Idólatras: Abya-Ayala II

16:40 Posted by Perro Senil.

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Una guerra religiosa

La lucha contra la idolatría permitió declarar una guerra religiosa contra las sociedades de Abya-ayala, lo que lleva a Báez a declarar que la conquista poseía todas las características de una cruzada. Esta guerra religiosa fue una renovación del atroz anatema bíblico, no sólo porque todo el arte religioso nativo fue sometido a la hoguera, sino porque fue tan fanática la extirpación cultural que se pretendía que se vigilara lo que soñaban los indios -como propuso el fraile Diego Durán- (Báez, 2008: 42).

Con niños sanos es que soñaban los indígenas abya-ayalanos o avañé. Los frailes, por lo contrario, tenían un mundo onírico plagado de demonios.

La guerra religiosa fue promovida por la religión cristiana, la llamaron evangelización, su catequesis fue la intimidación. Este  conflicto tuvo en la Inquisición o Santo Oficio la política de amedrentamiento a los indígenas, el cual cobró la forma de tortura y hoguera para los que se negasen a recibir la doctrina católica (íd. 89). El Santo Oficio, por ejemplo, inspiró a los franciscanos, quienes fueron furibundos iconoclastas en México, ellos desde 1525 ordenan sin tapujos el asesinato de los sacerdotes de los cultos nativos, y se dedicaron a atemorizar a los indígenas con el fuego del infierno. Los franciscanos estaban convencidos de que debían exterminar a los idólatras, y no sólo le hicieron la guerra sino que, además, destruyeron sus objetos religiosos y prohibieron a los artistas volver a pintar o esculpir sus símbolos. Ante la imposibilidad de quemar los dioses de piedra ordenaron enterrar sus estatuas, y ante la imposibilidad de impedir que continuasen creyendo en sus divinidades recurrieron a aplicar la atrocidad de la pena del garrote, que era sobrecogedora ya que se aplicaba para desgarrar a la víctima internamente y luego procedían a asesinarlo en medio de aquellos inmensos dolores viscerales (íd. 95, 97).

A estas piezas de barro temían quienes creían que el primer hombre hecho por Jehová fue construido con lodo, paradójico a toda luces.
Lo írónico es que, a quienes creaban estas figuras de barro los clérigos que leían el Génesis les denominaban idólatras. 

Los frailes ordenaron sepultar o destruir los templos de los indígenas (íd. 114) o a reutilizar sus piedras para construir iglesias cristianas, pero todo esto fue en vano, es célebre el caso de Carlos Ahuaxpitzatzin, nieto de un rey poeta, quien dijo refiriéndose al Dios católico:

¿Qué verdad es esa divinidad? Quizá es nada: aquí tenemos “Pater Noster”, y “Ave María”, credo, salve Regina, artículos y mandamientos ¿por ventura fenece aquí todo? no hay más que hacer…

Es decir, ¿Eso es todo? entonces, ¡es nada! Carlos -por supuesto, por haber expresado lo que pensaba sobre esta religión- fue estrangulado después de haber sufrido el suplicio del garrote, ese fue su castigo por haber proferido esa osada burla, en la que analizaba a lo que se puede reducir la enseñanza y la práctica litúrgica de esa confesión (íd. 97).

Estrangulamiento de Atahualpa.

La guerra religiosa fue inclemente y demandó un enorme esfuerzo por parte de los soldados, civiles y clérigos que en ella se involucraron, pero no fue exitosa. En Lima el clérigo Cristóbal Albornoz quemó miles de estatuas, destruyo miles de huacas, condeno miles de personas, quemó numerosas momias o malquis, no obstante, fue tal la resistencia por parte de los nativos que se adoraban la ceniza de lo quemado (íd. 98). Más aún, ante la desaparición de los templos y de las representación de sus divinidades, algunos caciques optaron por transformarse en sus propios ídolos, se convirtieron así en hombres-dioses que oficiaban, curaban y actuaban sobre los elementos y que recibían los honores de los indígenas, honores que antes recibían los dioses de piedra (íd. 95).

En esta imagen se representa a un indígena yanomami sobre la superficie de un paisaje desolado, pero bajo sus pies se prolongan unas raíces vigorosas, profundas y enrevesadas que nos revelan su poderosa y rica cultura, la cual está oculta para quienes son admiradores incondicionales de la civilización moderna.

Esta guerra fue un verdadero desastre, tanto que los mismos españoles la consideraron como una tragedia, sobre ella Las Casas le negó la dimensión incluso de gesta bélica al servicio de Dios, dijo:

Lo que llaman conquistas, no son sino invasiones violentas de crueles tiranos, condenadas no sólo por la ley de Dios, sino además por todas las leyes humanas, son estragos y crueldades, matanzas e destrucciones, despoblaciones, robos, violencias e tiranías (íd. 106).

