Incomodísimo.com El 19 de Abril de 1810 Parte III.

21:13 Posted by Perro Senil.

El 11 de agosto de 1810 se inició un bloqueo de las costas de Venezuela como una medida para mantener la autoridad imperial de España sobre estos territorios, puesto que la decisión de “una porción de ambiciosos oligarcas y de varios jóvenes díscolos” de crear un nuevo gobierno en esta Provincia no podía ser tolerado por la Corona, en especial, porque éstos golpistas “se apresuraron a buscar el reconocimiento diplomático enviando embajadores a los Estados Unidos e Inglaterra”. Ese bloqueo dará pie, como ya se pondrá de manifiesto, a hechos patéticos dignos de la pluma del Gabo.

¿Qué produjo el bloqueo marítimo de Venezuela? Lo produjo el paso histórico que dio Caracas el 19 de abril de 1810 (19-A), que para ese entonces fue muy temerario, puesto que “Inglaterra o Francia, principales potencias de la época, tenían explícitas aspiraciones sobre los territorios españoles en América.” El 19 de abril de 1810 fue algo así como quitar una cuña que impide el deslizamiento de unas placas tectónicas, acción peligrosa, porque podía producir una colisión de vastas proporciones. ¿Por qué hacemos semejante afirmación? Porque Inglaterra y España se habían coaligado contra Francia, pues, ésta última se expandía incontenible por toda Europa y, el 19-A podía, en consecuencia, llevar la guerra a un nuevo escenario: América, al cambiar la correlación de fuerzas entre aquellos contendientes.

Venezuela tenía su prolongada fachada colocada frente al Mar Caribe, donde todas las potencias Europeas tenían una importante presencia física y una actividad intensa. El 19-A pues, introducía una variante interesante en la disposición de las piezas en el tablero de ajedrez internacional, que si bien, por una parte, era el de la geografía europea, por la otra, pasaba debido a ese peculiar hecho a la geografía caribeña.

Ángel Lombardi II en su libro nos muestra cómo Londres, Cádiz, Curazao, Aruba, Trinidad, Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo y el resto de las Antillas se ven involucradas de un modo directo en este acontecimiento que tiene por escenario el Caribe, nos revela cómo los virreinatos de Nueva España (México) y el de la Nueva Granada quedaron convocados para intervenir en este nuevo terreno de la historia –terreno en el que no quedaba exenta la participación de Norteamérica-. Lombardi II muestra las complejidades de la situación que se extiende por todo el continente hasta La Plata o Santa Fe, nos dice cómo La Paz y Quito habían sido importantes precedentes históricos del 19-A, y lo más interesante, nos deja ver la hecatombe que se produce aquí en Tierra firme, cuando Coro aprovecha la coyuntura para recuperar la posición de predominio que había tenido, nos señala como Maracaibo pretende reivindicarse ante los atropellos de Caracas, nos indica cómo Guayana tiene la gran oportunidad de realizar la enorme potencialidad que viene desarrollando y, nos advierte con gran acierto, además, cómo el territorio andino venezolano y Barinas la llanera ven la preciosa oportunidad de liberarse de la tiranía de Maracaibo y, en consecuencia, se colocan al lado de Caracas para ganar autonomía, en pocas palabras, sale a la luz con su amplia y profunda observación de los acontecimientos la terrible confusión de intereses encontrados, donde las lealtades y fidelidades se confunden con las traiciones e intrigas y, donde cada quien sólo valora las ganancias y beneficios que pueden obtener en ese complejo contexto. En pocas palabras el 19-A se convierte con el trabajo de Lombardi en un hecho histórico y deja de ser la tonta historieta que veníamos leyendo todos los años los días de fechas patrias.

Pero lo que más nos impresiona de ese gran evento histórico -que Lombardi rescata para el análisis-, es el hecho de que el bloqueo del 11 de agosto de 1810 arma en este imponente Mar Caribe un increíble tablado teatral donde va a actuar un procónsul del imperio hispano, quien recibe en tan especial situación el pomposo título de Regio, y por sagrada misión la de coordinar la actividad imperial en el Caribe en contra de los conjurados del 19-A, objetivo en el que fracasa sin rubor ni palidez. Este Regio, para los efectos, fue investido con facultades ilimitadas, pero no así con recursos efectivos para realizar sus planes, los cuales brotaban profusamente de su rica imaginación ibérica.

Este patético monarca trasplantado al trópico tenía por nombre Cortabarría y su flamante trono lo instaló en Puerto Rico, punto geopolíticamente estratégico para dominar el área antillana y, que bien le vendría como nombre incómodo el de Ínsula de Barataria, reino –en consecuencia- digno de la pluma del Gabo para su inmortalización. La función de ese reino era la de aislar del Caribe, de América y de Europa a la Caracas del 19-A para debilitarla, invadirla y someterla, la cruda y patética realidad fue, por lo contrario, que ese monarcato al ser fundado –el de la Ínsula de Barataria americana- había nacido desde su mismo comienzo y así se conservó hasta el final de sus días, como un ducado sin súbditos y sin castillo y, en razón de esa tragicómica realidad todos sus planes sólo tuvieron existencia en la cabeza de su escudero Sancho Panza –el Regio Cortabarría-.


Lombardi II nos muestra a Puerto Rico enfrentado a Venezuela con motivo al 19-A de 1810

“Banderas del Rey” es una historia llena de hechos sorprendentes, es un libro díscolo que sabe y puede colocarnos en situación de indefensión en medio de un nutrido fuego cruzado.

NOTA: Incomodísimo.com advierte a sus blogueros que estas reseñas no se ajustan al milímetro a las obras que aquí presentamos a los lectocuriosos. Es indispensable pues, ir directamente al libro para obtener la visión precisa de sus importantes y galardonados autores.



1 comentarios:

Anónimo dijo...

Los Cortabarría abundan en estos días haciendo planes para desmantelar a los pueblos...

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