Cabimas VIII: Paroxismo

6:59 Posted by Perro Senil.

La historia de Cabimas alcanza su paroxismo durante el siglo XX, durante esta centuria la Cabimas tradicional preurbana -narra el libro que se está comentando- fue atropellada ignominiosamente por la irrupción violenta de la Cabimas petrolera en este ámbito político territorial, y ésta última a su vez fue indeteniblemente interpenetrada por la Cabimas popular, creándose con ese aparatosa cadena de acontecimientos un caos de grandes proporciones.
La Cabimas caótica es el resultado de "las tres Cabimas" que se interpenetran, superponen o coexisten, pero cuando se capta cada una por separado haciendo abstracción de las otras dos surge con toda su riqueza la tradicional, la popular y la moderna mostrando, además, cada una su impresionante estética.

A ese hecho ubicado a nivel de los fenómenos propios de los «núcleos poblados», los autores de “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” incorporan acertadamente el hecho humano, y muestran cómo ese factor en este maremágnum trae sobre la localidad una impronta cosmopolita, puesto que desde caseríos y aldeas que no aparecen en los mapas, hasta pueblos y ciudades distantes las unas de las otras, la Venezuela agrícola se vuelca sobre la Cabimas pueblerina, para encontrarse en ese restringido medio con otra avalancha humana que también arriba a este mismo lugar proveniente del Caribe, Europa, los Estados Unidos de Norteamérica y América del Sur.

Medina y Fernández con una muestra significativa revelan cómo en una sola Compañía el año de 1936 existían pobladores de 176 localidades provenientes de todo lo largo y ancho de Venezuela, y señalan que un fenómeno de estas proporciones sólo ocurrió en tiempos de la Independencia, luego indican por medio del mismo documento la presencia en Cabimas, para ese entonces, de ingleses, estadounidenses, españoles, noruegos, austríacos, alemanes, holandeses, fineses escoceses, daneses, italianos, húngaros, portugueses y polacos, y del área del Caribe señalan gente originaria de: Trinidad, Grenada, Guayana Inglesa, Tobago, Santa Lucía, Jamaica, Sant Vicent, Sant James, Pinches Town, Sant Andrew, Cariacon, San Fernando, Guayana Holandesa, Curacao y Aruba, y de la América Nuestra encuentran la presencia, también, de uruguayos, puertorriqueños, mexicanos, cubanos, colombianos, peruanos, panameños, y nicaragüenses.  

El resultado de este macro encuentro cultural, es lo que los autores de este libro denominan como el afloramiento de los neocabimenses. Observación que posee un valor inconmensurable, porque en el fondo evidencia el contenido antropológico que adquiere ese proceso histórico que este libro titula como la fundación postrera. Ese hecho antropológico es sumamente importante para analizar la interesante dialéctica identitaria emergente en esta localidad con visos sui generis.

“Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960”  al periodificar todos estos eventos, ubica los orígenes de la fundación postrera a partir del  año de 1906 y señala que se prolonga hasta 1913, luego describe la instalación de «campamentos» que van introduciendo un paisaje maquinizado, etapa que denominan provisoriamente como de incipiente «espacio urbanizado», estos campamentos –dice este estudio- caracterizan los años iniciales de la explotación petrolera entre 1914 y 1921, pasa luego a registrar entre 1922 y 1924 el momento del «hito urbano», en el cual surgen cuatro barrios precarios que se conocen en la localidad como “Los Barrosos”, que crean un punto de inflexión, finalmente indica que la última etapa se opera entre 1925 y 1960, donde se desarrolla el fenómeno citadino con gran celeridad -en especial a partir de 1936-, transformando aquel medio (bajo un proceso de carácter revolucionario) en una Cabimas emergente, capitalista y moderna.
En el tejido urbano de Cabimas está  inserto los avances de la ciencia urbanista desarrollada en Europa y los Estados Unidos de Norteamérica, esto indica la exportación hacia estas latitudes de ese modo de construir ciudades, lo cual en nuestro medio se convirtió -entre otras cosas- en campos residenciales dotados de áreas de recreación y de servicios donde se materializa la Cabimas moderna.

Este trabajo presenta un análisis minucioso de lo que denominan como el «Proyecto Aranguren», muestra a sí mismo con lujo de detalles: la ruptura radical del modo de vida tradicional, la fuerza capitalista de vanguardia que se abalanza sobre este ámbito histórico, el contexto histórico internacional en el cual se describen los sucesos del bloqueo económico y militar al cual fue sometida Venezuela por las grandes potencias mundiales y por México, y revela a sí mismo la aplicación de la política monroeista por los EE.UU. en esa gran coyuntura. Por otro lugar, con un gran sentido crítico indica como se mueven las fuerzas históricas internas durante esos años iniciales del siglo XX, y lo hacen estos investigadores recurriendo a una interpretación que tiene por basamento el enfrentamiento bélico entre las élites cafetaleras andinas contra las élites del centro del país o confrontación armada del campo y la ciudad, donde la injerencia internacional va a resultar decisiva en el resultado final de esa confrontación, el cual fue la de instalar en el país una feroz dictadura que se cierne sobre los trabajadores venezolanos durante tres largas e interminables décadas, época patética,  donde la historia de las compañías petroleras internacionales figuran como actores sociales de primera magnitud en ese acontecer patrio. Por último el estudio señala de modo esquemático los destrozos humanos y la devastación de la naturaleza que se realizan bajo las directrices del Modo  de Vida capitalista. Todos esos hechos registrados en este trabajo (que los autores conectan con lo que ocurre en Cabimas) hacen del estudio de las fundaciones que Cabimas un tema histórico, superando así el nivel de crónica al cual estaba aherrojado.

