Incomodísimo.com Necrófago (III)

14:49 Posted by Perro Senil.

A) LA FAZ DEL PLANETA.

Como se puede observar en la ilustración lo que separaba a Norteamérica de Europa y Asia, y a América del sur de África era un brazo de mar. Dice Reichholf que ese brazo de mar no podía ejercer influencia sobre el clima mundial, pero al alejarse esas tierras entre sí y aparecer el océano Atlántico se abrió paso un clima con alternancia entre temporadas húmedas y secas que provocó la reducción de los bosques y, que hizo sobrevenir la vigorosa expansión de las praderas, estepas y sabanas. Éstas últimaslas sabanas- jugarán un especial papel en la evolución que traerá la aparición del hombre.

El fenómeno de la deriva de los continentes convirtió un brazo de mar en un océano, ese fue el principio geológico que dará origen a la aparición del hombre.

B) EL CÁLIDO CARIBE.

Los suelos de la tierra –el planeta de las mil caras- durante mucho tiempo se venían secando cada vez más, y con esa calamidad generalizada también

África empezó a secarse. Esta tendencia como es sabido, persiste en la actualidad. No obstante, se ha interrumpido en diversas ocasiones, y durante muchos milenios incluso se invirtió. La causa de ello también reside en la deriva continental, pero el detonante fue un suceso acaecido en el remoto Caribe”.

La resequedad de la tierra venía aconteciendo en los últimos millones de años y, bajo esas condiciones, los animales se veían sumidos en una situación cada vez más precaria –los suelos, además, se empobrecían cada más y más, el horizonte era oscuro- y,

de repente se produjo el gran cambio, en un periquete el desarrollo se invirtió. Las precipitaciones volvieron a aumentar ¿Qué había sucedido? El epicentro del suceso tuvo lugar entre México y la parte norte de Sur América, donde había aparecido un grupo de volcanes que crecieron hasta convertirse en un puente continental, de este modo Norteamérica y Suramérica que se había separado a principios de la era terciaria, quedaron unidos una vez más. Las consecuencias de esta unión fue un cambio climático abrupto de incidencia mundial. La unión de esos dos continentes significó el nacimiento de la corriente marina más importante, la corriente del Golfo".

Pero por un breve paréntesis interrumpimos el relato y regresemos a la reunión de la América del Sur con la del Norte y preguntemos ¿Qué sucedió en el paisaje geográfico al tenderse ese puente? La consecuencia fue un inmenso embalse de agua cálida –¡el Caribe!-. Y ésta agua cálida empezó a fluir hacia el norte, por supuesto la transmisión del calor a la zona del Polo Norte tenía que tener amplias repercusiones en el hielo que se había acumulado allí que empezó a fundirse con el agua cálida, y a causa del hielo fundido aumentaron las precipitaciones desde las latitudes moderadas hasta el trópico. El clima mundial pues, cambió rotundamente. La tierra volvió a recuperar una parte de su antiguo clima de invernadero.

El epicentro del cambio que va a crear el nuevo clima mundial fue el Mar Caribe, nace allí la corriente del Golfo que hará emerger a una zona del planeta convertida en lugar promisorio -sabanas del África oriental-, es allí donde se escenificará la triunfal marcha que generará el afloramiento de la primera humanidad.


C) EL PARADISÍACO SERENGUETI.

Bien, sabido estos detalles geoclimáticos, volvamos a dónde rompimos el hilo conductor de la narración. Había dicho Reichholf que la tierra se había vuelto más seca y que en un periquete el desarrollo se invirtió y las precipitaciones volvieron a aumentar, y ¿Qué hay con esto? Pues esas copiosas lluvias fueron un regalo para las estepas y sabanas,

“Sobre todo las sabanas africanas cobraron nueva fertilidad. A ello contribuyó otro suceso geológico que convirtió la parte oriental del África en algo muy especial. Este suceso fue el agrietamiento de la corteza terrestre en la zona de hundimiento tectónico de la parte occidental de ese mismo continente. Dio inicio a una intensa actividad eruptiva de lava y cenizas que cubrieron la zona oriental con sustancias nutrientes minerales procedentes de las capas más profundas de la corteza terrestre”.

Mientras la situación empeoraba para la vida silvestre en el resto del mundo, en esta zona de África se creaba entonces, un paraíso. En esa tierra de promisión las sabanas se expandían sin cesar, las tierras enriquecidas vigorizaban los pastizales y los animales herbívoros –antes en declinación- ahora se multiplicaban y formaban enormes manadas que se perdían en el horizonte, había pues nacido el Serengueti como una zona que se convirtió en el punto de apoyo de una nueva evolución, en el centro del progreso de la historia evolutiva.

Ese nuevo espacio para el progreso de la vida empezó pues a fortalecer las cadenas alimenticias –que estaban en crisis-, nos concentraremos a sólo una de esas cadenas, la de los animales necrófagos. Resulta que en esas descomunales manadas de animales herbívoros el índice de mortandad por desbarrancamientos, heridas, edad, enfermedad, ahogamiento por inmersión, fracturas y otras eventualidades crea una importante biomasa de cadáveres que por su volumen significativo se constituye per se en una fuente de alimento para determinados animales, en otras palabras, allí se crea un espacio de vida que favorece a las especies que pueden aprovechar ese nicho ecológico, una de estas especies necrófagas fue el primate que bajo esas espléndidas condiciones se convertiría en el hombre.

D) NUESTRO HERMANO EL BUITRE.

