La fundación de Cabimas 2.2
La Alcaldía de la Ciudad de Cabimas y la Junta de
Patrimonio Cultural nombraron una Comisión, para que establezca la fecha de la
fundación de Cabimas, integrada por Carolina Granadillo, Mapy Chávez, Douglas
Querales, José Berrios y Tomás Montes de Oca. El Blog Incomodísimo.com
identificado con ese objetivo va a realizar un aporte a esa Comisión mediante
diversos materiales, los cuales dará a conocer mediante sucesivas entregas. Del
mismo modo pone a la disposición de las personas interesadas en el tema este
medio de comunicación, para que en él den a conocer sus ideas sobre ese asunto.
Lo mínimo que esperamos de quienes están responsabilizados por la Alcaldía en
tan alta misión, es que se den por aludidos y
nos hagan llegar por escrito su disposición a recibir de buena voluntad
y de manera oficial esta colaboración, destinada a ayudarles en la compleja
tarea que se les tiene encomendada. La comunicación que nos envíen será
publicada y, del mismo modo ponemos al servicio de todos Ustedes -los precitados-
este medio en todo aquello que coadyuve a ese hermoso cometido.
Kupaiwa pájaros. Autor: Nilsson González.
Estos materiales se los dedica “Casa Kupaiwa” a:
Los miembros del Centro Histórico Cabimas que han mantenido vivo el interés por
la historia de esta localidad mediante
largos años de prolífica labor.
Y a los historiadores Marcos Petit, Eudomario Castillo Clavel, Adán González, José Juvenal Medina, Magda de Camargo, Alberto Fernández, Yamilet Vicuña, Humberto Ochoa
y Pedro Estrada genuinos hijos de esta desconcertante matria que es la ciudad
de Cabimas, a la cual ellos han entregado sus mejores esfuerzos.
Atentamente,
Jefe de redacción del Blog Incomodísimo.com Carlos
Medina.
Las direcciones electrónicas a la cual los
interesados se pueden dirigir son:
i n c o m o d i s i m o @ g m a i l . c o m
c a
r l o s a r q 2 1 @ g m a i l . c o m
LISTA DE ENTREGAS:
La
entrega 1 expone la propuesta que realizara Carlos Medina el
mes de septiembre del año 2011 en un BREVIARIO que está publicado por este
mismo medio.
La
entrega 2 trata sobre la historia del pueblo de San Antonio
de Punta de Piedras y explica por qué ese proceso histórico no tiene ninguna
vinculación con la efeméride de Cabimas.
(CONTINUACIÓN de la entrega 2)
3. Intereses que actúan para fundar el
pueblo misional
Este pueblo
de San Antonio fue erigido con casas e iglesia y con toda la vida institucional
propia de un pueblo misional, y fue establecido
en una corta extensión de tierras:
“por no
hacerse la Misión en tierras dadas por el Rey sino en esta corta parte de
tierra que para la dicha fundación dio Don Joseph Antonio Ugas por un papel que
a su nombre y por sí hicieron su mujer e hijos” (Martí, VI, 199: 142).
Fue fundado
en una zona donde con no menos de diez años de antelación se había dado un
poblamiento colonizador hispano, aspecto este muy importante, puesto que si
estos misioneros estaban trayendo a los indígenas más rebeldes de las misiones
de Perijá, la población española instalada por estos lugares era vital para
estos frailes, puesto que los colonos les creaban un entorno de seguridad. En
una primera capa, la más superficial, la interpretación indica que lo que
estaban haciendo los frailes era una labor cristiana, evangelizar, pero cuando
el relator señala que “estos padres amenazan a los indios malos con la remisión a este pueblo”, entonces, en una capa
más profunda se infiere que este pueblo está destinado a la «domesticación» de los aborígenes
rebeldes, la labor –en consecuencia- no
era religiosa sino política.