Esta investigación dota, además, al análisis de la fundación postrera con un conocimiento de la ciencia urbanista que ha surgido entre finales del siglo XIX y que se ha desarrollado con inusitado ímpetu en la primera mitad del siglo XX, años en el cuales el proceso fundacional de la Cabimas petrolera cobra forma y recibe influencia de aquel avance sobre cómo construir ciudades.  Para los efectos hace una selección de los arquitectos-urbanistas que descollaron en ese entonces, exponiendo cuáles fueron sus contribuciones a lo que deberían ser los trazos magistrales para edificar ciudades ex novo y ciudades neotécnicas, en este sentido, menciona entre otras las Cité Industrielle, las Villas, las Company Town y las Broadcre City. Señalando, en medio de este interesante panorama, cómo en esa época surge en los grandes centros imperiales el plan de exportar ciudades, para poder explotar con eficacia los recursos naturales de la periferia, y cómo es precisamente por esa vía que se inscribe la fundación de la Cabimas postrera en esa política imperial.
Por último “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” alerta sobre el crucial papel estratégico  que tienen las ciudades petroleras para la nueva civilización neotécnica, es decir, el papel clave que juegan en la acumulación de capital y del imperativo crecimiento económico ampliado, lo cual convierte a Cabimas Oil en uno de los centros neurálgicos de la economía mundial. Hecho éste de carácter crítico, porque en nuestros días se está alcanzando el cénit de la explotación petrolera a escala mundial, lo cual va a deparar acontecimientos como el que ocurre hoy en día en la República Libia con una frecuencia cada vez más cercana. La vitalidad de Cabimas desde 1906 hasta la actualidad es por todas estas explicaciones expuestas en este impetuoso libro un verdadero paroxismo histórico.

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NOTA MUY IMPORTANTE: La referencia a un "Mapa N° 1" que en el libro aparece en las páginas 61, 62 y 64 es un error, corresponde es al Mapa N° 2 que está en la página 53 de esta obra.

NOTA: El cénit petrolero hace alusión a la teoría del pico de Hubbert.

Cabimas VII: Fundar es someter

5:51 Posted by Perro Senil.

 “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” nos hace reflexionar sobre las fundaciones de pueblos, cuando este acontecimiento es un evento ocurrido bajo la corona española. Porque en este caso, las fundaciones son celebradas en nuestro medio por fuerza de una costumbre inveterada, sin meditar cuál fue el papel histórico que jugaron en su tiempo, el cual a veces no es muy halagüeño.

En este libro se registra la fundación del pueblo de Cabimas en tiempos de la colonia «paso a paso» y luego se coteja con el marco jurídico que el sistema español prevé para esos eventos, corroborando mediante ese procedimiento cómo la erección de esta población se ajustó con amplitud a las disposiciones contenidas en las Leyes de Indias, e incluso cómo llegó a cumplir con posterioridad los requisitos que luego promulgaría la república para considerar a un asentamiento humano como un «pueblo».

El relato que se logra en esta publicación “impacta por la demoledora minuciosidad con la cual narra los hechos que registra esa memoria hasta ahora desconocida. Es pasmoso, pues, llegar a conocer tantas cosas y con tal detalle sobre los cuales nadie charlaba o  escribía”. Asombra, en este sentido, el conflicto que genera esa fundación entre el obispo de la diócesis y el gobernador de la provincia, causa admiración cómo el caso fue elevado y dirimido a nivel de la Real Audiencia de Caracas por estos protagonistas. Es impecable como se precisa la participación particular en esa fundación de cada una de los «cabezas de familia» de los vecinos de esa costa y, como se especifica quiénes descollaron en la erección de esa nueva población de la Provincia de Maracaibo… Y de este modo la narración va dando a conocer una larga lista de acontecimientos, personajes, situaciones y condiciones que van apareciendo con ese proceso fundacional. Tal detalle hace de esta obra un trabajo de reconstrucción de gran envergadura. Además, fue un considerable esfuerzo el haber realizado un seguimiento del proceso desde mitad del siglo XVIII hasta la primera década del siglo XX, es decir, el abarcar a través de ese considerable período de tiempo las fases formativas donde se precisan los orígenes del poblamiento, la colonización del territorio, la formación de los primeros “núcleos poblados”, la selección de un vecindario para erigirlo en «pueblo» y la obtención del patrimonio que le corresponde como parroquia a partir de ese «momento crucial».      

Pero lo verdaderamente importante de este estudio es que al entrar en el análisis de la fundación de la Cabimas hispanocriolla, hace ingresar el tema en el terreno de la teoría de la historia, porque introduce asuntos no debatidos por quienes se han interesado en ese proceso como es, entre otras cosas, la aplicación al asunto de la oposición espacio del desorden/espacio del orden, la fundación de derecho, la fundación como la contradicción antagónica inclusión/exclusión y la fundación como política de expansión imperial. Aspectos estos en los cuales se asume la fundación monárquica de Cabimas en su vertiente nada halagüeña.

En los tiempos del Monarca absolutista Fernando VII es edificado el pueblo de Cabimas, la planta original de la población que es construida sigue las instrucciones reales para fundar pueblos, villas o ciudades, normas que en su sentido más amplio son aplicadas por el Obispo Rafael Lasso de la Vega en esa comunidad de la costa este del lago. A partir de ese momento Cabimas deja de ser un «partido» de La Rita y queda en el estado de poder asumir su propia representación ante las autoridades provinciales.

Todo esto hace de esta narración un trabajo que hay que incluir definitivamente en el índex de autores de la literatura histórica regional. Para incomodisimo.com la calidad académica de esta investigación -para tratar el tema de las fundaciones en la época colonial venezolana en su aspecto más controversial-, se pudiese sintetizar con la siguiente frase: Fundar es someter. Frase impertinente mediante la cual se pretende recoger -en este blog de reseña de libros que exponen verdades incómodas- los asuntos de fondo que plantea esa exposición magistral de “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. -1960”.

Carlos Medina y Alberto Fernández. Cabimas Kupaiwa (350 a.C. - 1960)". Editorial Busaca, Maracaibo. 335 páginas.

Cabimas VI: Casa Kupaiwa

15:18 Posted by Perro Senil.

