Incomodísimo.com Guerra a los campesinos IV (b)

12:40 Posted by Perro Senil.


Campesina manifestante contra la tecnología dolarizada/eurolizada
TERMINATOR: Simiente suicida/Semilla homicida.
La consigna: "Terminar con Terminator" That is the action.

Al campesinado se le convence -en este mundo dirigido por los ilustrados- de que el empleo de tecnología moderna (fertilizantes, insecticidas, plaguicidas, fungicidas, hormonas, antibióticos, herbicidas, matamalezas, semillas modificadas genéticamente (OMG) y la siembra bajo la modalidad de monocultivo), les va a enriquecer. En parte, es cierto, enganchan su unidad productiva a la locomotora del progreso y, de pronto no sólo tienen un poderoso Jeep, sino que además están vinculados a una red de distribución de un mercado complejo, dinámico y extenso en el cual toda su milenaria sabiduría para relacionarse íntimamente con la tierra queda fuera de casa, abandonada y olvidada: han perdido al verdadero capital y, en consecuencia, se han depauperado. Y lamentablemente han obtenido un capital moderno –ilusión absoluta- que es pan para hoy y hambre para mañana.


“La situación es que en el año de 1983 se produjo la primera planta transgénica y HOY la industria de los OMG está consciente de que no cuenta con el apoyo de la población de ningún país del mundo, y ello se demuestra con el hecho de que no se revela la información en el envasado de alimentos transgénicos”. Esto nos lleva, entonces, a una impactante realidad: Si los consumidores se enteran de que el producto que está en venta es un transgénico, esta mercancía es rechazada y, las pérdidas son el horizonte en este probable escenario. Tarde o temprano, los productores tendrán que marcar sus cosechas, por mandato de la ley, como "transgénicas o como "ecológicas", ese es un derecho que va a aparecer en las Cartas Magnas (Constituciones) en todas las naciones del orbe donde exista el más mínimo de libertad de elegir lo que queremos comer.

También, las protestas campesinas recibirán apoyo agresivo de los urbanitas, porque los transgénicos se escapan de sus campos de cultivo y empiezan a nacer, crecer y multiplicarse por todos lados, puesto que ni los insectos ni otras plantas pueden competir con ellos por el suelo, ya que sus genes son muy poderosos, de tal modo que “aparece al borde de las carreteras, en jardines, patios, aparcamientos, campos deportivos y hasta en los cementerios”, convirtiéndose en una maleza-plaga peor que los “bichos” y las “malas hierbas” juntos. Cuando este nuevo tipo de pandemia se haga inocultable para CNN y ONU estaremos frente a un problema que tendrá costos económicos astronómicos para su erradicación.

Los agricultores no sólo han recibido el legado de la biodiversidad de una agricultura que se remonta a catorce mil años atrás, sino que además, ellos por sus propios medios y conocimientos en recientes décadas han producido mediante experimentación variedades naturales resistentes y con notables mejoras, adelantos que ahora por las plantas OMG se ven amenazados. La "contaminación OMG" pone en riesgo la pérdida de ese invalorable patrimonio de la humanidad, es decir, la biodiversidad que fue creada por: a) la evolución natural, b) la agricultura histórica y c) el actual agricultor que reúne en si, por una parte, la sabiduría milenaria de su raza campestre/rural y, por la otra, el conocimiento moderno que fue asimilando durante todo el siglo XX.

El derecho a la alimentación hace a ese sector económico de la agricultura un sector crucial para las políticas de estado. La prioridad debe amparar a quienes trabajan la tierra para proveer alimentos, es decir, que en vez de disminuir el número de habitantes que viven en el medio rural, debería ir en firme el incremento de esa población, o lo que es lo mismo y aún más prometedor, la emigración de la ciudad al campo debería empezar como evidencia de que hemos entendido al fin la necesidad de asumir los PUNTOS CRUCIALES para iniciar otra manera de vivir ¡That is the question!

En otras palabras, la agricultura no puede ser diseñada en las oficinas de la agroindustria moderna, sino su reingeniería debe ser concebida desde los hogares de los granjeros familiares, la única salida al fatal dilema de la suburbialización de las ciudades o enfermedad del chabolismo (barriadas) es transformar el campo en sede de millones de "aldeas jardines" donde todos los avances benignos (de la ciencia, del humanismo y de la tecnología) aporten a Gea cuidado y al hombre responsabilidad cósmica.

