía de un sistema mal diseñado.

4700 millones de esclavos sueñan con su liberación de un sistema mal diseñado.

Muhammad Yunus. Empresas para todos. Grupo Editorial Norma. Edición 2010. 213 páginas.