La fundación de Cabimas 2.2

6:46 Posted by Perro Senil.

La Alcaldía de la Ciudad de Cabimas y la Junta de Patrimonio Cultural nombraron una Comisión, para que establezca la fecha de la fundación de Cabimas, integrada por Carolina Granadillo, Mapy Chávez, Douglas Querales, José Berrios y Tomás Montes de Oca. El Blog Incomodísimo.com identificado con ese objetivo va a realizar un aporte a esa Comisión mediante diversos materiales, los cuales dará a conocer mediante sucesivas entregas. Del mismo modo pone a la disposición de las personas interesadas en el tema este medio de comunicación, para que en él den a conocer sus ideas sobre ese asunto. Lo mínimo que esperamos de quienes están responsabilizados por la Alcaldía en tan alta misión, es que se den por aludidos y  nos hagan llegar por escrito su disposición a recibir de buena voluntad y de manera oficial esta colaboración, destinada a ayudarles en la compleja tarea que se les tiene encomendada. La comunicación que nos envíen será publicada y, del mismo modo ponemos al servicio de todos Ustedes -los precitados- este medio en todo aquello que coadyuve a ese hermoso cometido.

Kupaiwa pájaros. Autor: Nilsson González.


Estos materiales se los dedica “Casa Kupaiwa” a:

Los miembros del Centro Histórico  Cabimas que han mantenido vivo el interés por la historia de esta localidad mediante  largos años de prolífica labor.

Y a los historiadores Marcos Petit, Eudomario Castillo Clavel, Adán González, José Juvenal Medina, Magda de Camargo, Alberto Fernández, Yamilet Vicuña, Humberto Ochoa y Pedro Estrada genuinos hijos de esta desconcertante matria que es la ciudad de Cabimas, a la cual ellos han entregado sus mejores esfuerzos.

Atentamente,

Jefe de redacción del Blog Incomodísimo.com Carlos Medina.

Las direcciones electrónicas a la cual los interesados se pueden dirigir son:

i n c o m o d i s i m o @ g m a i l . c o m

c a r l o s a r q 2 1 @ g m a i l . c o m  



LISTA DE ENTREGAS:

La entrega 1 expone la propuesta que realizara Carlos Medina el mes de septiembre del año 2011 en un BREVIARIO que está publicado por este mismo medio.

La entrega 2 trata sobre la historia del pueblo de San Antonio de Punta de Piedras y explica por qué ese proceso histórico no tiene ninguna vinculación con la efeméride de Cabimas.

(CONTINUACIÓN de la entrega 2)
3. Intereses que actúan para fundar el pueblo misional

Este pueblo de San Antonio fue erigido con casas e iglesia y con toda la vida institucional propia de un  pueblo misional, y fue establecido en una corta extensión de tierras:

“por no hacerse la Misión en tierras dadas por el Rey sino en esta corta parte de tierra que para la dicha fundación dio Don Joseph Antonio Ugas por un papel que a su nombre y por sí hicieron su mujer e hijos” (Martí, VI, 199: 142).

Fue fundado en una zona donde con no menos de diez años de antelación se había dado un poblamiento colonizador hispano, aspecto este muy importante, puesto que si estos misioneros estaban trayendo a los indígenas más rebeldes de las misiones de Perijá, la población española instalada por estos lugares era vital para estos frailes, puesto que los colonos les creaban un entorno de seguridad. En una primera capa, la más superficial, la interpretación indica que lo que estaban haciendo los frailes era una labor cristiana, evangelizar, pero cuando el relator señala que “estos padres amenazan a los indios malos con la remisión a este pueblo”, entonces, en una capa más profunda se infiere que este pueblo está destinado a la «domesticación» de los aborígenes rebeldes, la labor –en consecuencia- no  era religiosa sino política.

Estos indios de la vertiente perijanera, en este pueblo de la costa oriental del lago han de sobrevivir haciendo cocuiza, recogiendo enea y haciendo leña, mercancías estas que son vendidas por los frailes en Maracaibo. Según el testimonio de Mariano Martí de Estadella:

los indios cocinas y coyamos que están reducidos en este pueblo mueren debido a las malas condiciones del lugar, han muerto algunos de dichos ciento y treinta indios, y otros se han ido, de manera que no hay más acá ahora de dichos 137 indios que unos cincuenta o sesenta, aún con los niños (Martí, 1998, I: 156).

Como es obvio por lo que se relata, los frailes eran sostenidos por los indígenas «cautivos» en la Misión de Punta de Piedras, y los ingresos que se obtenían de su trabajo no eran reinvertidos en estos aborígenes que enfermaban y morían prematuramente, el interés económico queda pues en evidencia en una capa aún más profunda de la interpretación histórica y, en este nivel queda su faz explotadora develada. De allí que los indios malos se fugaban (“se han ido”) de este pueblo que les reducía a condiciones infrahumanas.

A pesar de haber sido acogida esta misión por  Don Ugas, no fue así el trato que le dispensaron  los otros hispanos, narra el manuscrito de los traslados que,

recién fundada la misión arremetió contra ella Manuel de la Peña quien “intentó arrancarla de raíz” y lo hizo con tanta fuerza que su obra quedó detenida, sólo la intervención del Rey permitió que en los años que siguieron la misión volviese a levantarse (AGN, 1758, Secc. Traslados Capuchinos: 10 y 11).

Con este hecho asoma en esta historia un conflicto de intereses dentro del sector dominante, es decir, entre colonos y frailes, esto es probable que ocurriese porque la presencia de misioneros en la zona debió incomodar a algunos productores, porque temiesen que estos sacerdotes pudiesen disputarles territorio en esta microrregión o los pudiesen frenar en sus extralimitaciones de humillación, abuso y exacción con los aborígenes en sus fundos.

Pero así como podían surgir desavenencias por el interés terrófago, también debió de suscitarse encuentros beneficiosos para ambos bandos, es posible que esa misión de San Antonio, subrepticiamente dote a los hacendados de esta costa de mano de obra con estos indígenas, tal vez esto explique esos bajones abruptos del número de pobladores que tenía la misión y que los obispos declaraban en los papeles oficiales como muertos o huidos. Si esto fue así, tal vez esta acción haya logrado una reconciliación de los intereses entre misioneros y hacendados, es decir, habría funcionado un pactismo a lo interno de la clase dominante, lo cual permitió que “la misión volviese a levantarse” y en ese conflicto interclases debió intervenir el Rey para que la situación de violencia suscitada por hombres como Manuel Peña cesase y la colonización de este territorio siguiese su curso para enriquecer la Corona. La base del pacto sería pues, la de compartir esa fuerza de trabajo, hecho fundamental, puesto que el hispano tenía por indigno el trabajo manual, esto le correspondía a su servidumbre y esclavos. De tal modo, se está en presencia del traslado de mano  de obra de la otra costa al margen oriental del lago, para incorporar nuevas tierras al poder hispano  en expansión. Fue por tanto la creación del pueblo de San Antonio, parte de esa fase de expropiación/apropiación de los suelos americanos.

(CONTINUARÁ)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Conocer todas estas cosas de aquella época es bueno para contárselo a los hijos. Felicitaciones y esperamos nuevos capítulos de esa historia. Marisabel Nava

Perro Senil dijo...

Y ahora se le ha incluido las obras maestras de ese artista cabimense que le otorga gran fuerza al tema que se está desarrollando, me refiero al cultor Nilsson González.
Criar a nuestros hijos con esos cuentos es formar la ciudadanía que refundará a "Cabimas la indómita y pletórica".
Gracias por su mensaje comprometido, atentamente,
Perro Senil.

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