Entender el mundo VII: «Modelo Kremer»

5:08 Posted by Perro Senil.


El economista Michael Kremer ofreció explicar un millón de años de historia mediante un modelo de crecimiento basado en una ecuación. Para Kremer existe un índice de progreso tecnológico que es proporcional a la población mundial. Supuso que, si al año, se produce una idea realmente brillante por cada mil millones de personas, entonces, en una población mundial de sólo un millón de individuos -los Homo erectus que había en el año 300.000 a.C.- habrían tenido esa idea esplendente sólo cada mil años. Pero como para el año 1800, cuando surgió la Revolución Industrial, había mil millones de personas en el mundo, el índice de innovación debió, entonces, aumentar a una deslumbrante idea por año. Y hacia el año 1930, debía aparecer una idea revolucionaria cada seis meses. Y con los seis mil millones actuales ese tipo de ideas debán generarse cada dos meses. Tal es lo que plantea el modelo Kramer (Hardford, 2008: 301 y 302).

El modelo es absurdo, pero cuadra perfectamente con los datos. Los cálculos previstos en el  modelo cuadran desconcertantemente bien con la realidad histórica. Las grandes poblaciones son buenas para la innovación. A favor de la idea se puede citar lo que sucedió cuando hace once mil años los glaciares se replegaron y, como consecuencia de este hecho climático, un istmo en cierta región del mundo quedó sumergido al subir las aguas oceánicas. Éste pasadizo unía Tasmanía a Australia y aTasmania con un diminuto lugar, hoy denominado isla Flinders. En la isla Flinders quedaron aislados algunas decenas de habitantes, se aferraron a ella y alrededor del año 5.000 a. C. se extinguieron. En Tasmania algunos miles de personas pasaron serias dificultades, retrocedieron tecnológicamente, su muy modesto número no era suficiente para que surgieran nuevas ideas. Australia debía tener unos 200.000 habitantes, continuó creciendo, pero muy lentamente. Inventaron el bumerán (íd. 303, 304).

Aborígenes australianos y sus aprestos culturales sofisticados pero escasos.

Arte de los aborígenes australianos.

Los americanos era unos catorce millones de habitantes, su población les permitió desarrollar civilizaciones formidables, y ciudades admirables. Europa tenía al momento del contacto cuatrocientos millones y una ventaja tecnológica abrumadora con respecto a América. Antes de 1798 el progreso de la tecnología era lento, después de ese año la humanidad se acerca a su primer mil de millones de habitantes y, la tecnología dejó de crecer a un ritmo aritmético, para avanzar geométricamente. Lo que la teoría de Malthus señalaba era válido para el largo período precedente , un millón de años, pero para el momento que publica su obra los hechos desmentían su tesis (304, 305).

Todavía resta por ver si Malthus tendrá su revancha, y si el calentamiento global, la pesca excesiva, la erosión del suelo y el agotamiento del petróleo finalmente se burlarán de la tecnología humana y harán que los estándares de vida se derrumben hasta los niveles de subsistencia. Los precios de los bienes de consumo cayeron a lo largo del siglo XX, lo que sugiere que, a pesar de la demanda cada vez más alta, siempre triunfaba una tecnología más desarrollada. A menudo nuestro comportamiento racional fracasa socialmente. Pero nuestro comportamiento racional también puede producir cosas maravillosas. Cuantos más seamos en el mundo viviendo nuestras vidas lógicas, mejores serán nuestras oportunidades de sobrevivir los próximos millones de años (íd. 305).
Tim Harford. La lógica oculta de la vida. Editorial Planeta. Temas de Hoy. Bogotá, 2008. Páginas: 347. Adquirido en el Mesón de Ofertas de la Librería Europa, Maracaibo, Zulia, Venezuela. Precio irrisorio.
Recomienda a tus amistades:
Incomodísimo.com
El Blog que te permite una lectura breve de un libro extenso.
Sin embargo, advertimos, es insustituible la calidad de las autoras o autores, su riqueza temática, la estética de su estilo y la profundidad de su análisis. Leed el original.

Entender el mundo VI: «Universidad de la vida»

6:14 Posted by Perro Senil.


Artículo de 1 página de extensión.

Tim Harford. La lógica oculta de la vida. Editorial Planeta. Temas de Hoy. Bogotá, 2008. Páginas: 347. Adquirido en el Mesón de Ofertas de la Librería Europa, Maracaibo, Zulia, Venezuela. Precio irrisorio.

