Incomodísimo.com El 19 de Abril de 1810 Parte II
Quiénes provocaron los acontecimientos del 19 de abril de 1810 en Caracas recibieron un chubasco de insolencias, pero lo más grosero que se utilizó en su contra lo profirió el historiador Torrentes (1792-1856) quien los tildó de oligarcas:
El curso mismo de los sucesos indica que la opinión estaba en lo general a favor del trono español; que sólo una porción de ambiciosos oligarcas, y de varios jóvenes díscolos y viciosos, pero todos ellos llenos de astucia, y muy versados en el manejo de la intriga, pudieron dar un impulso feliz a la creación de un nuevo gobierno, para el que no estaba preparado la masa de la población.
Este término, el de oligarcas, se utilizará con profusión durante el resto del siglo XIX venezolano, con él se referirán a la existencia de unos actores sociales que basados en sus inmensas propiedades y en sus enormes acumulaciones de dinero hacían valer sus intereses por encima de los de la nación, en otras palabras, ese pequeño grupo de personas ponía a los gobernantes al servicio de sus fortunas y en desmedro de la sociedad entera.
El 19 de Abril en este sentido era el golpe de gracia que esa porción de ambiciosos propinaba al gobierno legítimo, para crear uno nuevo que garantizase el predominio de sus intereses y la acumulación de más tierras y más dinero.
En este orden de hechos estos “revolucionarios” aspiraban sólo a algunos cambios políticos y jurídicos, como era la de “acceder a una mayor influencia en el ámbito de las decisiones políticas y gubernamentales de la provincia”, pero jamás pretendían hacer cambios para que cambiara todo. Puesto que el miedo que esa clase social a la cual pertenecen –la aristocracia nobiliaria- les impediría ir más allá de un gobierno nuevo.
El miedo de la oligarquía venezolana -nos narra Ángel Lombardi II- era muy amplio, tenían miedo de abandonar el poder imperial español para integrarse a los nuevas potencias imperiales como era la Inglaterra cromwelliana o el de la Francia revolucionaria jacobina, tenían un profundo miedo a las sublevaciones de los negros esclavos, tenían miedo a las revueltas conspirativas de los patriotas, tenían miedo a la revolución social de las masas populares y tenían miedo a los movimientos de pardos o de indios. En ese orden de ideas aspiraban al retorno de Don Fernando VII al trono y al triunfo de España sobre las armas napoleónicas.
La oligarquía tenía miedo a la Francia revolucionaria y jacobina.
En conclusión: no merecían, entonces, esa porción de ambiciosos todos los insultos, groserías, improperios, diatribas e insolencias de las que fueron objeto por los leales al Imperio y, de esa reivindicación se encargará en su debida oportunidad el Gran Mariscal Pablo Morillo al tomar conciencia que, lejos estaban ellos de ser verdaderos subversivos, sublevados, rebeldes o revolucionarios. Dirá Don Pablo Morillo en descargo de quienes en aquel entonces crearon un “nuevo” gobierno el 19 de abril de 1810:
Muchos de los sujetos que fueron nombrados para todas estas Juntas, son hombres de bien, buenos cristianos, adictos al Soberano, y al Gobierno español y que sólo por temor y por fuerza sirvieron los oficios para los que fueron electos, pues aunque hacían renuncias, no se les admitía (…) que lo que consiguieron fue atraerse por esto el encono y el odio de los que se llamaban Patriotas.
Queda claro para incomodísimo.com que sólo “varios jóvenes díscolos y viciosos, pero todos ellos llenos de astucia, y muy versados en el manejo de la intriga [fueron los que] pudieron dar un impulso feliz a la creación” de una América anticolonialista a partir de ese 19-A de 1810, y que junto a ellos estarán los negros, los pardos, los indios y las masas populares levantando las Banderas de la independencia. Porque de la oligarquía, nada de esto de lo que Don Pablo llama Patriotas, puede esperarse.
La verdad incómoda es que el 19 de Abril de 1810 se celebra una alianza muy precaria entre una porción de ambiciosos oligarcas y varios jóvenes díscolos. Esa alianza queda hecha añicos en cosa de pocos meses y nuevas alianzas empiezan a crear nuevos gobiernos que van perfilando un proceso histórico lleno de paradojas. Tal es la Nueva historia de la Venezuela engañada.
El gorro frigio símbolo de los revolucionarios fue vestido por los jóvenes díscolos de la Caracas revolucionaria.
1 comentarios:
La nobleza de la oligarquía es la del oro, la patria siempre les ha quedado grande...
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