Incomodísimo.com El 19 de Abril de 1810 Parte I

10:49 Posted by Perro Senil.

En el libro “Banderas del Rey” se presenta al lector la “Guerra de insultos” que se desató con furia en España, el Caribe y Venezuela después del golpe de estado que ocurrió el 19 de abril de 1810 en Caracas. El autor de esta obra, Ángel Lombardi II, muestra en este extraordinario trabajo numerosos documentos históricos inéditos donde esa guerra degradante queda en evidencia, de esos manuscritos históricos vamos a extraer con pinzas los pródigos insultos que se lanzaron, en aquel entonces, contra quienes promovieron esos sucesos en la capital de Venezuela.



Libro de Ángel Lombardi II: Banderas del Rey.

Bajo las banderas del Rey los hechos del 19 de abril de 1810 en la Provincia de Venezuela fueron calificados de abominación, de ese modo esa fecha entra en la crónica del Imperio español como un “día funesto en que un puñado de hombres sin talentos, sin virtudes y sin opinión usurparon el nombre y los derechos del Pueblo”. En vista de este estrafalario fallo, había pues que descalificarlos para la vida pública y, por todos los medios la diatriba tomó cauces con toda su fuerza arrolladora, para intentar arrastrar corriente abajo a quienes se atrevieron a cruzar el puente en esos delicados momentos históricos en que el vetusto régimen estaba dando su peor traspié.

Se propagó por todos los medios de que que quienes participaron del 19 de abril de 1810 eran unos trastornadores de la tranquilidad y enemigos del estado feliz en que todos vivíamos. En consecuencia los cañones de la nobleza tronaban por estos lares con notas de propaganda que condenaban a quienes se dejaron seducir por ideas extrañas, decían con indignación cómo las ideas del mal habían corrompido a algunos miembros de la sociedad poniendo en peligro el sacrosanto orden imperial:

“la filosofía propaga sus ideas en esta Capital, los libros impíos y subversivos del orden se multiplican, algunos Magistrados autorizan los escándalos, y los talentos superficiales, adoptan sin discernimiento las teorías tan erradas como ilícitas”.

“un puñado de impíos trastorna con una mano sacrílega el trono y el altar (…) horrores y males trae consigo una revolución a quienes viven felices en este suelo dichoso (…) un puñado se presenta a ejecutar esta subversión escandalosa y funesta”.

Una guerra de insultos hizo pues sentir sin pérdida de tiempo sus descargas de fusilería en el ambiente, no era para menos, ese día 19 de abril se alteraba el curso de siglos de “dicha” en esta colonia y, quienes produjeron ese escándalo debían sufrir por parte de quienes estaban con el Imperio su descalificación como:

Terroristas, seductores, hipócritas, despreciables, canallas, insolentes, violentos, impolíticos, amotinados, facciosos, revoltosos, gavilleros, traicioneros, vulgares, impíos, escandalosos, ilegales, complotistas, conspiradores, sacrílegos, trastornadores, perturbadores, temerarios, ambiciosos, desordenados, malvados, criminales, infames, depravados, maliciosos, egoístas, díscolos, viciosos, astutos, intrigantes, vulgares, en pocas palabras eran para el régimen colonial viles rebeldes y peligrosos sublevados, eran torvos revolucionarios y monstruos subversivos.

El insulto es pues el arma preferida de los combatientes más degradados y parece que rinde grandes dividendos a sus promotores, porque con facilidad la ofensa se transforma en una bola de nieve descomunal contra el contendiente. Pero esa es una fatua victoria, porque al sustituir las ideas con improperios, la lucha no avanza en virtud y dignidad sino que se empantana en la máxima degeneración y el peor vicio. La política pues tiene que ser llevada al tablero del ajedrez por quienes la ejercitan como una ciencia liberadora, porque sólo allí en ese terreno quienes realizan una ofensiva sin ideas rectoras ponen de inmediato en evidencia su profunda debilidad y lo insostenible de su posición.



La política debe asumirse como el juego ciencia, es decir, como una batalla de ideas y no de trampas y celadas

En incomodísimo.com estamos con la batalla de las ideas, porque ésta es como los movimientos telúricos que viajan por el interior de la tierra y en consecuencia no se ven, pero cuando se ponen de manifiesto son capaces de romper las rocas con sus catastróficas ondas de choque, produciendo como resultado verdaderos seísmos, es decir, auténticas revoluciones.

En cuanto al 19 de Abril de 1810 podemos decir que éste en su genuino espíritu sobrevivió a la “Guerra de insultos” y gracias a la “Batalla de ideas” que libraron los revolucionarios a continuación pudo avanzar hasta el 5 de Julio de 1811 donde la estrategia rinde sus primeros resultados.

SÓLO HEMOS CAMBIADO LA FORMA DE VESTIR

Hay que pasar de la guerra de insultos
a la guerra en el pizarrón
dictando cátedra
de alta
política.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Somos soldados de la insolencia, ayer y hoy... Bolívar rompió esa pesíma norma

Anónimo dijo...

Sí, sólo hemos cambiado en la forma de vestir.
Espadachines del insulto ayer, doctores de la insolencia hoy, ayer y hoy se esconden debajo de las sedas: Patanes de la política. Pero, hay quienes no pierden la sindéresis y ayer y hoy fueron y son: Maestros.
Luis Perdomo.

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