Los salarios en Nueva York son superiores a la media nacional, pero el verdadero poder de compra es, poco más o menos, de tres cuartas partes del que tendría si viviese en cualquier otra parte de los Estados Unidos. Rock Island, Illinois, es una ciudad que ofrece una combinación  de precios bajos y salarios más bien altos mucho más ventajosa. Nada impide dejar a Nueva York e irse a Rock Island. Sin embargo la brumadora mayoría no se mudan de la urbe cara a la otra más ventajosa, prefieren Nueva York (Hardford, 2008: 219 y 220).

Nueva York ofrece algo que tiende a ser más abundante cuanto más grande es la ciudad (íd. 220). Las nuevas ideas de cualquier tipo son, lo que las ciudades producen. Las ciudades son exitosas por la innovación (íd. 221). Cuando vives en una ciudad conoces personas interesantes. En las ciudades se establecen conexiones con otras personas en torno a algún interés común, que te hacen más inteligente, porque una persona aprende de la otra cada vez que se encuentran, o simplemente te dan conocimientos observándolas (íd. 222, 223).

Square Garden en Nueva York

La ciudad de Nueva York es un sinónimo o metáfora de «multitudes»

La gente acude en masa a las ciudades y esto implica hervideros de actividad intelectual e innovación. Una ciudad exitosa representa una especie de universidad de la vida. Las ciudades son fuentes de innovación y progreso fundamentales para la civilización. Allí se aprende de formas inconsciente, como si los secretos de los oficios estuviesen en el aire. En las ciudades se aprecia el buen trabajo, los inventos, la organización, las cualidades, y si un hombre pone en marcha una nueva idea, otros la adoptan y la combinan, convirtiéndose así en el origen de otras nuevas ideas (íd. 223).

Las ideas están en el aire en las ciudades y no pago por ellas. Todas las personas dan lecciones en las ciudades y no reciben ninguna retribución por eso, se dan a través de los favores, no suponen ningún coste. Eso es lo que los economistas llaman «excedentes», son externalidades positivas de las ciudades. Ese «excedente de conocimiento» que producen las ciudades es algo maravilloso (íd. 225).

El «capital humano» es importante. Cuando el conocimiento está «en el aire» los países se enriquecen. El «capital humano» es importante para el desarrollo. Las personas inteligentes y cultas ofrecen lecciones que enriquecen el aire de las ciudades. En ese ambiente se dan excedentes  de capital humano porque existe un ambiente de aprendizaje (íd. 228). Los trabajadores de las grandes ciudades, por esas razones, son más productivos. Están aprendiendo de las demás y eso les hace más inteligentes, de allí que reciban un plus salario. Porque en las ciudades los salarios crecen (íd. 231). Pero los precios en las ciudades son más altos, debido a la existencia de esa universidad de la vida. Mientras más grande una ciudad más conocimiento existe «en el aire». Los alquileres de un apartamento minúsculo permite visualizar esa «externalidad positiva», es decir, se da la paradoja de que prefiera pagar un alquiler más alto en Nueva York por un departamento minúsculo a pagar uno barato en Rock Island por uno que es amplio (íd. 230).
Recomienda a tus amistades:
Incomodísimo.com
El Blog que te permite una lectura breve de un libro extenso.
Sin embargo, advertimos, es insustituible la calidad de las autoras o autores, su riqueza temática, la estética de su estilo y la profundidad de su análisis. Leed el original.

Entender el mundo V: «Externalidades positivas»

8:25 Posted by Perro Senil.


Artículo de 1 página de extensión.

Tim Harford. La lógica oculta de la vida. Editorial Planeta. Temas de Hoy. Bogotá, 2008. Páginas: 347. Adquirido en el Mesón de Ofertas de la Librería Europa, Maracaibo, Zulia, Venezuela. Precio irrisorio.

El espacio urbano está lleno de seres humanos que interactúan. Cuando las personas salen al parque, éste se llena de vida. Un economista ve detrás de las multitudes las «externalidades positivas». Cuando voy al parque con mi hijo, estoy brindándole una externalidad positiva al parque, la cual es del disfrute de las otras personas que están allí. Es lo opuesto a la contaminación o la congestión del tráfico, en la que se perjudica el grupo humano, es una externalidad negativa, las externalidades positivas son maravillosas (Harford, 2008: 174, 175).


