Incomodísimo.com Universo orgánico (III)
A) LAS GRANDES EXPLORACIONES EN NUESTROS DÍAS
Para responder la cuestión de si ¿Existe o no compuestos orgánicos complejos en el resto del Sistema Solar?, salieron de nuestro planeta hacia todo el sistema solar naves exploradoras para buscar las respuestas. Las denominadas Voyager 1 y 2 se van hasta la zona exterior, es decir el área de los planetas gigantes, de su información pues dependía si se iba a corroborar o negar lo que la teoría astrofísica afirmaba. Los datos que enviaron vino a dar un respaldo abrumador a lo que señalaban los astrofísicos, desde una de las lunas del planeta Saturno los instrumentos registraron que en ese mundo existía una importante atmósfera y que ésta era rica en moléculas orgánicas, por otra parte, nos enteraron de que en la superficie de ese mundo hay un océano de hidrocarburos líquidos -que como es bien sabido es un compuesto orgánico complejo-.
En ese mundo pues bulle la sustancia cósmica especialísima. Aquello –como se supone- se salía de nuestra capacidad de imaginación, lo que se veía era de una espectacularidad sin parangón, en el cielo de Titán –nombre de esa luna saturnina- se está frente a una atmósfera que precipita sobre la superficie materia orgánica y, si pudiésemos mirar bajo su océano de hidrocarburos percibiríamos, entre otras cosas, agua helada (!!!). Titán es pues un mundo fuera de toda previsión que hemos descubierto y que simplemente nos deja perplejos por lo que nos ofrece ante la vista, está pues entre los grandes descubrimientos, así como aquel que se produjo hace unos 15.000 años antes del presente cuando los nómadas de la tercera humanidad descubrieron al continente americano–hecho igualmente sin parangones en el ascenso del hombre-. Y allí, en Titán, para nuestra sorpresa hay tierras altas, líneas de costas y al igual que aquí en la tierra en su atmósfera están las moléculas de nitrógeno que es un compuesto en el que se encuentran los dos mundos de la química - el mundo inorgánico y el mundo orgánico-. Titán, por todo esto, es parte del inagotable asombro con el cual la ciencia nos sacude, para que mantengamos los ojos abiertos cuando hacemos un reconocimiento del cielo.
Superficie de Titán, en primer plano un lago de hidrocarburos.
Las otras naves exploradoras que fueron lanzadas al espacio exterior fueron hasta Marte, donde de acuerdo a los astrofísicos no debe existir la materia orgánica de un modo abrumador como existe por ejemplo en Titán, sino que por lo contrario, allí debería ser una verdadera rareza. En efecto, las Viking 1 y 2 rindieron su testimonio y confirmaron esa teoría que dice que los niveles de presencia de materia orgánica en Marte deben ser muy bajos. Los datos dicen que en Marte no hay ni una parte en un millón de moléculas orgánicas simples y, si se trata de moléculas orgánicas complejas, es peor, porque no hay ni una por mil millones (!!!).
Esas observaciones pues, realizadas en Titán y en Marte corroboraron, por una parte, lo que la astrofísica sostenía en contra del conocimiento convencional y, al mismo tiempo, desmentía de un modo categórico el neogeocentrismo que señalaba que la materia orgánica es un compuesto exclusivo de la Tierra, la realidad es que esa sustancia cósmica especialísima existe en buena parte de todo el Sistema Solar como se ha venido estableciendo mediante otras sondas que se han enviado a uno y otro sitio de este rinconcito de la Galaxia a la cual pertenecemos.
La luna de Saturno: Titán.
B) LA APARICIÓN DE LA VIDA EN LA TIERRA
La Tierra presenta un enigma: Sí la sustancia cósmica especialísima es propia de la zona exterior del Sistema Solar ¿Por qué, entonces, a este planeta lo cubre una patina de vida? Porque la vida está presente en la Tierra en su geosfera, en su atmósfera y en su hidrósfera, además, en tal magnitud que los geólogos se vieron obligados a clasificarla como un manto, al cual denominaron con el bello nombre de biosfera. Vamos a intentar descifrar el gran enredo que suscita esa diáspora de vida en un planeta donde la presencia de lo orgánico no era tan deslumbrante como lo es en Titán. Se sabe que ciertas moléculas orgánicas se formaron en la Tierra gracias al agua líquida que se depositó en su superficie, ya que este planeta se formó en el sitio donde se podía producir la condensación del vapor de agua, permitiendo ése cuerpo líquido que la materia inorgánica evolucionase hacia compuestos orgánicos en ese medio, pero también se sabe que los compuestos orgánicos que se crearon en la Tierra no eran suficientes cualitativamente para dar origen a la vida en nuestro planeta, es entonces, cuando surge la pieza clave del puzle de la vida, los compuestos faltantes llegaron provenientes de la parte exterior del Sistema Solar mediante asteroides, meteoritos y cometas completándose así el proceso.
