Incomodísimo.com Izquierda diletante

9:31 Posted by Perro Senil.

I Un sólo un izquierdista en todo el siglo XX: así sin adjetivos.

Al extremo opuesto de la «izquierda rústica» que aparece en el Medioevo europeo en medio de figuras como Maquiavelo, Savonarola y Juan Hus (de la cual nos habla Josep Fontana en Europa ante el espejo) está la «izquierda diletante» que nace en la Venezuela rentista petrolera del siglo XX con cimeros representantes como Domingo Alberto Rangel, Américo Martín y Teodoro Petkoff.

Y es precisamente Domingo Alberto Rangel (DAR) quien se encarga de retratar esa izquierda diletante, en un libro-entrevista que aparece en el mercado venezolano de grandes autores, con el título “El suicidio de la izquierda”. El periodista Ramón Hernández (RH) realiza con DAR un recorrido por nuestra historia, partiendo de la visión del país político que tenía el Che Guevara y teniendo por punto de llegada nuestros actuales días. En este reported speech se va mostrando cómo DAR respuesta tras respuesta va mostrando la izquierda real existente en Venezuela.

Lo primero que llama la atención a lo largo de toda la obra es que DAR sólo tiene palabras de elogio para Argimiro Gabaldón, razón por la cual en incomodísimo.com nos atrevemos a señalar que sólo hubo un izquierdista en Venezuela durante todo ese largo siglo preñado de grandes eventos políticos. Argimiro era una referencia popular incuestionable para estos revolucionarios como se infiere de las declaraciones chispeantes de DAR al avezado RH:

Pregunta RH: ¿Cómo se escogieron las zonas en las que se instalarían los frentes armados?

Responde DAR: Había casos evidentes, por ejemplo, la zona de El Tocuyo-Boconó (…) Ahí vivía Argimiro Gabaldón, que tenía gran prestigio entre los campesinos. Siempre residió ahí y estuvo dedicado a las actividades reivindicativas en beneficio del campesinado (Hernández, 2010: 28).

Y en otra parte de la entrevista DAR sanciona con ferocidad ese insólito hecho histórico -el de sólo un memorable izquierdista- cuando dice:

Pregunta RH: ¿Qué hizo al salir de la cárcel?

Responde DAR: Me fui a la UCV como profesor. Asumí las funciones inherentes a todo catedrático y volví a escribir en la prensa.

Pregunta RH: No colaboraba en la lucha armada.

Responde DAR: Ya no había lucha armada, prácticamente (…) La guerrilla no dio sino un caudillo: Argimiro Gabaldón, el único guerrillero con pasta de caudillo (id. 51).


Argimiro Gabaldón personaje inolvidable, sin duda, entre los «rústicos».


Argimiro Gabaldón es pues el único caso preclaro y prominente en toda nuestra historia contemporánea venezolana de la existencia de un izquierdista –así sin adjetivos- en Venezuela. Fuera de Argimiro DAR no tiene palabras de halago para ningún otro. No dudamos que existieron otros, pero de los rústicos, es decir, los que los diletantes no sancionan pero si condenan al anonimato y al espacio de la desmemoria. Los diletantes fueron políticos sin pueblo, entre quienes hubieron, sin duda, grandes figuras.

II Les enfants terribles or les enfants gatés: "era mejor escribir y hablar".

Este testimonio de primera mano que nos ofrece el diálogo de estos dos excelentes profesionales de la palabra se convierte en un libro exquisito que impacta desde su desconcertante título -“El suicidio de la izquierda”- hasta su última página, en él DAR lanza un fuerte escupitajo al mundo moderno y su pretendida gran civilización, cuando allí expresa:

Desde el primero de agosto de 1914 hasta el año 2000, el mundo no tuvo sino diez o quince años de paz, el resto fue de guerras.

DAR fue uno de los mejores tribunos que tuvo la Venezuela del siglo veinte, lo demuestra con comentarios como el que se acaba de transcribir, en él demuestra su preparación y su elaborada pasión, fue y es aún el más brillante y prolífico escritor de la izquierda venezolana y el maestro pour exccellence de quienes se forjaron como izquierdistas en esos tortuosos cien años. De allí que, no se duda, en colocarlo encabezando la lista de los enfant terrible que produjo ese proceso propio de una Venezuela rentista petrolera chapoteando en petrodólares.