Los economistas valoran las externalidades positivas y externalidades negativas en el ambiente urbano. Estas explican los costes y beneficios en términos de salud y felicidad. El Producto Interno Bruto medidos en índices de bienestar debe utilizar estos instrumentos de la «Nueva Economía», si lo que se desea es construir un mundo que responda a unos fundamentos diferentes.

 Mi asistencia al parque con mi hijo no sólo lo hace más interesante, sino que también lo hace más seguro, es otra externalidad positiva. Las calles vacías parecen peligrosas. Y la arquitectura residencial también puede generar externalidades. Una zona con grandes edificios residenciales, puede alentar los delitos callejeros, por ejemplo, el robo de automóviles. Cada piso adicional en tu edificio incrementa en dos puntos y medio el porcentaje de riesgo, porque aleja a las personas, hacia arriba, de la calle. Las viviendas de una o dos plantas, por lo contrario,  brindan un aura de seguridad a la vía (íd. 179, 181).

Cuando se tiene en cuenta la pobreza surgen otras cosas importantes. En 1994 se escogieron residentes de zonas muy pobres -con índices de pobreza de al menos un 40 por ciento- de Boston, Baltimore, Chicago, Los Ángeles y Nueva York. Se les presentó un programa denominado “Mudarse en busca de una oportunidad”. Lo que se pretendía averiguar era qué sucedía cuando se mudaban los residentes de los guetos a zonas con bajos niveles de pobreza. A los participantes se les dieron vales de ayuda, sólo eran válidos si la familia lograba encontrar un lugar para vivir en un barrio con un índice de pobreza menor al 10 por ciento. La oportunidad prometía una vida lejos del abandono, la pobreza y la delincuencia de los guetos. Cualquier diferencia que ocurriera en las familias debía ser atribuida a los efectos de la mudanza (íd. 181, 189, 190).

El experimento demostró que los barrios influyen mucho en algunos aspectos, y nada en absoluto en otros. Los adultos y niños que se mudaron a barrios más adinerados se sintieron mucho más seguros y felices. Los problemas de conducta cayeron entre las niñas y los niños, los ataques de asma descendieron, tuvieron cinco veces menos probabilidades de ser atacados o amenazados. Los adultos tuvieron menos depresión y su estado de salud mejoró. Sin embargo, los adultos no tuvieron mayores posibilidades de encontrar un empleo, y los niños no mejoraron su rendimiento académico después de mudarse (íd. 189, 190).

El barrio establece una gran diferencia en tu salud y felicidad. Tu barrio importa, pero no es tu sino. Los jóvenes que se mudaron en busca de una oportunidad se volvieron más felices, menos temerosos e incluso más sanos. Con el tiempo, quizá tengan más posibilidades de encontrar un empleo. Los que toman la decisión de mudarse comienzan una nueva vida (íd. 191).

Recomienda a tus amistades:

Incomodísimo.com

El Blog que te permite una lectura breve de un libro extenso.
El estilo, riqueza de contenidos, profundidad y sistematización de lo tratado hacen del libro de Tim hardford un objeto insustituible. Adquierelo en las librerías para enriquecer tu biblioteca.

Entender el mundo IV: «Geografía patológica»

21:20 Posted by Perro Senil.


Artículo de 1 ½ página de extensión.

Tim Harford. La lógica oculta de la vida. Editorial Planeta. Temas de Hoy. Bogotá, 2008. Páginas: 347. Adquirido en el Mesón de Ofertas de la Librería Europa, Maracaibo, Zulia, Venezuela. Precio irrisorio.

En los Estados Unidos la capital del país es una ciudad dividida. La jefa del departamento del Banco Mundial frente al mapa de Washington D. C. nos señaló un cuadrante y nos dijo “Toda esta zona es segura”, indicaba los barrios de Georgetown y Cleveland Park. Después tomó un bolígrafo y trazó una línea a lo largo de la calle Dieciséis. El bolígrafo atacó el papel, excavando una trinchera. Esa línea es objeto de controversia, al dividir por la mitad la Dieciséis deja, de un lado al Distrito Tercero en el que hubo en el año de 2005 veinticuatro homicidios, y si se mira de ese mismo lado  hacia el barrio de Anacostia y el Distrito Séptimo, nos advirtieron que no nos arriesgásemos a entrar, hubo sesenta y dos homicidios en dicho año.  Mientras que en Georgetown y Cleveland Park no hubo ninguno, estos dos barrios quedan en el lado opuesto (Hardford, 2008: 165, 166).