 “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” ofrece a sus lectores una información fascinante de las poblaciones que existían en el territorio nacional en el período prehispánico, y para hacerlo entrega un “Esquema del desarrollo histórico de los asientos indígenas  en Venezuela durante el período aborigen”, apretado recuento donde aparecen desde los asentamientos más antiguos y remotos, hasta aquellos que llegaron a conocer los conquistadores europeos que se aventuraron por estos predios. La idea de ese “Esquema” es la de disponer de unas imágenes, mediante las cuales los estudiosos puedan construir una visión hipotética del tipo de asiento aborigen que antecedió a las poblaciones que los hispanos con posterioridad fundaron en ese específico lugar. En este orden de ideas, “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960”  pretende aportar un marco de referencia sobre los “núcleos poblacionales” que construyeron aquellas culturas aborígenes durante diferentes épocas en diversos lugares de la geografía nacional, dentro de ese orden de ideas, este libro menciona, en líneas generales, los paraderos o instalaciones, campamentos y aldeas que fueron formándose en sus procesos históricos.

“Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” siguiendo las descripciones y explicaciones de diferentes autores interesados en el tema de los tipos de asientos que los indígenas realizaron en el territorio nacional, reúne y presenta un material –real maravilloso- que abarca desde los paraderos efímeros hasta la aldea protoagrícola. Allí, se muestra siete tipos de asientos donde se indica: su localización y ubicación geográfica en el territorio nacional, el tiempo en el que existieron, cómo estaban constituidos en su espacio interior y cómo estaban equipados, como se proyectaban en su espacio exterior y de qué elementos se valían en él para ser funcionales, el diseño o configuración del asiento en su conjunto total, la morfología y fisonomía del establecimiento, la funcionalidad de sus partes y el papel de su totalidad, la simbología de sus componentes, su respuesta a un estadio de desarrollo de las evolución histórica, y en algunos casos aborda la descripción y el significado para el Modo de Vida de la vivienda del asiento, es decir, la importancia de la «casa» como concreción de un concepto de universo alcanzado en aquellas portentosas culturas.

Esa misma encuesta la aplica este trabajo, a continuación, a cuatro casos de gran envergadura como son: la aldea vegecultora, la aldea monticular mixta, la aldea monticular semicultora/necrocultora y la aldea jerárquica. Las cuales por su complejo desarrollo dejan perplejo al neófito en esta materia.

Este viaje inverosímil hacia el pasado remoto abre un mundo desconocido, donde cada uno de esos tipos de asentamientos  presenta una rica variedad de modalidades de ocupación del espacio, que en su conjunto presenta un motivante desafío para el historiador de localidades,  en especial, cuando se trata de determinar a partir de ese conocimiento las relaciones históricas que subyacían a un poblamiento específico concreto que se esté sometiendo  a experticias. “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” pues, ejerciendo el derecho a errar, porque a fin de cuentas la ciencia no es más que un ejercicio consciente de ensayo/error, desarrolla una serie de conjeturas -a partir de los datos que ha logrado acumular, sobre una vasta área de yacimientos arqueológicos existentes en el ámbito de Cabimas donde se han localizado una oncena de sitios, y las expone sin mojigaterías por la vía del exceso utilizando a ese “Esquema” como plataforma para establecer sus conclusiones. Pero más que un avance de investigación, en realidad lo que se expone es un esfuerzo interpretativo de orden imaginativo, con las cuales se pretende responder grandes cuestiones a ser develadas sobre lo que estos autores denominan como la Comarca Aborigen Cabimas: ¿Estaban asociadas entre sí esas aldeas? ¿Existió un eje de aldeas que explotó la resina del árbol Cabimas y que dio origen a las otras aldeas de esa microregión? ¿Mantenía esa oncena de aldeas vínculos con el Señorío de los caquetíos y con el Cacicazgo andino?, ¿Cuál era su interrelación con la Sociedad aldeano igualitaria de la cuenca lacustre?, ¿Cuál era el papel político de ese poblamiento en la región geohistórica del occidente venezolano? ¿Cuales podían ser los productos que podían llevar a la red de intercambios regional? son algunas de las interrogantes que se plantean en “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. - 1960” y a las cuales se les da respuestas provisionales  mediante el método de la microhistoria.

El trabajo de Fernández y Medina es explicito en señalar que la historia de la Cabimas aborigen sólo se puede escribir a partir de los resultados que arrojen las campañas arqueológicas que se realicen sobre ese inmenso campo de yacimientos, dentro de ese orden de ideas, indican que esa importante responsabilidad está en manos, en estos momentos, en el equipo que el antropólogo Lino Meneses ha creado con  Jonny Alarcón Puentes, Lenín Calderón y Yamilet Vicuña  para someter a las habilidades de la ciencia arqueológica a estos “sitios”, porque esa opción científica permite leer en esos yacimientos las características que desarrollaron quienes eran sus habitantes, información que con posterioridad, manejada mediante la metodología de la historia, pudiera reconstruir esa parte neurálgica del pasado de Cabimas como área de poblamiento de grupos humanos que van evolucionando y transformándose a partir de ciertos cambios cruciales. Fernández y Medina con su libro lo que hacen, entonces, de un modo consciente es abrir los horizontes sobre el tema en cuestión al máximo, para que surjan con todo su esplendor  interrogantes inquietantes sobre el significado que tenían en ese período histórico estas tierras cabimenses. Lejos está de las intenciones de los autores de este libro la de pretender que con su estudio están entregando  la comprobación de una hipótesis de trabajo, tal corroboración o refutación señalan sólo será posible dentro de una o dos décadas, cuando se saquen a la luz los datos que allí están enterrados, es decir, cuando se posea la información inherente a esos vestigios obtenida mediante el trabajo arqueológico realizado por profesionales. El libro de Fernández y Medina sólo deja asentado en firme que antes de la invasión germano-hispánica  aquí y en aquel entonces existía una descomunal Cabimas que en incomodísimo.com hemos nominado poéticamente con la locución «Casa Kupaiwa».