El origen del hombre pues, no tiene como punto de partida un oficio noble como el de cazador o recolector, sino que fue, por lo contrario, una actividad de bajo perfil en el reino animal, el de necrófago, es decir, escasamente por arriba de aves como el buitre, quien pertenece a las especies carroñeras. Para el colmo, nuestro escaso orgullo de estar por encima de los zamuros o zopilotes –buitres- también se va por el desagüe, pues resulta que estas aves fueron determinantes para que pudiésemos sobrevivir en la vida de la sabana africana llena de peligrosos depredadores. Señala Reichholf que gracias a 1. la posición erguida del australopitheco –primate que antecede al hombre de la primera humanidad-, 2. a la visión estereoscópica de éste y 3. a su cerebro grande en relación a su masa corporal, pudo el australopiteco mantener en la mira al vuelo de los buitres a grandes alturas y observar su comportamiento cuando divisaban un animal agonizante, lo que le permitía correr de prisa a grandes distancias hacia ese objetivo y llegar a la presa antes que los demás carnívoros, carrera que podía ser cubierta sin contratiempos, porque debido a 1. la altura de su cuerpo podía otear por encima de los pastos cualquier obstáculo o peligro que estuviese adelante, y porque 2. al hacerlo sobre dos piernas todo el calor se acumulaba lejos de sus órganos internos, razón por la cual no se presentaba alteración de éstos, además, como esas piernas se fueron desnudando –perdiendo su pelambre- se libraba de calor con más facilidad y, como así mismo fue desarrollando glándulas sudoríparas (Ver nota pie de página) podía enfriarlas y mantenerlas frescas, era pues su capacidad de gran corredor lo que le permitió tomar ventaja en aquellas condiciones, pues él sin duda alguna era un animal muy vulnerable frente a animales carnívoros como los leones y las hienas. Por otra parte, 3. ya manipulaba herramientas de piedra, lascas afiladas, y llegando al sitio podía a falta de colmillos afilados y largos, utilizar las piedras como dentadura mortal para abatir de muerte al animal precarizado y, luego ya cadáver poder desgarrar su gruesa piel y dejar al descubierto la carne y la médula de los huesos que consumía con premura, para a continuación trocear la carne en pedazos, 4. entrando en ese momento crítico –debido a la aproximación de los predadores- sus manos pasan a jugar un papel estelar, puesto que éstas le permitían transportar hasta el refugio -ese sustento-, lugar donde lo esperaban las hembras con sus críos, a quiénes ellos 5. se veían atados con el contrato de pareja, porque el hombre como los buitres también son monógamos.

E) ¿HUMILDAD O PREPOTENCIA?

Esto es a grandes líneas es lo que Reichholf avizora con clarividencia en nuestro remoto pasado en su libro “La aparición del hombre”, libro que ha generado polémicas encendidas, en especial, provocadas por aquellos que piensan que nosotros debemos tener un origen más digno. Verdad incomodísima que este controversial ecólogo, zoólogo y biólogo evolutivo comparte con nosotros sin pretender que su teoría sea una verdad absoluta.

El buitre, el gran compañero del hombre en la increíble aventura de la evolución sobre las Sabanas del Serengueti.

Nota: La vista estereoscópica del hombre permite calcular las distancias, además, el ojo humano es de gran agudeza y permite divisar los objetos que están muy lejos, como son los buitres, por otra parte el tamaño del australopiteco fue en ascenso para dar origen al homo de la primera humanidad que era más alto, la pelambre fue cediendo paso a la desnudez y, por último, la carne de alta calidad de aquellos rumiantes herbívoros que era de gran calidad nutritiva, en especial, su médula y su masa cerebral, incidió en que el cerebro pudiese crecer ahora a saltos, en conclusión, la sabana africana del Serengueti creó a la primera humanidad, lo que nos obliga a ser humildes, porque en aquella reinaban los buitres que desde las alturas del cielo permitieron a los hombres no sólo su supervivencia sino también un fuerte desarrollo que nos permitió poder constituir la primera humanidad. A los zamuros, por tanto, debemos agradecer eternamente nuestra existencia y las páginas de este primer capítulo de nuestra historia, así como hemos de rendir honor a la capacidad de la tierra de cambiar de rostros, al Mar Caribe por su papel ambiental en el planeta y en especial a la sabana africana como cuna de una poderoso período productor de tres sociedades humanas. Pero es a nuestras piernas quienes debemos la vida, por  eso debemos pues trotar todos los días -o día de por medio- como ritual de comunión con esa parte del cuerpo, sin la cual el cerebro hubiese sido devorado en esas peligrosas sabanas, donde las fieras eran pletóricamente abundantes en aquellos lejanos días de nuestra gran marcha triunfal.


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo más maravilloso de nuestro cuerpo son las piernas, éstas nos llevaron desde Tanzania (Olduvai) hasta Tierra de Fuego, Pekín y Australia, es decir, fueron las que trasladaron al cerebro a un paseo por el Medio Oriente, Asia, Europa y América a partir de tres grandes éxodos que atravesaron el África para visitar los grandes continentes. Cosa que ocurre en lo que es llamado por algunos como la prehistoria, cuando no había aviones, barcos, automóviles o bicicletas, y ni siquiera se usaban las bestias de montura como el caballo o los dromedarios, sino lo único que nos transportaba eran esas maravillosas extremidades. Además, las piernas pueden llegar a ser muy hermosas en la hembra de la especie.
Luis Perdomo.

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