Uno  de los lados no sólo es menos letal, sino también es más agradable que el otro. Allí los niños que viven en la pobreza son quince veces menos que en Anacostia. El índice de pobreza absoluta es cinco veces menor. A esto se agrega algo más delicado, en el lado agradable un 80 por ciento es población de raza blanca y en Anacostia el 93 por ciento es de raza negra. Washington D.C. presenta bolsas de pobreza y segregación racial marcados en los barrios céntricos, esto es, una geografía patológica (íd. 166, 167).

En todos los Estados Unidos existe una conexión entre la geografía urbana y la raza, el resultado de esto, si se adiciona la criminalidad y la pobreza, es la existencia de guetos. Éstos  son zonas deprimidas atestadas de inmigrantes y afroamericanos, barrios que los blancos evitan. Nos interesa averiguar ¿qué es lo que produce esas zonas? Nuestra hipótesis es que esos barrios extremos son el resultado de personas que toman decisiones inteligentes mediante preferencias moderadas. Lo sorprendente es que esa racionalidad que emplea la gente corriente no es extrema, y sin embargo produce esos resultados tan pésimos (íd. 166, 167).

Esa extrema segregación racial que existe en algunas ciudades norteamericanas parece indicar la existencia de un racismo muy profundo. Pero las investigaciones apuntan que esa segregación por raza, por clase social y por nivel económico se puede imputar a prejuicios moderados que arrojan resultados trágicos (íd. 167). Para entender el mundo en este caso los investigadores han recurrido a la «teoría del juego».

Hazte con un tablero de ajedrez y con fichas blancas y negras, colócalas como se observa en la siguiente imagen:


Las fichas pueden representar blancos y negros, pero también pudiesen ser nativos e inmigrantes o ricos y pobres. En los cuadrantes de 3 x 3 cada uno de los residentes tiene en su zona ocho vecinos con los cuales constituye un barrio mixto. Como sus preferencias son moderadas, vive feliz en ese barrio, porque «los otros» no los superan, incluso, si los superan levemente como ocurre en las esquinas, no hay problema porque su preferencia es moderada, y esa actitud le permite mantener la armonía gracias a que es tolerante. Tales zonas son modelos de una sociedad integrada o concreción de la utopía de la integración (íd. 167, 168, 170).

Pero sí ocurren movimientos (mudanzas) y «los otros» llegan a superarlos de un modo amplio, entonces, se irían del lugar, porque ya no estarían contentos de su zona. La zona modificada se escapa de los límites de la tolerancia.  Por desgracia una sociedad es terriblemente frágil, por muchas razones la disposición alternada de las fichas puede alterarse y el barrio mixto pasa a convertirse en un barrio  de marcada definición por una raza, una clase social o un determinado segmento de nivel económico. Se crean guetos (íd. 170, 171).

Quita de tu tablero de ajedrez perfectamente integrado veinte fichas, las vas sacando al azar. Después añade  algunas de forma aleatoria, por ejemplo, coloca cinco. La pequeña diferencia que va a surgir resulta crucial, descubrirás de pronto que una ficha negra queda en su barrio con el doble de fichas blancas. Ese efecto que escapa de los límites de tolerancia producirá en una reacción en cadena de gente que se irá del lugar y el crisol de razas se disgrega -fin del barrio mixto o utopía-. Se desenmaraña la diversidad, y aparecen grupos homogéneos -guetos-. Las personas se mudan para evitar quedar aisladas (ídem).

Quien descubrió este sencillo proceso fue Thomas Schelling, él hacía uso de la «teoría del juego» para explicar la realidad. Schelling es célebre  con toda justicia, obtuvo el Premio Nobel de Economía en 2005. En este caso descubrió que en lo profundo de la «geografía patológica» una modesta preferencia por tener vecinos semejantes a ti puede conducir a una segregación extrema. En otras palabras, las causas moderadas podrían conducir a resultados extremos. El tablero depende de tu forma de ser, y sólo basta que tengas una preferencia moderada para que la línea controversial se trace como la que existe con la calle Dieciséis en Washington D. C. (íd. 171,172).

Recomienda a tus amistades:
Incomodísimo.com

El Blog que te permite una lectura breve de un libro extenso.
El estilo, sistematización, riqueza y sentido original es insustituible. Adquiere el libro para tu joyel.