¿Cómo era el universo que proyectaba esta Casa Kupaiwa antes de que Cabimas fuese suplantada por una población hispano-criolla? es una pregunta que que estos dos amantes de la historia lanzan como un hermoso desafío a todos aquellos que se han interesado por dotar a Cabimas de una historia integral. Creemos que “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” tiene el coraje de publicar una versión que responde a esa interrogante con exceso, para iniciar con esa visión exagerada un ineludible llamado de atención sobre la necesidad/trascendencia de entender la Casa Kupaiwa.

Medina y Fernández imaginan la Casa Kupaiwa con exuberancia, para animar de ese modo andragógico a la bella y ardua tarea de visibilizar lo desconocido, porque según este estudio esta localidad por todas sus señales está cargada de historicidad. Para incomodísimo.com el libro que presentan al público Fernández y Medina se puede asumir como una convocatoria a los estudiosos, para que cumplan la digna tarea de ponderar la calidad del tiempo histórico cabimense.

Este hipotético escudo de la Ciudad de Cabimas expone lo que el libro “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” esboza, para marchar en dirección hacia la reconstrucción de la historia integral de esta población. Allí en ese blasón están insertados –entre otros- los símbolos de la Casa Kupaiwa, es decir, el patrimonio cultural que legaron las sociedades originarias asentadas en este territorio a la posteridad.

Cabimas V: Malhadada historiografía

8:31 Posted by Perro Senil.

Lo interesante del discurso histórico presente en el libro “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960”  es que, en primer lugar, se llega a proponer que en la fundación de la Cabimas aborigen actuaron las fuerzas históricas que estructuraban la región geohistórica del occidente venezolano, es decir, que dentro de esa región existieron condiciones para que surgieran comarcas aborígenes que cumplirán con papeles políticos dentro de ese gran contexto histórico y, que en razón de esos intereses, estas entidades participaron en un sistema de intercambios de productos que le confirieron a todo el conjunto una dinámica económica que generó el ascenso histórico de esta formación histórica donde estaban presentes diferentes estadios de desarrollo. Señalando “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” con cuáles recursos  la Comarca Aborigen Cabimas participó en esa red de intercambios y cuál era su papel político en esa gran región. 

En segundo lugar, este trabajo sobre la historia de Cabimas da  a conocer un esquema de desarrollo del poblamiento hispano, el cual se opera sobre los restos de esa Comarca Aborigen, señalando en este sentido cómo los hispano-criollos instalan allí en un lugar estratégico un «establecimiento de avanzada» -en un tramo costero a mediados del siglo XVIII-, desde el cual procederán a posicionar unidades económicas de producción «tierras adentro» -donde antes estaban fundadas las aldeas indígenas-. Lo importante de ese señalamiento es que centra la atención sobre tales haciendas, porque en ellas reside el potencial que permitirá echar a andar el proceso fundacional de nuevo  signo, porque los excedentes económicos que en esos fundos se recogen permitirán a ese establecimiento de avanzada cumplir su papel de base de operaciones para desarrollar el plan colonizador. Continúa la explicación de estos afortunados autores indicando que ese excedente económico generado por esas actividades agropecuarias, deberá ser trasladado desde «tierras adentro» (como productos) hasta la franja costera y, que para tales efectos emplean el sistema de comunicación vial que expropiaron a los antiguos habitantes indígenas de este territorio, actividad mercantil en pleno ascenso que en un específico momento determinó la aparición de caseríos en distintos lugares de este litoral, lo que indica a todas luces -y esta es otra de las grandes primicias que se anuncian en ese estudio- que aquellas haciendas radicadas, por ejemplo, en las Sabanas de San Sebastián o en las montañas de Tamare fueron las que fundaron esos vecindarios que se conocerán en aquellos tiempos como “las Cabimas”.

Sobre uno de esos caseríos, más adelante -demuestra este trabajo-, se tomó la decisión a comienzos del siglo XIX de erigir una población que sirviese de sede de los poderes públicos locales, adquiriendo de este modo ese poblamiento fisonomía política en aquella Provincia de la Capitanía General de Venezuela. Con ese trascendente logro –gran conquista- esos núcleos poblacionales comienzan un proceso histórico que se caracteriza antropológicamente por el feliz hecho de que esas familias allí asentadas desarrollan una raigal pertenencia con el lugar, hecho decisivo para el surgimiento de una identidad local -criollización cultural-, lo cual da origen a un vínculo  de esos apellidos con la defensa de los intereses de esa nueva población en la nueva época republicana que eclosiona. De esa dialéctica -política, social, económica y cultural- nace en consecuencia lo que este apasionante trabajo denomina con mucha propiedad como la Cabimas tradicional.


La Cabimas tradicional nace con el arraigo de las familias colonizadoras a estas tierras y, pervivirá a todo lo largo del siglo XIX para ofrecer una hermosa imagen pueblerina el año de 1924 y 1930 después de pasar por sinnúmero de viscicitudes, tal y como se observa en estas tomas fotográficas  de la Rosa Vieja y del Centro de Cabimas.