Estos indios
de la vertiente perijanera, en este pueblo de la costa oriental del lago han de
sobrevivir haciendo cocuiza, recogiendo enea y haciendo leña, mercancías estas
que son vendidas por los frailes en Maracaibo. Según el testimonio de Mariano
Martí de Estadella:
los indios
cocinas y coyamos que están reducidos en este pueblo mueren debido a las malas
condiciones del lugar, han muerto algunos de dichos ciento y treinta indios, y
otros se han ido, de manera que no hay más acá ahora de dichos 137 indios que
unos cincuenta o sesenta, aún con los niños (Martí, 1998, I: 156).
Como es obvio
por lo que se relata, los frailes eran sostenidos por los indígenas «cautivos» en la Misión de Punta de Piedras, y los ingresos que se
obtenían de su trabajo no eran reinvertidos en estos aborígenes que enfermaban
y morían prematuramente, el interés económico queda pues en evidencia en una
capa aún más profunda de la interpretación histórica y, en este nivel queda su
faz explotadora develada. De allí que los indios malos se fugaban (“se han
ido”) de este pueblo que les reducía a condiciones infrahumanas.
A pesar de
haber sido acogida esta misión por Don
Ugas, no fue así el trato que le dispensaron los otros hispanos, narra el manuscrito de los
traslados que,
recién
fundada la misión arremetió contra ella Manuel de la Peña quien “intentó
arrancarla de raíz” y lo hizo con tanta fuerza que su obra quedó detenida, sólo
la intervención del Rey permitió que en los años que siguieron la misión
volviese a levantarse (AGN, 1758, Secc. Traslados Capuchinos: 10 y 11).
Con este
hecho asoma en esta historia un conflicto de intereses dentro del sector
dominante, es decir, entre colonos y frailes, esto es probable que ocurriese
porque la presencia de misioneros en la zona debió incomodar a algunos
productores, porque temiesen que estos sacerdotes pudiesen disputarles
territorio en esta microrregión o los pudiesen frenar en sus extralimitaciones
de humillación, abuso y exacción con los aborígenes en sus fundos.
Pero así como
podían surgir desavenencias por el interés terrófago, también debió de
suscitarse encuentros beneficiosos para ambos bandos, es posible que esa misión
de San Antonio, subrepticiamente dote a los hacendados de esta costa de mano de
obra con estos indígenas, tal vez esto explique esos bajones abruptos del
número de pobladores que tenía la misión y que los obispos declaraban en los
papeles oficiales como muertos o huidos. Si esto fue así, tal vez esta acción
haya logrado una reconciliación de los intereses entre misioneros y hacendados,
es decir, habría funcionado un pactismo a lo interno de la clase dominante, lo
cual permitió que “la misión volviese a levantarse” y en ese conflicto
interclases debió intervenir el Rey para que la situación de violencia
suscitada por hombres como Manuel Peña cesase y la colonización de este
territorio siguiese su curso para enriquecer la Corona. La base del pacto sería
pues, la de compartir esa fuerza de trabajo, hecho fundamental, puesto que el
hispano tenía por indigno el trabajo manual, esto le correspondía a su
servidumbre y esclavos. De tal modo, se está en presencia del traslado de
mano de obra de la otra costa al margen oriental del lago, para incorporar nuevas
tierras al poder hispano en expansión.
Fue por tanto la creación del pueblo de San Antonio, parte de esa fase de
expropiación/apropiación de los suelos americanos.
(CONTINUARÁ)
2 comentarios:
Conocer todas estas cosas de aquella época es bueno para contárselo a los hijos. Felicitaciones y esperamos nuevos capítulos de esa historia. Marisabel Nava
Y ahora se le ha incluido las obras maestras de ese artista cabimense que le otorga gran fuerza al tema que se está desarrollando, me refiero al cultor Nilsson González.
Criar a nuestros hijos con esos cuentos es formar la ciudadanía que refundará a "Cabimas la indómita y pletórica".
Gracias por su mensaje comprometido, atentamente,
Perro Senil.
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