Entender el mundo III: «Ratas racionales»

7:03 Posted by Perro Senil.


Artículo de 1 página de extensión.

Tim Harford. La lógica oculta de la vida. Editorial Planeta. Temas de Hoy. Bogotá, 2008. Páginas: 347.
Adquirido en el Mesón de Ofertas de la Librería Europa, Maracaibo, Zulia, Venezuela. Precio irrisorio.



La gente planifica, calcula y sigue una estrategia no sólo para las cuestiones de la cartera sino también para las del corazón. Los cálculos que realizamos son complejos, pero a menudo lo hacemos inconscientemente, como ocurre cuando alguien lanza una pelota y, para que la atrapemos nuestro cerebro resuelve ecuaciones diferenciales, para determinar dónde va a caer. Esas ecuaciones muy pocos las harían con lápiz y papel, pero todos las realizamos con el inconsciente (Hardford, 2008: 32). Somos seres calculadores, del mismo modo, gracias a nuestra racionalidad,  planificamos y seguimos una estrategia. Atrapar la pelota muestra las cualidades de la racionalidad inconsciente que está dentro de nuestro cerebro. Actuamos con una lógica en nuestras vidas. Pero la existencia de lógica de la vida no se limita al mundo humano. 

La teoría de la elección racional es una herramienta para comprender el mundo, más allá de lo que cabe imaginar. A principios de la década de los setenta los investigadores empezaron a preguntarse cuán inteligentes son los animales en realidad. Pusieron a disposición de  ratas de laboratorio dos tipos de bebidas, una era la favorita de estos animalitos, la otra era de un sabor amargo que consumían pero no les agradaba. A partir de esta base de consumo que establecieron querían averiguar si ¿Pueden las ratas planificar, calcular y realizar elecciones si se les proporciona un salario, precios y un presupuesto?, es decir, ¿existe una racionalidad económica dentro de los cerebros de las ratas expuestas a estímulos y compensaciones? (íd. 40, 41).

Los investigadores pusieron a cada rata en el laboratorio un expendedor de bebidas, éste tenía dos palancas, una para la bebida favorita y otra para la bebida amarga. Las ratas aprendieron a obtener bebidas ejerciendo presión en las palancas. Aprendieron, además, que las palancas ofrecían diferentes cantidades de bebida. Esa situación se traducía en salarios y precios. Si la palanca proveía menos cantidad de líquido era porque el precio había subido. En este experimento se colocó un límite a las veces que se podía presionar la palanca por sesión, es decir, se asignó un salario. La bebida amarga era más barata, esto es, proveía de mayor cantidad de líquido u ofrecía una ración generosa. Sí la rata esta sedienta, y es inteligente, deberá oprimir la palanca de la bebida barata y conformarse con una ración muy modesta de la bebida agradable, porque deberá lograr que su salario le alcance para satisfacer sus necesidades vitales. Y eso fue precisamente lo que lograron estos ratones, es decir, calcularon con éxito (íd. 42).

Los experimentadores subieron el precio de la bebida amarga, es decir, ahora obtenías menos por tu dinero. La racionalidad indica en ese caso que deberás aumentar tu gasto en la bebida desagradable y, esto lo haces porque debes ajustarte a un presupuesto. Debes actuar con criterio económico y aceptar tu empobrecimiento, consumiendo cada vez menos tu bebida favorita, por supuesto, ¡sí eres inteligente! Eso es exactamente lo que hacen las ratas racionales (íd. 43).

Un «bien de Giffen» es aquel que cuando aumento su precio también lo hace su demanda. Este tipo de bien  es dramático y paradójico, porque el aumento de los precios genera más pobreza entre quienes dependen de un salario y la pobreza genera más demanda de los productos básicos para su subsistencia. Cuando se refiere a la dieta, un bien Giffen, serían por ejemplo las patatas, lo que se traduce en comprar más patatas y menos queso para rellenarlas. Las ratas habían resuelto en el laboratorio el enigma de Giffen al decidir por la opción más inteligente, y su decisión racional les permitió sobrevivir. Las ratas fueron intelectualmente brillantes en su habilidad intuitiva y atraparon exitosamente los lanzamientos de la pelota -atrapar la pelota- que le hacían los experimentadores que ponían a prueba su racionalidad económica (íd. 43, 44).