En tercer lugar, este trabajo de investigación da a conocer un hecho sorprendente, señala cómo en el siglo XX desde Europa se toma la decisión de construir una ciudad en este territorio de ultramar, decisión crucial, puesto que  la actividad económica que pretenden esos intereses echar a andar por estos lares, demanda como exigencia ineludible la transformación del área en un medio urbano avanzado, lo cual al ser ejecutado con éxito por aquellos hombres de empresa, lo que arroja como resultado histórico es la construcción de un hábitat moderno que se reconoce como la Cabimas petrolera, y la cual emerge paralela a la Cabimas tradicional -en relación de coexistencia-. Lo sorprendente de este último tramo de la historia local -según estos investigadores- es que el proceso de urbanización no lo inicia esa empresa capitalista, sino que lo empieza y lo desarrolla una masa humana que huye de los latifundistas -lo que se reconoce en esta localidad como «el éxodo»-, dirigiéndose estas gentes hacia este espacio donde se les presentaba la oportunidad de un Modo de Vida que representaba un avance con respecto a las condiciones infrahumanas a las cuales estaban sometidos en el medio rural, fundando esa gente variopinta en este territorio los barrios precarios que darán origen a lo que los autores van a reconocer como el inicio histórico de la Cabimas popular que no  ha detenido su crecimiento desde aquel año 1922 hasta nuestros días.
El territorio de Cabimas fue invadido por el capital internacional mediante una parafelnaria tecnológica correspondiente a lo más avanzado de la era del maquinismo, la finalidad de ese enclave petrolero consistía en dotar de una energía barata a las nuevas  fuerzas económicas puestas en marcha en el noratlántico, porque de lo contrario los límites del sistema alcanzarían prematuramente una frontera histórica infranqueable. Cabimas es uno de esos sitios estratégicos vitales que existen en el planeta, que por su importancia neurálgica puede ser causa de graves conflictos internacionales, de allí que la divulgación de su historia entre sus habitantes sea de perentoria urgencia, pues ese desafío implica una altísima conciencia para la defensa colectiva del recurso que posee su subsuelo frente a las decisiones infames que se toman ahora con una frecuencia alarmante en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de atacar países petroleros que no se subordinan a las grandes potencias mundiales.
En “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” se expone a grandes trazos cómo a comienzos del siglo XX en estos suelos actúa en este escenario histórico local una Cabimas tradicional –conformada por el grupo humano que tiene origen en la época colonial-, una Cabimas petrolera –integrada por el grupo corporativo (gerentes, técnicos, oficinistas, profesionales y obreros) que trabajan en el área industrial que se va desarrollando y que viven en el área residencial que se va construyendo- y una Cabimas popular que son los advenedizos que provienen de toda Venezuela (que no trabajan dentro de las empresas petroleras, pero que su vida depende de la dinámica económica que esas corporaciones impulsan en la localidad) y que crean un hábitat propio donde la arquitectura campesina modificada in situ revela el origen geográfico de sus pobladores. Y concluye esta investigación que son esas tres Cabimas la que crearán, con un movimiento de convergencia entre sí, a la pluriétnica y multicultural Cabimas citadina de nuestros días. Como producto de esa fusión de la diversidad -proceso en marcha- ese ámbito histórico es el epicentro de un fenómeno antropológico sin parangón. 
Por todos esos razonamientos originales expuestos con magistral profesionalidad, este trabajo “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960”, primero, ubica a Cabimas como objeto de estudio en un terreno donde el debate cuenta ahora con una plataforma de discusión de un gran nivel teórico-metodológico, y segundo, donde el estudio del pasado de esta población supera de un modo irreversible esa malhadada  historiografía nacional y regional que tiene la tendencia a anclarse en la historia colonial y decimonónica y, en consecuencia, tratar sólo de un modo marginal el período aborigen y el período contemporáneo. En otras palabras, la historiografía que estos tres investigadores rechazan con su exposición es aquella que se encarga de entronizar, por ejemplo, al imperio hispano como el único protagonista de la fundación de pueblos, villas y ciudades en el continente americano. Estos estudiosos que se han dedicado a estudiar el caso Cabimas concluyen dando un sonoro mentis a esa malhadada pretensión hegemónica de esa historia a todas luces sesgada, y señalan por oposición que, en este escenario histórico se operó una múltiple fundación, es decir, una en el período aborigen (la Comarca Aborigen Cabimas), otra en la época colonial hispana (la Cabimas tradicional) y finalmente una postrera en nuestra época contemporánea (la Cabimas popular/petrolera) las cuales a partir del año de 1960 empezaron a estructurar a paso firme la actual Cabimas citadina pluriétnica y multicultural como urbe cosmopolita petrolera.

“Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” en este sentido se constituye en «la otra historia», de allí que recomendamos su lectura, para adquirir con este libro una visión integral de nuestro proceso histórico, y hacerlo desde una perspectiva orientada a la desenajenación de la historia escrita y, por añadidura,  proclive a estimular una mirada del pasado que se proyecte políticamente como una opción consciente y libertaria, porque para tener dignidad, Venezuela debe librar y ganar batallas de afirmación de su identidad en todos los campos de la realidad objetiva/subjetiva.

Carlos Medina y Alberto Fernández. Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960. Editorial Busaca, Maracaibo. 2011. Páginas: 335.

Para adquirir este libro deben escribir al correo electrónico incomodísimo@gmail.com VALOR Bs. 120 



Cabimas IV: Las tres Cabimas

7:56 Posted by Perro Senil.