La agricultura industrial debe ser sometida a reingeniería y a estricto y severo control, las prohibiciones dictadas por una inteligencia cautelosa debe estar a la orden del día, países libres de transgénicos es un objetivo de corto plazo, los venenos y los transgénicos tienen que ser colocados en la balanza de la racionalidad teniendo por contrapeso los avances benignos, pues estos últimos son decisivos para erigir una agricultura de metabolismo positivo con la naturaleza.

El espacio productivo rural debe dejar lugar a la escuelita y al aula universitaria del mismo modo que al seto lleno de flores silvestres, abejas y mariposas, no podemos obviar que los humanos pertenecemos al género animal y nos identificamos con el olor de la tierra mojada, con el rocío y el olor del estiércol en el campo. El campo es el único medio terapéutico que existe para recuperar sin fármacos o drogas a los urbanitas del estrés enfermizo de su duro y ensordecedor medio.

J´acusse au ...!!! :

La agroindustria moderna no sólo ha venido desplazando al campesino de su medio y arrojándolo a los sufrientes suburbios citadinos, sino que también coartó al urbanita a acudir los fines de semana a las afueras de la urbe para adquirir sus verduras, frutas y legumbres, gallinas y conejos, lapas y perdices directamente del agricultor. La agroindustria y sus cadenas de alimentos, llevó a la quiebra a los mercados campesinos, bodegas y abastos donde la frescura y aroma de los alimentos hacia de la compra una fiesta gastronómica, es decir, un animado bullicio de alegre intercambio social, donde las canastas artesanales se iban llenando de productos y los niños se maravillaban al conocer a los campesinos de los alrededores, en la que participaban pues unos con sus hermosas alpargatas y otros con sus cómodas “gomas” en calidad unos como vecinos de la ciudad y otros como los sencillos aldeanos rurales. La agroindustria des socializó al hombre y convirtió el ritual de adquirir los alimentos en trabajo gratuito al servicio del capital, donde el consumidor se convierte en un empleadito impago de los dueños y accionistas del supermercado, es decir desempeña los oficios sin sueldo de ser el encargado de despachar el producto, el de empujar el carrito de compras y el que al final de ese periplo tiene que pararse estoico en una larga cola para que le vendan superlativamente más caro que en el mercado campesino.

Un mundo mejor tiene que ser un mundo sano, esto es, con comidas de origen ecológico, con un medio ambiente respetado, cuidado y pletórico y con seres humanos amigables y relajados.

La división del mundo en rural y urbano debe ser superada, la urbe debe ser intervenida por los paisajistas desde las viviendas hasta las zonas industriales con áreas verdes y con agricultura urbana, y el campo debe recibir los adelantos citadinos, es decir, sus equipamientos, sus profesionales, sus modernidades y sus activuidades culturales, para así convertirse en un poderoso polo de atracción para las familias urbanas. Ese PUNTO CRUCIAL marcará un viraje en el concepto de civilización, entendida ésta como un modo de vida marcado por una alta cultura.

Esa es una dirección contraria a la que hoy se presencia, donde hay una

“monstruosa toma de poder de grandes empresas –nos alerta Jane Goodall- , únicamente motivada por el deseo de obtener cada vez más beneficios económicos”(…) “mundo de codicia y de junta de accionistas donde las empresas gigantescas están de espaldas al sufrimiento animal y a la destrucción ambiental ¿Está absolutamente fuera de nuestro control?”.

Ese mundo de codicia va a destruir las ciudades al terminar de trasvasar a mil trescientos millones de pequeños agricultores a los suburbios de las grandes urbes ya colapsadas por las innumerables plagas antisociales del siglo XX.

Si no queremos que esto suceda hemos de detener el plan de las Fuerzas de la Agricultura Oscura (FAO mala) de monopolizar las fuentes de los alimentos a nivel planetario.

“Algunas de las multinacionales que se están apoderando de las tierras de cultivo de Norteamérica también están comprando empresas de semillas e intentando patentar todas las del mundo (…) A este paso, unas pocas multinacionales llegarán a controlar el suministro de semillas del planeta”.

En ese plan de la FAO mala las tierras de los países subdesarrollados serán trabajadas con mano de obra esclava en este siglo XXI, la cual será utilizada para proveer de alimentos exóticos y comunes a las grandes potencias, en vez, de librar del hambre a sus famélicas sociedades. La renovación de la explotación colonial bajo sus peores formas está en la agenda de la expansión del mundo imperial.