Recomienda a tus amistades:

Incomodísimo.com

El Blog que te permite una lectura breve de un libro extenso.
La lectura del libro original es insustituible por: su estilo literario, la sistematización de su idea brillante, la abundancia de conocimiento relevante y la prodiguidad de información y datos. Adquiere este libro para tu biblioteca selecta, con ella labras un núcleo duro para construir una sociedad del conocimiento. Con aprecio, Perro Senil, Jefe de Redacción de Incomodísimo.com


Entender el mundo II: «La lógica de la vida»

5:06 Posted by Perro Senil.


Artículo de 1 página de extensión.
Tim Harford. La lógica oculta de la vida. Editorial Planeta. Temas de Hoy. Bogotá, 2008. Páginas: 347.
Adquirido en el Mesón de Ofertas de la Librería Europa, Maracaibo, Zulia, Venezuela. Precio irrisorio.

La gente racional responde a las compensaciones y a los estímulos. Cuando los costes o los beneficios de algo cambian, la gente modifica su comportamiento. Las personas racionales piensan en el futuro, tanto como en el presente, ya que intentan predecir las probables consecuencias de sus acciones (Hardford, 2008: 22).


Para entender al mundo el economista no puede restringirse a observar el comportamiento de la Bolsa de Valores o los índices de inflación, su mirada se puede posar sobre el comportamiento del hombre y la mujer en sus múltiples y variadas relaciones, en las cuales los valores ocultos representan costes, beneficios y presupuesto. Esos valores determinan comportamientos sexuales, delictivos, lúdicos, belicosos, afectivos, excluyentes, discriminatorios, ideológicos o históricos que nos revelan la lógica de la vida que subyace en nuestras acciones. La «nueva economía» observa ahora el mundo con otros ojos, y desde ellos mira escenas de profundo sentido económico como la que atrapa esta hermosa fotografía.
El coste de las relaciones sexuales es más elevado que antes a causa de la propagación del VIH/SIDA. Cuando  el precio sube se reduce el consumo. El número de adolescentes vírgenes creció más de un 15 por ciento en los Estados Unidos desde principios de los años noventa. También el uso de la píldora anticonceptiva se redujo, al tiempo que aumentaba el  empleo de preservativos.  Es la lógica de la vida que responde a un comportamiento racional muchas veces inconsciente (íd. 23, 24).

El control de la natalidad también asociado a las relaciones sexuales tuvo respuestas semejantes. Los estados norteamericanos donde la norma del aborto adolescente se condicionó al consentimiento de los padres, puso más difícil a las jóvenes abortar, entonces, se desalentaron las prácticas sexuales de riesgo. Por el contrario, en aquellos estados donde el embarazo no deseado puede ser interrumpido sin decírselo a los padres, la tasa de abortos se mantuvo alta. Las adolescentes responden de manera racional ante el riesgo. El sexo, por tanto, tiene un coste que las adolescentes calibran (íd. 25).

¿Qué hace un economista fisgoneando en estos asuntos? Hay una innovadora generación de economistas que está descubriendo algo nuevo referido al sexo, la delincuencia, los juegos de azar, la guerra, el matrimonio, los guetos, el racismo, la política y la historia de la humanidad, para entender el mundo. Sobre el trabajo de estos autores es que trata este libro, ellos intentan ver cómo funciona el mundo. Para los efectos emplean la  «teoría de la elección racional», con la cual hacen la economía de todas las cosas (íd. 27/29).

Cuando resulta más difícil hacer algo, la gente tenderá a hacerlo menos; cuando resulta más fácil, se inclinará a hacerlo con más frecuencia. Sopesan sus opciones y tienen presente las limitaciones, como el presupuesto total con el que cuentan (íd. 29). Los costes que valoran no sólo tienen que ver con dinero, la adolescente valora costes y beneficios de las relaciones sexuales, es decir, riesgos y goces. En cuanto  al presupuesto total la gente no sólo piensan en la disponibilidad monetaria depositada en su cuenta bancaria, sino que valora el tiempo de que disponen, la energía que sienten, el talento que les acompaña y la atención que tendrán que dispensar en el asunto en el que están enfocados. Incluyen, en su racionalidad, el coste futuro. Y todo esto determina como actúan para seleccionar el sitio dónde se mudarán,  las relaciones sexuales que practicaran habitualmente, las violaciones de la ley que se permitirán… es decir, lo que harán o no en la vida (íd. 30).

