Fundación hispana I: Política imperial

6:24 Posted by Perro Senil.


Fundación hispana I: Política imperial


La fundación de poblaciones en América fue un acto de dominación extracontinental. El estado español mediante una política imperial bien planificada salió de sus fronteras a hacerse de territorios extranjeros, para los efectos el Rey nombró a los capitanes de huestes armadas como «Adelantados», es decir, exploradores encargados de descubrir nuevas comarcas, conquistarlas y, luego, mediante la venia Real proceder a su colonización colocando a las sociedades originarias expropiadas bajo su mandato y deseo.

Este casco, es parte de la armadura de los soldados medievales, para los efectos del presente tema, simboliza la política imperial hispana en el continente americano. 

Esa expansión por estas tierras, de esos ejércitos dirigidos por particulares que venían hollando con sus plantas insolentes este suelo ajeno, es lo que creó las denominadas «Provincias», una de ellas fue la Provincia de Maracaibo. En esas Capitulaciones la voluntad Real, premiaba al Adelantado que aplastara la resistencia indígena de una comarca con el Título de Gobernador, es decir, lo colocaba a la cabeza de esa región como Capitán General, Comandante General e Intendente general. Pero las Ordenanzas reales colocaban como previo, para otorgar ese alto cargo a ese conquistador, el que fundase ciudad. Porque fundar era imponer el dominio imperial sobre los territorios ajenos.

La fundación de Maracaibo fue un paso histórico, para que esta “Comarca digna de elogio” que pertenecía a las sociedades originarias, pasase a ser una posesión de la Corona española.

Ya con ese supremo Título, el Adelantado para afirmar su Señorío debía avocarse a fundar centros poblados en su comarca, porque mediante estos pueblos determinaba en la práctica el ámbito territorial de su Provincia -sus fronteras-, así lo establecía el derecho castellano. La  política de poblamiento, en consecuencia, devenía en fundación de pueblos y por esa vía jurídica aquella región entraba a formar parte del Reino de Castilla. En la práctica, los colonizadores establecieron avanzadas, las cuales fueron previas a las fundaciones, así ocurrió en buena parte de la cuenca del lago de Maracaibo. En cada lugar ocupado, pues, se requirió una fuerza histórica ascendente para que el asentamiento poblador fuese exitoso, esto es, que la explotación agropecuaria de aquellos suelos fuese creando «sitios».

En la costa oriental de la Provincia de Maracaibo el origen de muchos pueblos fueron humildes caseríos o aldeas que fueron ocupando sus costas, esos sitios se convirtieron en puntos de ruptura de carga, mediante las cuales las producciones agropecuarias realizadas «tierras adentro» -en el caso de Cabimas eran los retiros de las Sabanas de San Sebastián- salían al lago para dirigirse a Gibraltar o Maracaibo. Ese logro histórico, fundar «sitios», indica que aquellos colonos habían alcanzado la capacidad económica de generar excedentes económicos, entonces, esas rancherías pasaban a formar parte de la red mercantil que Gibraltar y Maracaibo iban construyendo en la región. Momento histórico propicio para que se diese un punto de inflexión en la forma de ocupar el espacio, pues sólo a partir de ese hecho, los hacendados que vivían diseminados por aquel vasto territorio, podían asumir los gastos que implicaba construir un pueblo con las características que ordenaban las Leyes de Indias. Para fundar un centro poblacional era, entonces, imprescindible la existencia de «los pudientes», quienes aspiraban a ingresar al orden político provincial como las autoridades locales de los pueblos parroquiales que se establecían, de allí que era indispensable que entre ellos existiesen los que exhibieran el título de «Don», porque para las autoridades estos eran los que tenían «voz» y eran «visibles».

Fundar no era fácil, implicaba para «los pudientes» mudarse del caserío o de la casa de la hacienda al sitio seleccionado para el pueblo, para lo cual debían asumir: edificar su vivienda residencial en el lugar, erigir el templo, sostener mediante la congrua al sacerdote, dotar a la iglesia con todo lo necesario para el culto, destinar unos réditos para la fiesta anual del Patrón o Patrona del pueblo y, lo más importante, donar el terreno para el establecimiento.

Fundar fue un factor esencial del gran plan imperial, porque ese hecho incorporaba al servicio de la Corona la riqueza de los lugares que habían sido poblados, pero no sólo les interesaba acumular riqueza, sino que también fundaban poblaciones para incrementar el radio de su poder. De allí que era necesario construir un «núcleo urbano», porque al tener allí funcionarios civiles y eclesiásticos la «cadena de mando» adquiría nuevos eslabones, y con ese poder ampliado,  la «red social local»  quedaba incorporada a la estructura política provincial y ésta a su vez a la del Imperio.

Es de este modo que los Notables de la población se incorporaban a la «cadena de mando» que les conectaba con el Gobernador de la Provincia y por su intercesión, al Capitán General de Venezuela y al Monarca en España, con las fundaciones se crea el  vínculo político que es vital para el Imperio y estratégico para las élites.

Por esa vía de corte mercantilista y de sesgo monárquico España dominó todo este continente, bajo un orden conocido por los historiadores como el Antiguo Régimen. La fundación de Cabimas tiene ese contexto colonial y es bajo ese régimen que se debe comprender su proceso histórico en ese momento fundacional. Con la fundación las élites que encabezaban al grupo de «los principales» y/o «los pudientes »de Cabimas aspiraban a incorporarse como funcionarios al sistema español. Esa era la única vía para hacer valer las prerrogativas y privilegios de su casta, grupo o clase social. Con las fundaciones se consolida el poder de una minoría en un conglomerado humano poblador de un lugar del Reino.

Esas Instrucciones para fundar ciudades y pueblos o «juntar y poblar» las concibieron  los monarcas Carlos I y Felipe II con la ayuda de sus consejeros reales. La imagen muestra el Blasón que exhibía la soberbia Dinastía de estos dos reyes, era el escudo de armas de la Casa Real a la cual pertenecían, quienes gracias a esa muy bien concebida política imperial ejecutada en América, Europa, África y Asia convirtieron a España en una Monarquía Universal y a ellos en grandes Emperadores. Cabimas -y algunas otras poblaciones del actual Estado Zulia como San Carlos- se fundan siguiendo los criterios que emitieron esas dos cabezas coronadas como monarcas imperiales en la Europa occidental.

0 comentarios:

Publicar un comentario

INSTRUCCIONES:
1.- Escriba en el recuadro su comentario.
2.- En "Comentar Como" seleccione Anonimo si no tiene cuenta de correo electronico de las opciones allí ofrecidas.
3.- Siga las demás instrucciones.