Incomodisimo.com Izquierda rústica.

6:31 Posted by Perro Senil.

I Tener un programa

En su libro “Europa ante el espejo”, Josep Fontana muestra cómo los historiadores de Europa han pretendido negar a “los rústicos” un papel en los intentos de construir una sociedad mejor en aquel continente. El arbitrio intelectual del que se valen en este asunto es la de presentar a la gente del campo y a los pobres de la ciudad, tal y como los captaban los clérigos y los nobles quienes veían al siervo, reducido a un monstruo deforme, ignorante y violento, capaz de las mayores atrocidades, sobre todo cuando se agrupaba. Construían pues un mito, el rústico era un ser malvado, vulgar y estúpido.

Lo real es que ante las graves crisis económicas que vive Europa feudal en su decadencia, no sólo buscan respuestas los poderosos para superarlas, sino que también los de abajo exploran soluciones, porque todos ellos sienten miedo de que con esas conmociones se llegue a acabar el mundo (Fontana, 2000: 80). Esa reacción política que se forma en el seno de los de abajo y que llega a adquirir objetivos muy específicos es lo que se denomina en este escrito como la izquierda rústica.

Lo primero que es necesario aclarar desde esta nueva mirada de la historia, es que lo que se pretende al decir izquierda rústica es mostrar el origen humilde de un pensamiento político, es decir, la manera que ven las cosas los campesinos en situación vulnerable y los pobres urbanos en condición precaria, a quienes la historiografía no les reconoce la capacidad pensante y, por tanto, les niega la autoría de programas políticos capaces de crear sociedades más justas y más igualitarias.

Fontana nos muestra cómo ante esos programas de origen popular los poderosos reaccionaron con furia desde el mismo inicio de las pugnas:

Se les estigmatizó como enemigos del orden social y los obispos lograron con ello que se aprobara en 1401 una ley que permitía quemar a los «herejes» (id. 79)

¿Cuál había sido su crimen contra el orden para merecer la hoguera?, el primero y capital fue el de querer “tener voz en las decisiones que afectaban a la comunidad entera” (id. 76), es decir, la de pretender querer formar parte del medio urbano, el pedir protección de los abusos de los terratenientes (id. 76), el desear pagar una renta módica por el uso de la tierra (i. 79), la aspiración de recibir la comunión católica con las dos especies (pan y vino)(id, 80), el estar en contra de la servidumbre (id. 81), el preocuparse por preservar al hombre de los trabajos excesivos, el desear participar en el gobierno municipal, el estar interesados en elegir a los «pastores» de sus parroquias (id. 82), el exigir tolerancia a las ideas y prácticas políticas y religiosas diferentes a la establecidas (id. 83, 88), el anhelar una sociedad más igualitaria y más evangélica (id. 88), el creerse con el derecho de reclamar lo que era justo (id. 82), en una palabra, al aspirar a legar una mejor sociedad a sus descendientes (id. 88), todo este programa fue convertido por la iglesia católica como defensora del orden establecido en pecados capitales que catalogaron como “herejías” (!!!) y que en razón de esto hacían méritos para aplicar la condena de la hoguera como castigo de esa disidencia.

II La reacción conservadora

Para las clases conservadoras, la de los poderosos, era inaceptable esa perspectiva de una «plebe» que pretendiera participar en el control de la sociedad, tal atrevimiento lo consideraron escandaloso y por tanto pecaminoso (id. 83), el resultado de esa intolerancia Fontana nos lo describe:

A mediados del siglo XVI esos sueños habían sido prácticamente liquidados. Un nuevo espectro había venido a aterrorizar a los europeos: el de ese ser rústico «vulgar, estúpido y malvado» que hacía peligrar el orden establecido. La imagen del enemigo a combatir era ahora la del «rústico», que abarca todos los matices de la barbarie, la ignorancia, y la bajeza que caracterizan al «villano» frente al «noble».

Defender esos sueños traía graves consecuencias, por ejemplo, Jakob Hutter fue apresado y atormentado en 1536 “Le hicieron sentarse en agua helada e inmediatamente después le trasladaron a un baño hirviente y lo fustigaron con vergajos; le abrieron las heridas, le echaron aguardiente en ellas y lo encendieron, dejándolo quemar”. Por esta vía hombres con formación clerical o filósofos o artesanos letrados que se identificaron con esas mayorías y con sus luchas reivindicativas sufrieron persecución y vivieron el terror.

Maquiavelo lo denunció, dijo que al prolongarse el conflicto de los artesanos y trabajadores florentinos de la lana el propio miedo de represión impulsó al sector más humilde, el de los asalariados, a ir más allá de sus demandas, y alimentó una conciencia social que les condujo a «descubrir» que la actuación de los poderosos no obedecían a la razón y, peor aún, se hacían obedecer por la fuerza (id. 77). Tan brillante observación de Nicolas Maquiavelo nos revela el origen histórico de la izquierda rústica, es decir, ésta pasa del plano reivindicativo al plano de la comprensión de la realidad política, es decir, cuál es la verdadera base sobre la que está construido el orden social.

“El movimiento comenzó en muchos lugares pacíficamente, tratando de obligar a los señores a negociar, con la seguridad que le daba a sus miembros la convicción de estar reclamando lo que era justo (id. 82)”.