En “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” se da a conocer que, desde antes de nuestra era (a.n.E.) esta porción del territorio de la costa este del Lago de Maracaibo fue explorada, domesticada y ocupada por culturas aborígenes, las cuales a lo largo del tiempo construyeron en estos suelos once aldeas, esas poblaciones se establecieron no sólo en la franja costera sino además en las cuatro hoyas hidrográficas que pertenecen a esta geografía local –esas hoyas conforman lo que se identifica en este trabajo como «tierras adentro»-. Y se plantea que el establecimiento de esos núcleos humanos primordiales y primigenios dio origen, mediante la práctica de una economía complementaria, a un importante sistema de comunicación vial que las unía en un conjunto político significativo que estos estudiosos identifican como la Comarca Aborigen Cabimas.
En esta misma publicación se expone como esa comarca aborigen fue sometida por unos invasores europeos que, en vez de un «encuentro» produjeron un «choque» con quienes aquí estaban en posesión de este territorio, y una vez destruidos los asentamientos autóctonos por esa «cultura de la violencia expropiadora» fueron fundadas en su lugar unas haciendas, a partir de las cuales irán surgiendo unos caseríos, poblamiento disperso donde de un modo tardío uno de sus vecindarios fue seleccionado en el año de 1816 para adquirir la fisonomía de un pueblo a la usanza hispana y, en consecuencia, ser elegido como centro político del poblamiento en tiempos en que el sistema colonial estaba siendo ya desestabilizado por los acontecimientos independentistas. Ese núcleo debidamente fundado en el año de 1818, siguiendo las instrucciones previstas para la erección de poblaciones –en las Leyes de Indias-, dio origen a lo que estos científicos sociales denominan como «la Cabimas tradicional» porque persistirá en el tiempo hasta el arribo del  siglo XX.
La historia de la población de Cabimas no se reduce a los sucesos que acaecen desde Puntica de Piedras hasta La Rosa -es decir desde el  vecindario de La Misión hasta el vecindario de La Rosa-, sino que se desarrolla con los eventos históricos que se suscitan a todo lo ancho y largo en este vasto territorio que se representa en este mapa. Sus autores señalan que así se comporta este proceso histórico desde el período precolonial hasta nuestros palpitantes días. La historia de localidades abarcan, en ese sentido según estos autores, casi siempre una microrregión, en el caso de Cabimas corresponde a una importante cuenca hidrográfica y a una extensa franja costera. Estos estudiosos opinan que si el investigador mantiene esta visión amplia en su abordaje de la realidad,  el resultado que se obtiene es que se preserva el enfoque correcto del caso. 
Finalmente, en este libro, se narra cómo a comienzos del siglo XX se gesta un desarrollo urbano que da origen a una ciudad petrolera, describiéndose cómo se opera esa transformación mediante la construcción de un área industrial y un área residencial, las cuales emergen bajo los imperativos de un alto desarrollo tecnológico y los cánones de una nueva disciplina del  conocimiento como es la ciencia urbanística que se desarrollaba con vigor en Europa y en los Estados Unidos. Exportándose ciudades hacia la periferia, que en el caso en cuestión trae por resultado la aparición de la Cabimas petrolera o City Oil. Haciéndose la preclara observación que, a ese hecho presidido por el capitalismo monopolista se le adelantó un fenómeno social conocido como el «éxodo», el cual dio origen a las primeras formas urbanas de asentamiento urbano o la Cabimas popular.
La Cabimas popular, la Cabimas tradicional, la Cabimas petrolera y la Comarca Aborigen Cabimas son los actores sociales que este trabajo presenta a consideración de los estudiosos del caso Cabimas, es decir, esta investigación sostiene que no hay en la historia contemporánea de esta población zuliana una Cabimas sino tres Cabimas, las cuales a partir del año 1960 entran en proceso de fusión entre sí dando origen a la Cabimas pluriétnica y multicultural de nuestros días -tal señalamiento es de gran originalidad y da muestra del esfuerzo crítico realizado en este estudio-. Y  en su historia remota, este invalorable aporte señala que Cabimas no fue una aldea indígena sino una Comarca Aborigen que jugó un importante papel en la región geohistórica del occidente de la “Venezuela” de aquel entonces, ese planteamiento de onda larga vuelve a colocar a este trabajo en un nivel controversial, porque rompe con esa observación sorprendente todos los moldes con los cuales se ha visualizado a las sociedades aborígenes venezolanas desde la perspectiva de la ciencia arqueológica y antropológica.
En esta representación de la ciudad de Cabimas se destacan algunos de los más importantes elementos del área industrial de esa ciudad, creándose con esos componentes un conjunto urbano petrolero por excelencia que caracteriza a ese fenómeno urbano único en la Venezuela de ese entonces. Dentro de ese vasto y moderno complejo industrial las Compañías petroleras planificaron espacios urbanos residenciales para sus empleados y trabajadores, donde se aplicaron todos los adelantos arquitectónicos y urbanistas que se estaban desarrollando en Europa y los EE.UU.

Carlos Medina y Alberto Fernández. Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960. Editorial Busaca, Maracaibo. 2011. Páginas: 335.

Para adquirir este libro deben escribir al correo electrónico incomodísimo@gmail.com VALOR Bs. 120       




Cabimas III: Escrutinio de la realidad

10:44 Posted by Perro Senil.

Causa verdadero deleite un libro, cuando se obtiene en sus páginas una información donde la realidad fue abordada en toda su riqueza desconcertante, tal es el caso de “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960”. En este trabajo inscrito en el área de conocimiento de la historia se está frente a tres investigadores (Fernández, Camargo y Medina) interesados en descubrir el origen de una población que  se localiza a las orillas del Lago de Maracaibo -en la región zuliana de la República Bolivariana de Venezuela-. Una urbe que se dio a conocer en las primeras décadas del  siglo XX al mundo por la riqueza de sus yacimientos de hidrocarburos, pero que a pesar de su enorme importancia en el mundo del petróleo no tenía un estudio en el cual se tuviese la oportunidad de conocer su pasado lejano o próximo desde la perspectiva de la historia.

El Licenciado Alberto Fernández descubrió el rico patrimonio aborigen que revela el extenso y numeroso poblamiento indígena del período precolonial existente en el territorio del municipio Cabimas.
Todo parecía indicar -según lo que sus cronistas describían- que esa población, Cabimas, antes del petróleo sólo era una aldea con casas de bahareque y techos de enea que a lo sumo conformaban una o dos calles, y con una pequeña capilla con techo de palmas construida por una de las feligreses de aquel pueblo, población que a duras penas sobrevivía de las faenas de un medio rural hundido en la miseria, y caserío que se transformó y saltó a la historia con la aparición del petróleo, convirtiéndose bajo ese portentoso impulso en un medio urbano extenso y caótico en menos de medio siglo. En otras palabras, según esos relatos de diferentes magnitudes, antes del petróleo el pasado significativo de Cabimas se restringía a un interesante y misceláneo anecdotario, como por ejemplo, que uno de sus habitantes había sido sargento por allá en la guerra de independencia y había participado bajo esa condición en la Batalla Naval del Lago, o que unos frailes capuchinos en la época española habían traído hasta sus costas unos indígenas desde las estribaciones de la Sierra de Perijá y con ellos habían dado inicio al poblamiento de las costas de Cabimas, nombre que según esos mismos fabuladores se debía a un árbol que lleva esa denominación.