Una tragedia mundial está en marcha, es la tragedia de los transgénicos. Los fantasmas de la Monsanto y Syngenta están recorriendo el planeta en busca de tierras ajenas donde sembrar sus venenos con forma de alimento. Estados Unidos, Europa y Japón –sociedades donde progresa la obesidad y crece exponencialmente el número de gimnasios- han decidido cultivar sus ingestas en los territorios de la periferia, para seguir derrochando/despilfarrando calorías (lo cual se traduce para las empresas en: a) vender más y más que el ciclo económico anterior, para que no se estanque el crecimiento económico, b) disminuir el consumo de calorías en los países exportadores de alimentos).

“Los productos químicos agrícolas matan cada año a sesenta y siete millones de aves en Estados Unidos, debilitan los sistemas inmunitarios de delfines y ballenas y miles de organismos acuáticos, Causan defectos congénitos en ranas y otros anfibios, Las crías de las orcas mueren por tomar la leche cargada de tóxicos de sus madres. En resumen, los productos químicos agrícolas están destruyendo nuestra flora y fauna silvestres. Una primavera silenciosa es una profecía que se cierne sobre este mundo como un apocalipsis tecnológico, donde se acallarán los trinos y gorjeos de los pájaros cantores”.

Todo un colosal patrimonio gastronómico y cultural elaborado por la vida que ha estado y está aún vinculada a los alimentos (comida deliciosa) está por colapsar con esta agricultura/comida estandarizada por la cadena alimentaria oligopolista capitaneada por la Monsanto y Syngenta, por la Wal Mart y Mac Donald y con el beneplácito de unos urbanitas modernos e ilustrados que pecan de vanidad y holganza.

En definitiva:

“No es demasiado tarde para cambiar de dirección. Podemos volver a vincularnos con los alimentos que consumimos y aprender a comprender su naturaleza y su historia, así como adoptar una dieta más natural Tenemos que hacerlo, porque estamos en un punto crítico de la historia humana. Si seguimos permitiendo que el mundo empresarial controle nuestro suministro de alimentos, terminaremos devorando o envenenando en menos de medio siglo todos los recursos alimenticios que nos mantienen”.

Corolario mágico-religioso:

“Está escrito en los textos sagrado de las enseñanzas de los Upanishidas "En el cosmos solo están los que comen y los que son comidos". Razón por la cual los antiguos hindúes creían, entre otras cosas, que al morir el ser humano el alma abandona el cuerpo, sube a la luna y regresa a la tierra en forma de lluvia, para encarnarse en un alimento, reforzando su creencia en que lo que ha muerto mantiene a lo que vive”.

Si esto es así debemos conservar nuestro cuerpo libre de tóxicos y tener presente, sobre todo, como enseña Jane Goodall en su estremecedor libro titulado Otra manera de vivir: “que cuanto más sana esté la tierra, más sano es también el alimento”.


Manifestantes campesinos en Francia
expresando su rechazo a los alimentos transgénicos. 

La verdad incómoda es que el resultado, de la aplicación de esa avasallante tecnología al campo, sólo consigue el incomodísimo.com de la destrucción del mundo de la campiña, puesto que desaparece en el paisaje la vida silvestre. La naturaleza se contrae, bajo su impacto demoledor, ya no estará la espesa arboleda en la montaña, se habrán secado sus numerosos riachuelos y musicales manantiales y la vida salvaje quedará reducida a reservas de animales neurotizados. La tendencia histórica de esa expansión de la agricultura química es, que a la larga la vitalidad de la tierra declina y se arruina, y los gastos del agricultor para mantenerla productiva se incrementan y se hacen insostenibles. El pan para hoy, hambre para el mañana se convertirá en un hecho dramático. El período oscuro de la agricultura puede cubrir por completo de tinieblas el futuro próximo, el PUNTO CRUCIAL que hemos de colocar en el  curso de los acontecimientos, es la transición urgente a la agricultura ecológica avanzada, para que prevalezcan los cielos luminosos salpicados de nubes y de aves multicolores.


¡Urbanitas del tercer milenio y Campesinos ecológicos uníos y luchad para salvar a Gea! ¡Derrotad juntos a la guerra infame que libra la abominable FAO mala contra los campesinos del mundo !

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