Pero la respuesta de los defensores del orden establecido fue brutal:

El sacerdote Martín Lutero creador del movimiento protestante –conocidos hoy como «los evangélicos»- se apresuró a condenarlos y a pedir a los príncipes que castigasen a esas «hordas campesinas de ladrones y asesinos». Su movimiento protagonizó el asesinato de mujeres y niños anabaptistas, colaborando con ellos los católicos (id. 83).

El filósofo Erasmo de Rotterdam perteneciente al naciente movimiento del humanismo cristiano vio con buenos ojos los movimientos populares y sus protestas, pero cuando aparecieron sus aspectos sociales no pudo ocultar su horror ante la perspectiva que la «plebe» pretendiese controlar la sociedad. La devoción de este movimiento consideró que aspectos sociales como el orden basado en la existencia de siervos y señores y la de magnates y humildes urbanos no debería ser cuestionado, porque el ideal cristiano predica el principio de la caridad, es decir, amaros los unos a los otros, de allí que no se podía forzar a los ricos a dar lo que no naciese de su propia voluntad, pues esto violaba la ley de Cristo (id. 83).

Teólogos de la talla de Thomas Muntzer que legitimó la rebeldía y la resistencia de aquellos movimientos populares al poner a Dios al lado de los pobres, fue decapitado. El calvinista Servet fue muerto en la hoguera, los anabaptistas sufrieron una feroz persecución y, los católicos y protestantes usaron contra ellos el terror de la inquisición. Wat Tyler que hizo la petición ante el Rey de que ningún hombre haga ningún tipo de homenaje fue asesinado y su revuelta aplastada (id. 79). Juan Hus, enemigo de la venta de indulgencias, acudió ante el concilio de Constanza, fue encarcelado y murió en la hoguera (id. 80).



Fraile dominico Girolamo Savonarola elaboró un proyecto democrático, según el cual la autoridad de distribuir los cargos residía en el pueblo por entero e hizo construir para ello la Gran Sala de los 500 en el Palacio del Gran Consejo del Pueblo. El corrupto y degenerado papa Alejandro Borgia lo condenó a la hoguera, como previó lo intento sobornar con un cargo de Cardenal que indignó al fraile. El 23 de mayo de 1498 se ejecutó y tardó en quemarse varias horas. Los restos eran sacados y devueltos a la hoguera repetidamente por los verdugos, a fin de que los savonarolistas no los trataran como reliquias. Todos sus amigos fueron torturados en los calabozos de la Inquisición (id. 77).

III Soñar con un proyecto

Hubo pues una expresión que pedía cambios en lo político, económico, social y religioso al cual la represión los obliga a cruzar la frontera, es decir, pasar de ser un movimiento pacífico a convertirse en revueltas campesinas y conmociones urbanas, donde el desencadenante de estos tumultos tuvo por protagonista al hecho de la negativa a pagar impuestos (id. 78). Es de hacer notar que grupos de clérigos, «curas pobres», se sumaron en estas escaramuzas a favor de los humildes, y también lo hicieron gente de formación como filósofos, teólogos, frailes y urbanitas (id. 79).

A este nivel de la lucha, líderes como Jhon Ball llegaron a exigir la libertad de toda servidumbre y a proponer incluso establecer una sociedad en que todo sería común y no habría diferencias entre villano y caballero (id. 79). La rebelión de Jack Cade tuvo por punto de partida enfrentar las exacciones señoriales, pero su propósito terminó siendo la de «destruir a los señores, tanto temporales como espirituales». Primero pidieron un nuevo Rey, y más tarde, que doce de los suyos gobernasen la tierra (id. 79). En la región de Tabor los fieles escribieron «En esta época no habrá ni reino, ni dominación, ni servidumbre» y todo será común, «nadie debe poseer nada propio (…) quien lo tenga comete pecado mortal». En la cultura pues de estos hombres la transformación social debería traer de acuerdo a las promesas evangélicas, «nuevos cielos y nueva tierra, donde habitará eternamente la justicia» (id. 81). La izquierda rústica en este estadio histórico se convierte pues en un proyecto de liberación integral y supera así su carácter reformista al radicalizarse o, como dice Fontana, “La revuelta fue esta vez más allá de las pugnas locales contra los señores para enfrentarse al gobierno y al sistema social en su conjunto” (id. 78).

Los conservadores haciendo gala de estúpidez, ignorancia, barbaridad, insensibilidad y bajeza fueron, entonces, quienes negaron a los rústicos -en plena crisis económica, agravada por la peste y catástrofes naturales- jugar un papel en la organización de la sociedad y la solución de sus problemas, pues estos movimientos demostraron tener racionalidad, coherencia y altos ideales que ellos mismos sintetizaron con esa frase irruptiva de nuevos cielos y nueva tierra ante la cual  es imposible no estremecerse.



http://es.wikipedia.org/wiki/Horda

http://es.wikipedia.org/wiki/Homenaje

http://es.wikipedia.org/wiki/Indulgencia

http://es.wikipedia.org/wiki/Siervo

http://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo (Población rural) Desprecio al rústico

http://es.wikipedia.org/wiki/Savonarola




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