La lógica de la vida subyace a todo lo  que hacemos. Actuamos como economistas. Calculando costes y beneficios, y valorando el presupuesto total del que disponemos.

Recomienda a tus amistades:

Incomodísimo.com

El Blog que te permite una lectura breve de un libro extenso.

Sin embargo, advertimos, es insustituible la calidad de las autoras o autores, su riqueza temática, la estética de su estilo y la profundidad de su análisis. Leed el original.

Entender el mundo I: «Teoría de la elección racional»

4:11 Posted by Perro Senil.


Artículo de 1 página de extensión.
Tim Harford. La lógica oculta de la vida. Editorial Planeta. Temas de Hoy. Bogotá, 2008. Páginas: 347.
Adquirido en el Mesón de Ofertas de la Librería Europa, Maracaibo, Zulia, Venezuela. Precio irrisorio.

Vivo en un barrio poco refinado. La casa del mecánico está abarrotada de chatarra, hay casa de apuestas y salones de masajes, y las aceras inmundas de un bar. En el club nocturno de mala reputación asesinaron a un joven a balazos. Yo que soy un economista reparo en los apostadores, prostitutas, bebedores y pandillas, sólo que los veo con otros ojos. Los economistas buscamos la lógica que se esconde detrás de las decisiones que se toman en la vida, es decir, las ocultas decisiones racionales (Harford, 1908: 15).

Si  queremos entender nuestro mundo o como cambiarlo, hay que comprender la «Teoría de la elección racional». En mi barrio es peligroso cruzar algunas calles muy transitadas, carecen de paso de peatones, resultado de una política fallida. El Gobierno local administra éste y otro barrio, en éste es abundante la pobreza, en aquel hay gente adinerada. La calle principal de aquel barrio no tiene uno sino tres pasos peatonales. Tal vez los adinerados de aquel barrio utilizan sus influencias sobre los funcionarios gubernamentales y, así obtienen que su barrio sea el producto de políticas exitosas. O en aquel barrio el típico vecino es dueño de su propia casa, piensa vivir allí durante mucho tiempo y tiene mucho que ganar si se realizan mejoras en su barrio. Tienen incentivos para ser políticamente activos (íd. 15 y 16).  
Pero hay que seguir desconchando las capas del problema, para revelar en toda su dimensión la sorprendente verdad. Cuando un pedófilo se muda al barrio, el valor de las casas en la manzana donde éste se residencia desciende de precios. Nadie quiere tener por vecino un pedófilo. No obstante, para tomar nuestras decisiones tenemos valores ocultos. ¿Admitirías que una hipoteca un poco más barata mitigaría la indignación que te produce un pedófilo que vive a la vuelta de la esquina? El hecho es que el precio determina que adquieras tu vivienda, porque éste sirve de compensación del costo que representa ese vecino indeseable. Al economista le interesa conocer la existencia de esos valores ocultos, porque estos explican la lógica de la vida (íd. 17).

Es uno de esos raros economistas, que no andan pendientes de las cotizaciones de las Bolsas de Valores o por la estadística sobre la inflación, sino que reparan con deleite en los comportamientos del ser humano y en los costos y beneficios no monetarios que este recibe en su vida social. En otras palabras Tim Harford es otra de las grandes figuras que se interesan por aplicar y divulgar la «nueva economía» para explicar la aparente confusa realidad.

Estas decisiones racionales pueden ser inconscientes, pero hasta los adolescentes las toman porque ese comportamiento racional se ha generalizado. Las elecciones racionales subyacen en nuestros comportamientos. En manos de los economistas, la «teoría de la elección racional», produce una imagen radiográfica de la vida humana. Esa imagen muestra algo que no pudiste ver antes (íd. 18).

¿De dónde nos vienen nuestras motivaciones para hacer una elección sobre cualquier cosa?  Las pasiones y principios son las que nos mueven en una y otra dirección. El mundo que la economía explica no es un mundo sin amor o cualquier otra emoción. Las decisiones que la gente toma expresan muchos de los misterios de la vida. Y la vida se explica por la existencia de una lógica racional o “La lógica oculta de la vida” (íd. 19).

Recomienda a tus amistades:

Incomodísimo.com

El Blog que te permite una lectura breve de un libro extenso.

Acá se muestran las líneas maestras, pero jamás sustituimos la calidad y la profundidad de las autoras o autores, la lectura del original es el placer total y genuino.