Fundación hispana IV: “La Victoria”

6:22 Posted by Perro Senil.


Fundación hispana IV: “La Victoria”


La fundación hispana de Cabimas se realizó en medio de un enfrentamiento de «universos simbólicos». La Independencia implicaba la destrucción del mundo monárquico y la instauración de la vida republicana. Los símbolos que sostenían estos universos eran antagónicos. Cuando en Cabimas solicitan una Capilla pública, esa guerra conceptual que se libraba en el territorio venezolano, jugó un papel en el evento fundacional que se operaba en esta localidad. En el Manifiesto del 9 de septiembre de 1818 el fraile encargado de fundar el establecimiento pone en evidencia esa confrontación:

“El establecimiento en el Partido de Cabimas que Vuestra Señoría se ha propuesto y me ha encargado, ofrece no pocas ventajas a la Religión y al Estado. Aquella será amada, honrada y venerada, porque existiendo al frente un Eclesiástico que enseñe y anime la práctica de las virtudes, y contradiga los errores y los vicios, los hombres serán más moderados, honestos, dóciles y timoratos. El Estado al mismo tiempo tomará incremento en esta parte porque teniendo entre sus vecinos un Juez, velará por su conducta, les hará observar las Leyes de la Monarquía, ser fieles y obedientes a nuestro Soberano, castigará los errores políticos, destruirá los Escándalos públicos, contendrá los sediciosos”.

Esta actitud del cura Fray Ignacio Álvarez promoviendo un hombre timorato y rechazando a los sediciosos está antecedida por la posición política de su Obispo:

En el año de 1817 Lasso de la Vega expresó en la ciudad de Mérida “la insurrección contra nuestro Monarca es un pecado mortal”. Y en su “Auto cabeza de proceso” proclamó “la insurrección es un vicio”. Y en las Constituciones Sinodales escritas en Maracaibo, ese mismo año, advierte al clero de que se eximan de insuflar entre los feligreses “la desobediencia, infidelidad y rebelión al Rey Nuestro Señor” -habían muchos curas insurrectos dentro de su diócesis-. Al llegar septiembre de 1818, la situación se recrudecía, y Lasso ordena mediante edictos “misas a la Virgen del Rosario por los triunfos de las armas de la Monarquía”. Tal es el contexto histórico en el que ocurre la fundación de Cabimas, se daba en medio de esta conflagración político-religiosa, de allí  los términos con los que está redactado el Manifiesto.

La Virgen de Nuestra Señora del Rosario -bajo la cual se colocó a la nueva población de Cabimas- era conocida en España como “La Victoria”, porque bajo su intersección  Dios concedió en tiempos antiguos a los monarcas españoles una gran victoria contra los musulmanes en la península, de allí que desde aquel lejano tiempo se dirijan a esta advocación en la Península ibérica con el apelativo de “La Victoria”. Lasso recurre a “La Victoria” para enfrentar a los independentistas, pero en esta ocasión la victoria la obtuvieron los republicanos y, en Cabimas estos estuvieron aglutinados y dirigidos por Basilio Borjas. Quienes convencieron al Obispo, en el momento del parte aguas, de que su feligresía estaba con la República y de que una nueva iglesia debía de nacer de estos acontecimientos.

Cuando el Obispo se mudó del «universo simbólico monárquico» al nuevo universo patriota prestó un valioso servicio a la causa independentista del continente, al crear la Iglesia Americana, para lo cual debió independizarla de España, labor magna que realizó entre 1823 y 1828. También Lasso de la Vega participó en la Asamblea Constituyente que elaboró la Constitución de la Gran Colombia. Mantuvo contacto epistolar con el Santo Papa, y el Pontífice depositó en él toda la responsabilidad del reacomodo de la Iglesia católica ante ese cataclismo. En ese cambio de mentalidad, de este eminente Prelado, jugaron un papel crucial los eventos que acontecieron en la fundación de Cabimas.
   
Estatuilla o figurina de Nuestra Señora del Rosario que está en el Convento de Santo Domingo El Real de Madrid, donde funciona la Cofradía del Rosario, esa organización religiosa tiene su origen  en una fundación feminista de dominicas que crearon uno de los movimientos espirituales de más trascendencia del cristianismo medieval. Esa veneración madrileña está engarzada a su culto  como “La Victoria”. Obsérvese la semejanza de esta imagen con la de la Tablita de Cabimas. En la otra fotografía se observa, la capillita lateral donde está ubicada su imagen en la bella iglesia de Santo Domingo El Real de Madrid.
La Iglesia como institución celebra la advocación de Nuestra Señora del Rosario el 7 de octubre de cada año. Su fiesta fue instituida por San Pío V (quien fue Pontífice desde 1566 hasta 1572) en agradecimiento a la Virgen por su ayuda en la victoria sobre los turcos en Lepanto -batalla que se libró el 7 de octubre del año 1571-. En 1716 Clemente XI extendió esta fiesta a toda la Iglesia. León XIII acrecentó su importancia litúrgica con la publicación de nueve encíclicas dedicadas al Rosario. Y Lasso de la Vega también obtuvo para esta advocación mariana otros privilegios que fueron concedidos por el papado.

Entender la existencia de estos conglomerados como pueblos cristianos permite comprender el empleo de las figuras que integran el mundo de lo extraordinario en las contiendas políticas del mundo secular. Nuestra Señora del Rosario debido a esas condiciones subjetivas es colocada por Fray Álvarez y el obispo Lasso a jugar un papel como actor social en los acontecimientos, es decir, como defensora activa de un universo simbólico que estructuraba ideológicamente a la sociedad colonial venezolana. Las fracturas que produce el movimiento independentista agrietan el universo simbólico de la monarquía y en esa ruptura participa Basilio Borjas y su unidad combatiente a favor del universo patriota emergente.

0 comentarios:

Publicar un comentario

INSTRUCCIONES:
1.- Escriba en el recuadro su comentario.
2.- En "Comentar Como" seleccione Anonimo si no tiene cuenta de correo electronico de las opciones allí ofrecidas.
3.- Siga las demás instrucciones.