Fundación hispana I: Política imperial
Fundación hispana I: Política imperial
La fundación de poblaciones en América fue un acto de
dominación extracontinental. El estado español mediante una política imperial bien
planificada salió de sus fronteras a hacerse de territorios extranjeros, para
los efectos el Rey nombró a los capitanes de huestes armadas como «Adelantados»,
es decir, exploradores encargados de descubrir nuevas comarcas, conquistarlas
y, luego, mediante la venia Real proceder a su colonización colocando a las
sociedades originarias expropiadas bajo su mandato y deseo.
Este casco, es parte de la
armadura de los soldados medievales, para los efectos del presente tema, simboliza la política imperial hispana en
el continente americano.
Esa expansión por estas tierras,
de esos ejércitos dirigidos por particulares que venían hollando con sus
plantas insolentes este suelo ajeno, es lo que creó las denominadas «Provincias»,
una de ellas fue la Provincia de Maracaibo. En esas Capitulaciones la voluntad
Real, premiaba al Adelantado que aplastara la resistencia indígena de una
comarca con el Título de Gobernador, es decir, lo colocaba a la cabeza de esa
región como Capitán General, Comandante General e Intendente general. Pero las
Ordenanzas reales colocaban como previo, para otorgar ese alto cargo a ese
conquistador, el que fundase ciudad. Porque fundar era imponer el dominio
imperial sobre los territorios ajenos.
La fundación de Maracaibo fue un
paso histórico, para que esta “Comarca digna de elogio” que pertenecía a las
sociedades originarias, pasase a ser una posesión de la Corona española.
Ya con ese supremo Título, el
Adelantado para afirmar su Señorío debía avocarse a fundar centros poblados en
su comarca, porque mediante estos pueblos determinaba en la práctica el ámbito
territorial de su Provincia -sus fronteras-, así lo establecía el derecho
castellano. La política de poblamiento,
en consecuencia, devenía en fundación de pueblos y por esa vía jurídica aquella
región entraba a formar parte del Reino de Castilla. En la práctica, los
colonizadores establecieron avanzadas, las cuales fueron previas a las
fundaciones, así ocurrió en buena parte de la cuenca del lago de Maracaibo. En
cada lugar ocupado, pues, se requirió una fuerza histórica ascendente para que
el asentamiento poblador fuese exitoso, esto es, que la explotación
agropecuaria de aquellos suelos fuese creando «sitios».
En la costa oriental de la
Provincia de Maracaibo el origen de muchos pueblos fueron humildes caseríos o
aldeas que fueron ocupando sus costas, esos sitios se convirtieron en puntos de
ruptura de carga, mediante las cuales las producciones agropecuarias realizadas
«tierras adentro» -en el caso de Cabimas eran los retiros de las Sabanas de San
Sebastián- salían al lago para dirigirse a Gibraltar o Maracaibo. Ese logro
histórico, fundar «sitios», indica que aquellos colonos habían alcanzado la
capacidad económica de generar excedentes económicos, entonces, esas rancherías
pasaban a formar parte de la red mercantil que Gibraltar y Maracaibo iban
construyendo en la región. Momento histórico propicio para que se diese un punto
de inflexión en la forma de ocupar el espacio, pues sólo a partir de ese hecho,
los hacendados que vivían diseminados por aquel vasto territorio, podían asumir
los gastos que implicaba construir un pueblo con las características que
ordenaban las Leyes de Indias. Para fundar un centro poblacional era, entonces,
imprescindible la existencia de «los pudientes», quienes aspiraban a ingresar al
orden político provincial como las autoridades locales de los pueblos
parroquiales que se establecían, de allí que era indispensable que entre ellos
existiesen los que exhibieran el título de «Don», porque para las autoridades estos
eran los que tenían «voz» y eran «visibles».
Fundar no era fácil, implicaba
para «los pudientes» mudarse del caserío o de la casa de la hacienda al sitio
seleccionado para el pueblo, para lo cual debían asumir: edificar su vivienda
residencial en el lugar, erigir el templo, sostener mediante la congrua al
sacerdote, dotar a la iglesia con todo lo necesario para el culto, destinar
unos réditos para la fiesta anual del Patrón o Patrona del pueblo y, lo más
importante, donar el terreno para el establecimiento.
Fundar fue un factor esencial del
gran plan imperial, porque ese hecho incorporaba al servicio de la Corona la
riqueza de los lugares que habían sido poblados, pero no sólo les interesaba
acumular riqueza, sino que también fundaban poblaciones para incrementar el
radio de su poder. De allí que era necesario construir un «núcleo urbano», porque
al tener allí funcionarios civiles y eclesiásticos la «cadena de mando» adquiría
nuevos eslabones, y con ese poder ampliado, la «red social local» quedaba incorporada a la estructura política
provincial y ésta a su vez a la del Imperio.
Es de este modo que los Notables
de la población se incorporaban a la «cadena de mando» que les conectaba con el
Gobernador de la Provincia y por su intercesión, al Capitán General de
Venezuela y al Monarca en España, con las fundaciones se crea el vínculo político que es vital para el Imperio
y estratégico para las élites.
Por esa vía de corte
mercantilista y de sesgo monárquico España dominó todo este continente, bajo un
orden conocido por los historiadores como el Antiguo Régimen. La fundación de
Cabimas tiene ese contexto colonial y es bajo ese régimen que se debe
comprender su proceso histórico en ese momento fundacional. Con la fundación
las élites que encabezaban al grupo de «los principales» y/o «los pudientes »de
Cabimas aspiraban a incorporarse como funcionarios al sistema español. Esa era
la única vía para hacer valer las prerrogativas y privilegios de su casta,
grupo o clase social. Con las fundaciones se consolida el poder de una minoría
en un conglomerado humano poblador de un lugar del Reino.
Esas Instrucciones para fundar
ciudades y pueblos o «juntar y poblar» las concibieron los monarcas Carlos I y Felipe II con la ayuda
de sus consejeros reales. La imagen muestra el Blasón que exhibía la soberbia Dinastía
de estos dos reyes, era el escudo de armas de la Casa Real a la cual
pertenecían, quienes gracias a esa muy bien concebida política imperial ejecutada
en América, Europa, África y Asia convirtieron a España en una Monarquía
Universal y a ellos en grandes Emperadores. Cabimas -y algunas otras
poblaciones del actual Estado Zulia como San Carlos- se fundan siguiendo los
criterios que emitieron esas dos cabezas coronadas como monarcas imperiales en
la Europa occidental.
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