Si se toma como punto de partida esas folklóricas descripciones, se estaría inclinado a pensar que en esta porción de la costa este del lago de Maracaibo -antes de la llegada de los europeos- sólo existía un «desierto humano», el cual fue empezado a poblar por la actuación pionera de aquellos frailes que tomaron la decisión de traer hasta este territorio indígenas de “la otra costa”. Lo otro que se puede deducir de esos cartuchos de conocimiento es que, si se acepta la premisa de que Cabimas a comienzos del siglo XX era escasamente un caserío precario que subsistía realizando actividades insignificantes, entonces, esta población era lamentablemente un «pueblo sin historia». Lo que en definitiva nos pudiera llevar a suponer en falso, que este lugar de la geografía zuliana sólo cobró importancia,  cuando en él se descubre en su subsuelo la existencia de petróleo y, en consecuencia, vienen los británicos, holandeses y norteamericanos a hacerlo aparecer en el mapa.

Bajo esa interpretación malaventurada se concluiría erróneamente que esa cadena de acontecimientos está alimentada por eventos que se suscitan y se determinan por la historia de las misiones evangelizadoras católicas en América y por la historia de las empresas petroleras internacionales modernizadoras, lo cual es lo mismo que decir que aquellos frailes misioneros y aquellos gerentes corporativos serían los protagonistas exclusivos del proceso histórico cabimense tanto en el pasado lejano como en el pasado próximo. En “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” se rechazan esas apreciaciones desafortunadas y se es  enfático en destacar el papel protagónico de los grupos humanos nativos y, es rotunda esa afirmación en este solido texto, porque así lo evidencia el escrutinio de la realidad.

Carlos Medina y Alberto Fernández. Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960. Editorial Busaca, Maracaibo. 2011. Páginas: 335.
Para adquirir este libro deben escribir al correo electrónico incomodísimo@gmail.com VALOR Bs. 120       

Cabimas II: Espacio en contracción

10:42 Posted by Perro Senil.

En la edición anterior se mostró el uso que se hace del «tiempo histórico» en ese trabajo de historia de localidades titulado “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960”, en el presente escrito se abordará el manejo del «espacio histórico» que se hace en ese sorprendente estudio dedicado  al caso Cabimas.

Los autores de ese trabajo presentan en su texto algo en el que pocos se fijan para hacer un balance de los resultados históricos que obtiene una población a todo lo largo de su existencia. En este inusual estudio se expone  la capacidad que tuvo la Cabimas aborigen de abarcar tres zonas de vida, para extraer de ellas los diferentes recursos económicos que eran útiles para aquellas culturas primigenias, mostrando como esa sociedad ubica dentro de  ese inmenso territorio y vasto paisaje geográfico una oncena de aldeas, para que estas cumplan esa vital función económica. Según Medina y Fernández la ejecución histórica que lleva a cabo   ese poblamiento para explotar de modo exhaustivo la biodiversidad de esas zonas de vida es impecable y, con esa acción mancomunada positiva, señalan, garantizan a todos los grupos sus fronteras de bienestar. Lo interesante de esto, es que ese resultado habla del extraordinario potencial que ese modo de vida aldeano igualitario  fue capaz de desarrollar en aquel medio ambiente, lo que quiere decir que ese Modo de Vida tiene la invaluable cualidad de poder construir en el «espacio histórico» un hábitat  exitoso.
La Cabimas aborigen se distribuía como Comuna en un inmenso territorio que cubría un variado paisaje geográfico, el área ocupada era más grande que la del actual municipio, esto revela la capacidad que tuvo su Modo de Vida para construir en su espacio histórico un hábitat exitoso. Las “L” “J” “T” “U” y “M” indican las aldeas indígenas.
Una vez que se ha mostrado como el poblamiento indígena abarcaba mediante numerosas poblaciones cuatro hoyas hidrográficas y una franja costera, este trabajo presenta, cómo bajo la ocupación hispana desaparecen las aldeas, las cuales bajo el nuevo régimen son sustituidas por haciendas agropecuarias, surgiendo  en la franja costera tras largo esfuerzo productivo  de esas unidades económicas tres núcleos poblados, lo que lleva a inferir que ese Modo de Vida construye en el espacio histórico un hábitat que se ha contraído. De tal modo que, desde aquellas lejanas fechas de la época colonial -1748- hasta el año de 1824  el  resultado del nuevo proceso será pobre, porque lo que es la población en sí -el vecindario que funge de cabecera del poblamiento- sólo ocupa un escaso y mínimo de suelo.
Luego de ese frustrante resultado obtenido por los europeos viene sobre esa misma área territorial el crecimiento que se debe al Modo  de Vida capitalista, y lo que se observa bajo este otro ímpetu es una expansión urbana depauperada y el abandono del campo o medio rural, lo que nos indica que la contracción del espacio se ha agravado, es decir, que lo que estos Modos de Vida son capaces de erigir en el «espacio histórico», no es exitoso sino frustrante.
El área que ocupa el pueblo  de Cabimas el año de 1824 es irrisorio, y continúa siendo modesto su resultado en la era moderna, como se aprecia en esta representación donde se indica hasta donde se expandió Cabimas en los años 1824, 1960 y 1991. Esto pone en evidencia el mito de la superioridad del Modo de Vida que implantó España y del mismo Modo el que se impuso con la explotación petrolera si se analiza el hecho desde la perspectiva cuantitativa y cualitativa.
En conclusión: La importancia de la Comarca Aborigen Cabimas es que con sus numerosas aldeas había logrado integrarse a los recursos que el medio local ofrecía  y había convertido esa riqueza en bienestar social, ese Modo de Vida aldeano igualitario pues, construyó en su espacio histórico una Comuna que respondía a las expectativas de todos sus miembros. Formas históricas ajenas a este desarrollo local propio, el cual estaba en pleno crecimiento, impusieron con posterioridad al medio relaciones con la naturaleza que se pueden catalogar como inadecuadas y, además, establecieron relaciones entre los hombres injustas, lo cual trajo resultados no deseados tanto para la sociedad como para el medio ambiente, en síntesis,  en esta otra dialéctica se creó lo que se denomina como un «espacio en contracción»  al quedar no sólo interrumpido el espacio en expansión que estaba siendo construido con éxito, sino además al entrar el  proceso en reversión. Tal es la lectura crítica -reseña- que incomodísimo.com hace de este original estudio, “Cabimas Kupaiwa 350  a.C. – 1960”, donde se ofrece la historia de una población zuliana, esto es, la multifacética y sorprendente Cabimas bimilenaria.   

