Incomodísimo.com Jared Diamond Colapso I

20:16 Posted by Perro Senil.

En este nuevo libro –“Colapso”- Diamond plantea por qué unas sociedades perduran y otras perecen y, yendo a fondo expone un sino terrible: Si en la actualidad la humanidad se globaliza, un colapso pudiese ser fatal, porque hoy el colapso pudiese ser el de la sociedad global, es decir, éste pudiese arrastrar en su declive tras de sí a toda la humanidad. Hoy pues, como nunca antes, la suerte de cada uno de los pueblos que habitan este planeta está atada con lazos de acero a la suerte de todos y de cada uno de los demás pueblos del mundo.


Diamond aborda no sólo los casos más célebres de las civilizaciones del pasado que colapsaron o que perduraron, sino que también nos presenta una visión de las sociedades actuales en la plenitud de su reciente desarrollo, y armado con el estudio de estas experiencias humanas de la historia lejana o actual, nos dota con el conocimiento de todo un cúmulo de problemas que según se gestionen pueden hacer tanto exitosa a una sociedad para que perdure, como la puede condenar a perecer.

Jared nos traslada al más hermoso escenario campestre de los EE.UU, el estado de Montana y, allí nos presenta una granja productora de leche caracterizada por ser próspera y tecnológicamente avanzada, es decir, con establos de última generación para guarecer y ordeñar a las vacas, con una explotación donde se deja que las vacas pasten libremente durante el verano en exuberantes prados y donde cultivan heno –regando sus campos- para el invierno. Sus dueños –agrega Jared- son personas destacadas en la sociedad local, además, se han casado y cada uno con su grupo familiar trabajan esta propiedad enmarcada por montañas coronadas de nieve, con arroyos repletos de peces y con turistas asomándose por todas partes.


Estado de Montana, Estados Unidos.
Jared Diamond añade:


Resulta inconcebible que la granja de los Huls se venga abajo en un futuro previsible. Estando hoy en su momento cumbre, su declive parece inconcebible, sin embargo, tanto los EE.UU. como esta granja pueden sufrir un declive que los lleve a su desaparición.

La visita que nuestro autor hace a la granja de los Huls le hizo caer vivamente en la cuenta de que las sociedades más ricas y más avanzadas se enfrentan hoy día a problemas que no debieran subestimarse.

Todo esto nos lleva en incomodísimo.com al PUNTO CRUCIAL de que hay problemas de los que debemos estar conscientes de su existencia y muy claros en cuanto a la gravedad que representan para las próximas décadas si no sabemos afrontarlos con ideas remediales para que seamos sociedades con futuro.

Los problemas de Montana que pueden llegar a impedir que la granja de los Huls perdure son numerosos, citaremos algunos.

Montana ha apuñaleado su territorio, algunas de estas heridas no sanan y otras pueden llegar a ser letales:

- Sobre las tierras se hacen vertidos de fertilizantes, abonos, herbicidas y el contenido de fosas sépticas que al llegar a las aguas subterráneas, a los ríos y a los suelos regados por esas aguas provocan una catástrofe, pero además, sobre estas tierras existieron veinte mil minas, las cuales para extraer minerales y metales utilizaron venenos como el arsénico y numerosos ácidos como el cianuro, los cuales se filtran en el suelo a perpetuidad para crear las nada glamorosas “aguas dañadas”.

- La explotación eficaz de los bosques para obtener de ellos la máxima rentabilidad y hacer sostenible su productividad ha creado una silvicultura que ya no es la natural, ésta es propensa a grandes incendios incontenibles que han sido catalogados por su ferocidad como “fuegos que saltan al cielo”, porque las llamas ascienden a 120 metros en el aire saltando a otras zonas a través de espacios vacios produciendo un infierno contra el cual no existen medidas de contención , su temperatura alcanza los mil grados centígrados lo cual ocasiona la muerte del suelo.