Esos aporte provenientes de fuera no son extraños, Marte que no posee materia orgánica significante posee dos lunas, Fobos y Deimos, en las cuales hay materia orgánica, esas lunas fueron atrapados por la fuerza de gravedad de ese planeta cuando recorrían el espacio sideral, se da así el caso que, en Marte no hay materia orgánica significativa, pero en sus satélites si hay porque ellos no pertenecían al área interior del Sistema Solar. Del mismo modo, la Tierra recibió materia orgánica proveniente de la parte externa del Sistema Solar mediante cuerpos siderales que viajaban por el espacio. Cuando volvamos pues a mirar el cielo en la noche, remontemos nuestra mente hacia la zona más lejana de nuestro Sistema Solar y agradezcamos ese hermoso don –donación de sustancia cósmica- que nos confirieron desde esas lejanías, la vida en la Tierra es pues un fenómeno sistémico y no local.
Fobos, luna de Marte en el que existen algunas de las piezas que conforman el potencial de la vida.
C) EL UNIVERSO ORGÁNICO
Ahora bien, queda pendiente algo ¿Cuál es la relevancia que llega a tener la sustancia cósmica especialísima en el Universo? La sustancia cósmica si bien es cierto que no es abundante en el universo (nos referimos a la materia orgánica compleja), sin embargo en contra de lo que se suponía sí existe en las vastedades del Universo, se ha encontrado en la estela de los cometas, en los meteoritos que todos los días caen sobre la Tierra, en los numerosos satélites de los planetas del Sistema Solar, se constata en los anillos de Urano, se manifiesta en constelaciones como la de Sagittarius y… en los espacios fríos y oscuros entre las estrellas no es extraña, pues en esa negritud que se pensaba que era la “nada” ahora se sabe que es un espacio cargado de moléculas orgánicas. No queda duda, entonces, que se siguen retirando velos de ignorancia y, que éste que se está descorriendo en nuestros días nos muestra algo que no se suponía ni remotamente, es decir, que estamos en presencia de un Universo Orgánico, descomunal descubrimiento que Carl Sagan nos da a conocer en su libro “La Diversidad de la Ciencia”.
Editorial “Planeta” publicó esta obra de Sagan, la cual permanecía ignorado entre sus papeles en uno de los mil cajones del archivo de Carl Edward Sagan.
El viaje del navegante Cristóbal Colón causó un profundo impacto en el mundo europeo, los puso frente a un continente de selvas exuberantes que ellos desconocían y que les disparó su prolífica imaginería fantasiosa, en el siglo XX la humanidad contempló por primera vez al planeta Tierra, mediante imágenes fotográficas tomadas desde la estratósfera (la primera fue en 1946), todos quedamos atónitos, porque nunca la Tierra había sido vista en todo su esplendor por nuestros ojos, y hoy en pleno siglo XXI volvemos a esta inagotable historia del asombro que una y otra vez nos sorprende, y ocurre al descubrir la existencia del Universo Orgánico, el cual no sólo no se sospechaba su existencia sino que incluso se negaba de modo enfático.
No queda duda que bajo la guía de Carl Edward Sagan la astrofísica nos ofreció la extraordinaria oportunidad de enterarnos de la más grande hazaña exploradora realizada por la humanidad en estos últimos tiempos, hazaña que tiene por protagonista indiscutible la sustancia cósmica. Porque al realizar su búsqueda fuera de nuestro planeta, fue lo que nos llevó a que hoy reconozcamos un Universo distinto, un Universo que tiene un enorme potencial de vida, lo paradójico de este hallazgo, es que sólo quienes somos aficionados a la astronomía estamos apenas enterándonos de ese maravilloso hecho, mientras que la humanidad sigue anclada en el viaje a la luna de Collins, Aldrin y Armstrong o sigue esperanzada que algún día lleguemos a Marte, dos mundos que por las fotografías sólo son un pedregal mil veces peor que cualquier desierto de nuestro planeta. La conclusión que se impone, es que el potencial de vida es universal, la Tierra sólo es una evidencia de cómo ese potencial puede realizarse hasta en los lugares menos probables para que aparezca (!!!). De nuevo pues, en una sana reflexión, seamos humildes, existimos porque el Universo realiza ricos intercambios de sustancia cósmica entre sus innumerables mundos.
Nota I: El tercer capítulo del libro de Sagan se titula “El Universo Orgánico”.
Nota II: La luna, satélite de la Tierra, no tiene tampoco nombre, porque todos los satélites que poseen los planetas son lunas, por ejemplo, Marte (Guerra) tiene dos lunas, una es Fobos (Miedo) y la otra es Deimos (Terror).
Nota III: La luna de la tierra es un enorme fragmento que se desprendió de un proto-planeta que los astrónomos bautizaron como Theia, ese proto-planeta sufrió una colosal colisión y uno de sus trozos todavía no sólido lo atrapó nuestro astro y lo modeló con su fuerza de gravedad como una esfera.
Nota IV: La Tierra tiene también por lo menos otro satélite co-orbital: el asteroide (3753) Cruithne.
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