DAR es el de lentes, en la composición gráfica están otros personajes resaltantes de lo que fue las FALN o Fuerzas Armadas de la Liberación Nacional, entre ellos Fabricio Ojeda.

La tragedia de estos diletantes, de los que DAR es uno de los más sobresalientes, es que nunca optaron por vivir en una barrio popular o en una aldea campesina, y compartir experiencias de todo tipo con aquellos por quienes decían que luchaban, en otras palabras nunca se molestaron en contrastar lo que leían en la literatura/bibliografía marxista/socialista con la realidad concreta que vivía la masa laboral en su cotidianeidad. Como teóricos y analistas académicos se dedicaron a la tarea de fundar, dirigir y hundir en el fracaso a partidos, movimientos, grupos y grupúsculos de la izquierda en Venezuela y, siempre terminaron por echar agua bendita -con el hisopo- sobre el catafalco donde reposaba muerta la revolución por sus propios hijos. El ejemplo pues, de Gabaldón viviendo en el campo y con los campesinos desde hace mucho tiempo, y construyendo allí un sólido lazo humano con los humildes de la tierra, no iba con el calzado de moda ni con la mentalidad de divus vanguardistas de estos enfants terribles o enfants gatés escribiendo con su hacer una historia en la realidad plagada de ingenuidades y elaborando con sus apriorísticos escritos una crítica ruborizada del sistema.

III Se tomaron grandes decisiones históricas de repente: Sin discusión !

La izquierda diletante era una fuente refulgente de conocimientos, no podía ser de otro modo, eran los divus vanguardistas de la revolución nacional echada por la borda. Para la nemotecnia de esta dura lección, se debe interiorizar que, ningún análisis político debe tomar una decisión porque vea una golondrina surcando los aires de la patria, ya que una golondrina sola no hace verano, como nos lo enseñó hace mucho tiempo ha el gran escritor Don Cervantes de Saavedra en su inmortal obra Don Quijote de la Mancha, frase sabia que se remonta en última instancia al esclavo Esopo, quien la sugiere en su fábula de “La golondrina y el hijo pródigo”:

Un hijo pródigo había derrochado todo su patrimonio y sólo le quedaba un abrigo. De repente vio una golondrina que se había adelantado a su estación. Creyó que ya llegaba el calor, y que por tanto no necesitaría más el abrigo, así que lo vendió también. Pero regresó el mal tiempo y siguió el invierno. Entonces, mientras paseaba, encontró a la golondrina muerta de frío. ¡Desgraciada! -le dijo- nos has dañado a los dos al mismo tiempo!

Con esa idea palpitando en la mente, queremos rememorar como la izquierda diletante se lanzó por la vía de la lucha armada en Venezuela. DAR guiado por el corpus de la entrevista que RH elaboró recorre esos recuerdos. Vamos a extraer a grandes líneas de DAR su j´acusse o la confesión de un pecador arrepentido contenido en este libro-testimonio: [Nota: Si en vez de RH aparece IC, esto quiere decir que Incomodísimo.com reelaboró la pregunta, en los reported speech estos arbitrios noticiosos son permitidos]