- En el año de 1880 se establecieron los primeros huertos de manzanas, es decir introducción de monocultivos, para las primeras décadas del siglo XX está producción frutal alcanza su cumbre, hoy quedan poco manzaneros, los cuales ya no envían su producto para los mercados lejanos, se emplean para el consumo local. El problema, es que los manzanos agotaron el nitrógeno del suelo, y esto fue causa del declive y desaparición de este rubro económico, el daño irreparable ocasionado con esta práctica moderna fue la de un suelo que quedó tullido.

- La salinización está devorando centenares de miles de hectáreas de este hermoso territorio, éste fenómeno apareció –debido a las características del terreno en Montana- al introducir técnicas agrícolas de barbecho, riego artificial, uso de tractores y aplicación de herbicidas, además, la extracción de gas metano a partir de lechos de carbón, pues este método también disuelve la sal agravando la catástrofe.

- El calentamiento global –subproducto del escape de los automóviles, fábricas, etc.- converge con un impacto negativo sobre los bosques puesto que el clima se hace más cálido y más seco y con ello los incendios forestales son cada vez más violentos, por otra parte, agrava la dotación de agua para la población y para la agricultura, puesto que la zona nevada de las montañas entran en franco retiro, de los 150 glaciares que habían hoy sólo quedan treinta y cinco, los cuales tienen cada vez más un tamaño menor, la consecuencia de esta circunscripción del volumen de las nieves es que las escorrentías de las aguas que regaban los valles va en disminución y el racionamiento del liquido entre los habitantes no ha estado exento de fuertes conflictos.

- En la flora y la fauna los errores han sido muy abundantes y de malos presagios. La población piscícola autóctona ha entrado en caída al disminuir el agua de los arroyos dónde desovan, a la mayor temperatura del líquido, al elevarse los sedimentos, a la pesca abusiva, por la introducción de especies foráneas que causan hibridación, competencia y transmisión de parásitos inexistentes en la zona (imposibles de erradicar y que viajan con los pájaros a otros cuerpos de agua), entre estas especies indeseables está el lucio, una especie dañina introducida por los pescadores, el cual es un voraz comedor de pescados, pero que goza del aprecio de quienes practican la actividad de la pesca. También se introdujo una enfermedad crónica que afecta a los venados y los alces y que transmitida al hombre es incurable y mortal, en este caso la culpabilidad recayó sobre una Universidad y afectó la industria de caza de venados que factura mil millones de dólares al año. En cuanto a las hierbas nocivas, se han introducido treinta especies, algunas entraron como plantas ornamentales, algunas les quitan el lugar a especies autóctonas comestibles para el ganado, otras son tóxicas –famosas por sus inmensas cantidades de semillas- y hay las que pueden triplicar la tasa de erosión del suelo. Algunos de los herbicidas que se utilizan para el control de estas malezas son demasiados caros, aspecto éste que en una sociedad basada en las ganancias hace del problema un asunto insoluble.

Todo esto lleva a concluir a Jared Diamond de la siguiente manera:

Por tanto, la aparentemente prístina Montana sufre en realidad graves problemas ambientales relacionados con los residuos tóxicos, los bosques, los suelos, el agua, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la introducción de especies pestíferas. Todos esos factores se traducen en problemas económicos. Esos mismos problemas proporcionan gran parte de la explicación de por qué la economía de Montana ha decaído en las décadas recientes, hasta el punto de que lo que anteriormente era uno de los estados más ricos del país es hoy uno de los más pobres.

Si Montana fuera una ínsula aislada, como lo era la isla de Pascua en su época polinesia, su actual economía de Primer Mundo ya se habría venido abajo.

Los problemas medioambientales que hemos estado analizando en Montana, aunque graves, son en todo caso mucho más leves que los de la mayor parte del resto de los Estados Unidos, donde el caso se agrava, pues tiene una densidad de población mayor y sufre impactos humanos mucho más fuertes, y gran parte de su territorio es más frágil que Montana. Estados Unidos, además, depende de recursos esenciales que obtiene en otras partes del mundo, lo que la lleva a estar comprometida militarmente en el exterior [No se ha realizado una cita textual de este párrafo. Edición 2006: p. 110].