Para adquirir este libro escribir  al correo electrónico incomodisimo@gmail.com VALOR Bs.  120




Cabimas I: Tiempo integral

8:17 Posted by Perro Senil.

El peor atentado que se puede concebir contra cualquier historia es que se le escamotee sistemáticamente el estudio de lo que se pudiese denominar como su «tiempo propio»,  y que lo que se divulgue y se dé a conocer hasta la saciedad sea lo que se pudiese llamar como su «tiempo ajeno», lo que dicho con otras palabras sería de que, mientras se conoce con minuciosidad el proceso histórico  que   España llevó a cabo desde el siglo XVI al siglo XIX  en este territorio, se obvie y se ignore, el ascenso histórico que el hombre de estas tierras realizó durante milenios de existencia antes de la invasión europea, durante los cuales fue descubriendo los intersticios de esta geografía, domesticando el medio, creando paisajes y construyendo modos de vida y formas de organización cada vez más complejas, y en segundo lugar, lo que causa gran perplejidad, porque se trata del presente, es de que se desconozca por qué la sociedad actual «es como es», porque sencillamente el proceso histórico que la explica, no lo han procesado los científicos sociales una y otra vez para llegar finalmente a percibirla con coherencia, claridad y profundidad. 
En el libro que incomodísimo.com presenta en esta oportunidad, “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960”, se ha conseguido que no sólo trata en sus páginas «paso a paso» lo que los españoles y criollos hicieron en este territorio (conocido desde tiempos inmemoriales como “las Cabimas”) desde los «momentos de posicionamiento» hasta las fases de establecimiento, expansión, fundación y consolidación colonial, sino que para nuestra sorpresa sus autores abordan el período aborigen y el período contemporáneo de esta población zuliana otorgándole a estas vertientes un extenso tratamiento infrecuente en este tipo de publicaciones.
Un libro que maneja el  tiempo integral, con lo cual se hace reconocimiento, por una parte, a lo que hicieron y lograron las sociedades originarias del extenso ayer y, por la otra parte, reivindica las actuaciones populares de la historia reciente en la cual las masas creadoras configuraron el presente del proceso histórico venezolano. 
En “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” sus autores se prodigan en poner  de relieve el pasado aborigen y lo hacen con originalidad, puesto que sugieren que Cabimas como población en el período precolonial llegó a alcanzar un desarrollo de gran complejidad, ya que durante ese trayecto supera la forma aldeana simple y conquista su existencia político-territorial como una magnífica Comuna, lo que en términos concretos se traduce en la realidad como una red de aldeas que en su conjunto conformaban, lo que estos autores denominan como la Comarca Aborigen Cabimas. Esa hipótesis constituye un desafío para la historiografía de localidades, puesto que coloca el tema sobre un aparato conceptual distinto al convencional. De acuerdo a esta nueva visión de la historia local, el proceso fundacional de Cabimas -en el período aborigen- se inició mediante la erección de una aldea indígena, pero ésta en su  evolución dio origen en esa geografía de una oncena de aldeas, las cuales conformaron una comuna al establecer entre sí, por una parte, una economía complementaria y, por la otra parte, una forma política integrativa, lo cual les permitía la explotación exitosa de un descomunal territorio y, en ese orden  de ideas, la obtención de unos recursos de esa geografía bajo su dominio  que les garantizó un espacio histórico propio -y una identidad: las Cabimas- dentro de la imponente región geohistórica del occidente venezolano.
Por otra parte en “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” se pone de relieve el espectacular encontronazo que se produce a comienzos del siglo XX -para ocupar los suelos de esta población- entre: la avalancha humana proveniente de toda Venezuela que viene escapando de la miseria a la cual la condenaba el latifundio y la gente de la compañía británica que viene desde Europa a extraer el petróleo de esta tierra para obtener una plusvalía extraordinaria capitalista monopólica, hecho  que se registra en este libro con pormenores en sus distintas facetas y vertientes, para poner al lector ante la perplejidad de cómo esta historia ya no es la que escriben las élites blancas que han dirigido el país desde el siglo XVI, sino que ahora en esta historia quienes toman la iniciativa son las masas mestizas que en su avance indetenible se apoderan del espacio en disputa y dan origen con sus barrios precarios al fenómeno urbano que caracterizará el nuevo proceso histórico nacional, señalándose de un modo esclarecedor en las páginas de este libro que, lo que ocurre en Cabimas será luego lo que  acontezca en el resto de Venezuela. Tales apreciaciones, como es obvio, arrojan luz sobre la historia contemporánea, puesto que indican de modo señero el hecho clave de que la renta petrolera lo que creó en el país fue un caos urbano depauperado e ingobernable, es decir, mediante ese arbitrio se señala cuál es el gran problema central de la historia actual que confronta la sociedad venezolana.
 “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. – 1960” muestra el interesante proceso histórico de Cabimas, la más digna población zuliana, recogiendo con gallardía su tiempo integral, puesto que reseña además del  «tiempo ajeno», de por sí apasionante, al «tiempo propio» con todo su poder de impronta imborrable. 
La vía para adquirir este trabajo es mediante el correo incomodisimo@gmail.com VALOR Bs 120
Extensión: 335 páginas. Formato: 21, 5 cm. por 16 cm.