RH: ¿Ir a la lucha armada fue decidido en un congreso del MIR? DAR: No hubo congreso alguno, la decisión surgió espontáneamente. Se da casi sin darnos cuenta. Esa es la verdad histórica, no fue necesario razonar o discutir mucho (Hernández, 2010: 23) IC: ¿Fue una especie de panteón de divinidades? DAR: En reunión con el Che nos orientó en tres días, nos dijo que la vía de la lucha armada en Venezuela era un tremendo error y, nosotros acá en Venezuela en tres reuniones concluimos que había dos opciones: una, iniciarla de inmediato -indicado por Américo Martín-, las otra, empezarla en dos años, que era la posición de Simón Sáez Mérida y la mía- (id. 42, 43) IC: ¿Y se dio el debate si se iban por la vía de Simón y Domingo o por la que indicaba Américo? DAR: No. El MIR era un partido revolucionario que nació para alzarse (id. 49) RH: ¿Discutieron cómo escoger las zonas guerrilleras? DAR: No hubo esa discusión, eran evidentes (id. 28)RH: ¿Y los asesinatos de la policía? DAR: No recuerdo haber discutido eso (id. 28) RH: ¿Y el ataque del tren del Encanto? DAR: Fue un acto de terrorismo de Guillermo García Ponce, le dije a Simón “Vamos a reclamarle”, nunca averiguamos quienes lo ejecutaron (id. 34) RH: ¿La izquierda venezolana discutió sobre cómo construir el socialismo en el país? DAR: Aquí nunca se ha seguido un camino revolucionario paras nada (id. 59) RH: ¿Y hubo un movimiento guerrillero o esto es otro mito en la historia política del país? DAR: La guerra era pura habladuría, la lucha guerrillera era verbal. Había unos preparativos, pero no un alzamiento. Aquí no había absolutamente nada (id. 33) RH: ¡¿Discutieron para abandonar la lucha armada?! DAR: Si, entre Simón y yo discrepamos, la discusión se quedó allí, el MIR estaba desecho. Era demasiado tarde para discutir. Seguí una vida política activa en el universo de los grupúsculos de la ultraizquierda, en la universidad y en algunos sindicatos (id. 35) dando clases y escribiendo en la prensa (id. 51) todo fue como tiene que ser para un revolucionario …una dosis de locura quijotesca ….un completo estado de alienación ….pasión y fervor revolucionario ….vibración combativa (id. 49)



El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha alucinando.

Corolario: Una izquierda que no anda con el pueblo y que no cree que pueda aprender algo del pueblo, cuando pretende dirigirlo sólo lo lleva al precipicio, puesto que en su mente sólo hay espacio para deleitarse con la acción revolucionaria, de allí que por esa razón esencial -el deleite- sea una «izquierda diletante». De repente pues hicieron enormes daños al movimiento popular y, como en la fabula de Esopo, le echaron la culpa a la “Desgraciada” golondrina.

IV La revolución parte del trabajo de un grupo: “lo otro es un trabajo muy largo”.

DAR condensa el pensamiento de la «izquierda magnate» -pensamiento grupista, es decir, los super héroes-, vamos a recorrer esa concepción a través de unos extractos reveladores del autor que se está reseñando:

Un grupo de guerrilleros podía derrotar a todo un ejército e iniciar una transformación de signo radical (Hernández, 2010: 9) Un grupo de revolucionarios disciplinados y resueltos puede obtener una victoria rápida… bien orientados y bien decididos pueden obtener la más espléndida victoria en América Latina (id. 12) nos impresionó que un puñado de revolucionarios podía liquidar a un ejército en unos meses de lucha, para echar a andar luego un proceso de cambio que iba a terminar en el establecimiento de un régimen socialista (id. 15) el MIR se llevó a la juventud formada en las cárceles (id. 20) con ese partido de jóvenes y el PCV se formó un comité especial con plenos poderes para organizar la lucha armada, éste lo integraba Simón, Domingo, Guillermo y Pompeyo (id.29) Américo, Simón y Domingo decidieron la vía de la lucha armada para tomar el poder, Américo era del parecer de iniciarla de inmediato y Simón y yo en empezar a hacerla después de pasar dos o tres años de preparación, es decir, en nada (id. 42, 43) acordamos reunirnos con los cuadros del partido con los estudiantes, líderes sindicales y políticos para discutir la vía armada (id. 42) pero no hubo tal discusión, Américo se impuso porque presidía una facción organizada. DAR y Simón eran del parecer que era necesario para la fórmula revolucionaria un plazo de varios años para trillar el camino de la solidaridad armada (id. 15) que no duraría más de de dos o tres años, que era nada en la historia de un pueblo (id. 43) plazo en el cual se debía sostener una lucha ideológica con la derecha (id. 15) y tiempo para organizar los cuadros del partido, ordenar la estrategia, preparar mejor el combate (id. 43) y con los cerros armados bajar a destruir el ejército y la policía (id. 59) Se necesita pues para hacer la revolución una organización, un estado mayor y una situación que auspicie el alzamiento popular (id. 61).