Vale la pena repetir, lo que desde un inicio asevera Jared:

Resulta inconcebible que la granja de los Huls se venga abajo en un futuro previsible. Estando hoy en su momento cumbre, su declive parece inconcebible, sin embargo, es incomodisimo.com que tanto los EE.UU. como esta granja pueden sufrir un declive que los lleve a su desaparición.

Incomodísimo.com Guerra a los campesinos IV (b)

12:40 Posted by Perro Senil.


Campesina manifestante contra la tecnología dolarizada/eurolizada
TERMINATOR: Simiente suicida/Semilla homicida.
La consigna: "Terminar con Terminator" That is the action.

Al campesinado se le convence -en este mundo dirigido por los ilustrados- de que el empleo de tecnología moderna (fertilizantes, insecticidas, plaguicidas, fungicidas, hormonas, antibióticos, herbicidas, matamalezas, semillas modificadas genéticamente (OMG) y la siembra bajo la modalidad de monocultivo), les va a enriquecer. En parte, es cierto, enganchan su unidad productiva a la locomotora del progreso y, de pronto no sólo tienen un poderoso Jeep, sino que además están vinculados a una red de distribución de un mercado complejo, dinámico y extenso en el cual toda su milenaria sabiduría para relacionarse íntimamente con la tierra queda fuera de casa, abandonada y olvidada: han perdido al verdadero capital y, en consecuencia, se han depauperado. Y lamentablemente han obtenido un capital moderno –ilusión absoluta- que es pan para hoy y hambre para mañana.


“La situación es que en el año de 1983 se produjo la primera planta transgénica y HOY la industria de los OMG está consciente de que no cuenta con el apoyo de la población de ningún país del mundo, y ello se demuestra con el hecho de que no se revela la información en el envasado de alimentos transgénicos”. Esto nos lleva, entonces, a una impactante realidad: Si los consumidores se enteran de que el producto que está en venta es un transgénico, esta mercancía es rechazada y, las pérdidas son el horizonte en este probable escenario. Tarde o temprano, los productores tendrán que marcar sus cosechas, por mandato de la ley, como "transgénicas o como "ecológicas", ese es un derecho que va a aparecer en las Cartas Magnas (Constituciones) en todas las naciones del orbe donde exista el más mínimo de libertad de elegir lo que queremos comer.

También, las protestas campesinas recibirán apoyo agresivo de los urbanitas, porque los transgénicos se escapan de sus campos de cultivo y empiezan a nacer, crecer y multiplicarse por todos lados, puesto que ni los insectos ni otras plantas pueden competir con ellos por el suelo, ya que sus genes son muy poderosos, de tal modo que “aparece al borde de las carreteras, en jardines, patios, aparcamientos, campos deportivos y hasta en los cementerios”, convirtiéndose en una maleza-plaga peor que los “bichos” y las “malas hierbas” juntos. Cuando este nuevo tipo de pandemia se haga inocultable para CNN y ONU estaremos frente a un problema que tendrá costos económicos astronómicos para su erradicación.

Los agricultores no sólo han recibido el legado de la biodiversidad de una agricultura que se remonta a catorce mil años atrás, sino que además, ellos por sus propios medios y conocimientos en recientes décadas han producido mediante experimentación variedades naturales resistentes y con notables mejoras, adelantos que ahora por las plantas OMG se ven amenazados. La "contaminación OMG" pone en riesgo la pérdida de ese invalorable patrimonio de la humanidad, es decir, la biodiversidad que fue creada por: a) la evolución natural, b) la agricultura histórica y c) el actual agricultor que reúne en si, por una parte, la sabiduría milenaria de su raza campestre/rural y, por la otra, el conocimiento moderno que fue asimilando durante todo el siglo XX.

El derecho a la alimentación hace a ese sector económico de la agricultura un sector crucial para las políticas de estado. La prioridad debe amparar a quienes trabajan la tierra para proveer alimentos, es decir, que en vez de disminuir el número de habitantes que viven en el medio rural, debería ir en firme el incremento de esa población, o lo que es lo mismo y aún más prometedor, la emigración de la ciudad al campo debería empezar como evidencia de que hemos entendido al fin la necesidad de asumir los PUNTOS CRUCIALES para iniciar otra manera de vivir ¡That is the question!