Esta guerra religiosa, encabezada por el Santo Oficio, aplicó un esquema de reducción cultural, lo cual se tradujo en la aniquilación lingüística, la prohibición de la música, danzas y cantos de estas culturas e incluso el anatema se extendió a la interrupción de la producción artística, porque ésta última podía promover -como ninguna otra expresión- a los símbolos de la cultura que debía desaparecer. Otra institución que debe ser recordada es la encomienda, pues ésta tenía un carácter exterminador, ya que al negar los modelos de economía y sociedad de los indígenas los ilegitimaba y los condenaba a ser olvidados (íd. 83). La encomienda logró aniquilar pueblos enteros, ella condenó a los indígenas a la esclavitud más miserable y, en este sentido, los sometió a una muerte prematura. Lo irónico de esta horrorosa institución es que fue fundada el 27 de diciembre de 1512, es decir, en medio del ambiente católico de la celebración del nacimiento del Dios cristiano, lo cual causa consternación, pues, Báez no duda en catalogar esa infame creación de la encomienda como algo similar a un campo de concentración nazi, porque legitimaba el trabajo forzoso de los indios.

En la encomienda hay un contrato entre el encomendero y los Reyes católicos, el colono en contraprestación de esa generosa gracia real que le legitimaba la exacción de los indígenas, se comprometía a pagar un tributo a la Corona. Pero lo que más indigna de ese instrumento de explotación de la población de Abya-ayala es que, esos enunciados toman la forma jurídica de leyes justas por converger con la evangelización, ya que concedía al colono el poder de ejercer la tutela del indígena para hacer de ellos buenos cristianos, lo que permitió la legitimación de esa atrocidad (!!!) (íd. 107).

La encomienda a su vez tenía un precedente en el Requerimiento, texto que se leía a los indios, y donde se les pedía reconocer como sus superiores a los padres religiosos, y en consecuencia también a los señores, al Rey, a la Reina y, por supuesto, al Papa. La Iglesia en este documento quedaba colocada como señora del universo mundo, de allí que por esa divina razón, explicaba el requerimiento a los aborígenes, fue que el Papa tenía la autoridad para entregar sus tierras a los Monarcas hispano-portugueses, quien a su vez se las concedieron a sus súbditos europeos. Se requería pues a los indios que, consintieran con este orden de cosas y de ideas, para lo cual se encargaba, como soldados de Dios, a los clérigos para que ellos se lo declaren y prediquen a los indios, y si así lo reconocen los indígenas, pues bien, pero si no lo consintiesen, entonces les amenazaban en los siguientes términos:

nosotros entraremos poderosamente contra vosotros, y os haremos guerra por todas partes y maneras que pudiéramos y os sujetaremos al yugo y os haremos esclavos y os tomaremos vuestros bienes y os haremos todos los males y daños que pudiéramos (íd. 108).

No contentos con esta injusta guerra encabezada por los soldados de Dios, los europeos crearon una sociedad cada vez más jerárquica, más desigual, más discriminadora y más racista, cosa que fue cada vez más horrenda con el paso del tiempo pues, fue surgiendo una sociedad de estamentos separados por etnias, es decir, una sociedad donde deben estar separados los seres humanos por su condición de negros, indios, mulatos, mestizos, pardos, zambos… Yesta segregación se justificaba por una pretendida impureza de sangre, concepto profundamente religioso para la época, puesto que según la teología católica los negros eran los descendientes de Cam, es decir, los camitas condenados por Noe a engendrar esclavos (íd. 111, 112). Los españoles pues en esta guerra religiosa al igual que los racistas de todas las épocas de la historia [(aquí está el remoto origen de la teoría nazista, la cual sólo circunstancialmente está asociada a los alemanes hitleristas, porque la realidad es que es una concepción propia del eurocentrismo y, en este sentido, es una manera generalizada entre los europeos el de concebir a sus etnias como superiores frente a los demás pueblos del planeta)], prohibieron a los nativos y demás grupos impuros a vivir dentro de la urbe, y les ordenaron a habitar en miserables chozas lejos de su vista, es así como surgen las ciudades opulentas de los españoles en pleno territorio abya-ayalano, ciudades a las cuales aún hoy en pleno siglo XXI les seguimos celebrando sus efemérides fundacionales (íd. 114).

Esta guerra fue ganada por los padres religiosos en miles de escaramuzas, escarceos y batallas mediante la Inquisición, la Encomienda, el Requerimiento y los Estamentos, pero los sometidos no dejaron de ser rebeldes, es célebre el caso de los habitantes de la isla Cubagua, explotados por los buscadores de perlas, muchos de ellos se mantenían bajo el agua hasta perder la conciencia y se amarraban piedras para nunca volver a la superficie donde estaban los católicos (íd. 38). Y esto nos recuerda al cacique Huatey, quien murió no sin pedir que: le evitaran ir al cielo prometido por los cristianos, para no encontrarse con los frailes que lo torturaron (íd. 32).
Cacique Huatey que se trasladó de "La Española" a Cuba para continuar peleando contra quienes adoraban el oro, y quien les decía a sus combatientes taínos mostrándoles ese metal:
"Por esto pelean y por esto matan, este es el Dios que los españoles adoran".
Lo triste es que el catolicismo como institución clerical mantiene hasta el día de hoy esa idolatría por el oro hasta en los retablos de las iglesias.

ESPERE ABY-AYALA III Y IV EN LOS PRÓXIMOS DÍAS Y DESPUÉS NUEVOS LIBROS EN ENTREGAS ESPECIALES DEBIDO A QUE SE CIERRA ESTE CICLO SOLAR Y SE CELEBRA UN AÑO DEL BLOG Incomodísimo.

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