DAR mismo se encarga de cuestionar esa guerra por combustión espontánea cuando le expresa a RH que:

“Ahí comenzamos con la abstención [se refiere a su posición ante las contiendas electorales], que ya era una ruptura con el orden político del país” y RH le riposta de inmediato ¿Entendió que su función era la de ser un teórico y no un activista? Y DAR le confiesa sin el menor empacho “No había fuerzas de izquierda organizadas; y organizarlas implicaba un trabajo muy largo. Era mejor hacerlo a través de la prensa, escribiendo y hablando que poniéndose a construir pacientemente algo que iba a tardar mucho en brotar” (id. 36).

A confesión de parte relevo de pruebas, la izquierda en Venezuela no fue una izquierda que asumiera esa paciente tarea de crear organizaciones populares revolucionarias y, no lo hace porque es una izquierda magnate que era incapaz de secundar el ejemplo de Argimiro el único izquierdista –así sin adjetivos- que existió en esos tortuosos cien años perdidos para la revolución venezolana.

En el libro de Ramón Hernández el Che Guevara expone su tesis acerca de Venezuela (pp. 37/42), donde asume una posición que contraría el deseo egocéntrico de los dirigentes de la elitista izquierda venezolana.

V La izquierda diletante es una «izquierda magnate»

Ahora ¿por qué se califica en este escrito a la izquierda diletante de izquierda magnate? Pues bien, resulta que los magnates en la época medieval eran la alta nobleza y, como nobles consideraban que era indigno para su condición social asumir los trabajos manuales, es decir, el ganarse el pan de cada día con un fatigoso trabajo era ocupación de plebeyos, es decir, propio de «los ordinarios». Creían que ellos, «los selectos», estaban destinados a ser la cabeza de la sociedad, esto es, ser quienes dirigen a los demás, porque para eso son los letrados, los pensantes y los cultos, en una palabra ser noble era ser un no-agobiado por las ocupaciones vulgares.

La palabrilla «noble», para tener claridad sobre lo que tratamos, nace de la observación científica de los metales, puesto que hay entre los metales «los ordinarios», como el hierro que se afea al herrumbrarse y, cuando no sufren ese terrible deterioro, desarrollan una patina que opaca su brillo como es el triste destino del cobre, y hay «los metales nobles» (!!!), como el oro y la plata, que se identifican debido a que son poco susceptibles de corroerse y oxidarse, lo que les proporciona apariencia de inalterabilidad, razón por la cual se les denomina con el apelativo de nobles.

Nuestra izquierda magnate es oro puro, brillante plata, sus líderes máximos son augustus, como divus son valores supremos, eso si de algo estamos seguros, su conocimiento no hace aleación con los «rústicos», es decir, con los agobiados por las tareas vulgares, la altura que les da el marxismo-leninismo les ubica a la altura descollante del Olimpo muy lejos de los mortales. Es inconcebible que estos insufribles megalómanos puedan sobrevivir en una montaña con los campesinos o en una barriada del cerro con los proletarios urbanos, porque su lugar es follar con los lujos y comodidades que ofrece el medio urbano, es pues una izquierda magnate, incluso en la connotación que tiene en nuestros días ese término, es decir, son los Bill Gates en este Siglo XXI, siempre lo máximo, el non plus ultra. En una palabra: “eso” no es izquierda, es una falsa izquierda, es un mito más de una historia contemporánea falaz y convencional.

 
Bill Gates.

El libro de Ramón Hernández constituye pues, el registro de un invaluable testimonio que en estas cuartillas no está recogido ni mediocremente, es indispensable su lectura para quienes estén interesados en el afloramiento -en el proceso político venezolano- de una izquierda sin adjetivos, es decir, sencillamente «izquierda».

Nota: En este libro DAR expone, entre otras muchas cosas de gran importancia, por qué en Venezuela la izquierda tiende a ser moderada y conservadora, y lo dice DARcon su inconfundible acabado literario de tallador de diamantes.




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