En otras palabras, la agricultura no puede ser diseñada en las oficinas de la agroindustria moderna, sino su reingeniería debe ser concebida desde los hogares de los granjeros familiares, la única salida al fatal dilema de la suburbialización de las ciudades o enfermedad del chabolismo (barriadas) es transformar el campo en sede de millones de "aldeas jardines" donde todos los avances benignos (de la ciencia, del humanismo y de la tecnología) aporten a Gea cuidado y al hombre responsabilidad cósmica.

La agricultura industrial debe ser sometida a reingeniería y a estricto y severo control, las prohibiciones dictadas por una inteligencia cautelosa debe estar a la orden del día, países libres de transgénicos es un objetivo de corto plazo, los venenos y los transgénicos tienen que ser colocados en la balanza de la racionalidad teniendo por contrapeso los avances benignos, pues estos últimos son decisivos para erigir una agricultura de metabolismo positivo con la naturaleza.

El espacio productivo rural debe dejar lugar a la escuelita y al aula universitaria del mismo modo que al seto lleno de flores silvestres, abejas y mariposas, no podemos obviar que los humanos pertenecemos al género animal y nos identificamos con el olor de la tierra mojada, con el rocío y el olor del estiércol en el campo. El campo es el único medio terapéutico que existe para recuperar sin fármacos o drogas a los urbanitas del estrés enfermizo de su duro y ensordecedor medio.

J´acusse au ...!!! :

La agroindustria moderna no sólo ha venido desplazando al campesino de su medio y arrojándolo a los sufrientes suburbios citadinos, sino que también coartó al urbanita a acudir los fines de semana a las afueras de la urbe para adquirir sus verduras, frutas y legumbres, gallinas y conejos, lapas y perdices directamente del agricultor. La agroindustria y sus cadenas de alimentos, llevó a la quiebra a los mercados campesinos, bodegas y abastos donde la frescura y aroma de los alimentos hacia de la compra una fiesta gastronómica, es decir, un animado bullicio de alegre intercambio social, donde las canastas artesanales se iban llenando de productos y los niños se maravillaban al conocer a los campesinos de los alrededores, en la que participaban pues unos con sus hermosas alpargatas y otros con sus cómodas “gomas” en calidad unos como vecinos de la ciudad y otros como los sencillos aldeanos rurales. La agroindustria des socializó al hombre y convirtió el ritual de adquirir los alimentos en trabajo gratuito al servicio del capital, donde el consumidor se convierte en un empleadito impago de los dueños y accionistas del supermercado, es decir desempeña los oficios sin sueldo de ser el encargado de despachar el producto, el de empujar el carrito de compras y el que al final de ese periplo tiene que pararse estoico en una larga cola para que le vendan superlativamente más caro que en el mercado campesino.

Un mundo mejor tiene que ser un mundo sano, esto es, con comidas de origen ecológico, con un medio ambiente respetado, cuidado y pletórico y con seres humanos amigables y relajados.

La división del mundo en rural y urbano debe ser superada, la urbe debe ser intervenida por los paisajistas desde las viviendas hasta las zonas industriales con áreas verdes y con agricultura urbana, y el campo debe recibir los adelantos citadinos, es decir, sus equipamientos, sus profesionales, sus modernidades y sus activuidades culturales, para así convertirse en un poderoso polo de atracción para las familias urbanas. Ese PUNTO CRUCIAL marcará un viraje en el concepto de civilización, entendida ésta como un modo de vida marcado por una alta cultura.

Esa es una dirección contraria a la que hoy se presencia, donde hay una

“monstruosa toma de poder de grandes empresas –nos alerta Jane Goodall- , únicamente motivada por el deseo de obtener cada vez más beneficios económicos”(…) “mundo de codicia y de junta de accionistas donde las empresas gigantescas están de espaldas al sufrimiento animal y a la destrucción ambiental ¿Está absolutamente fuera de nuestro control?”.

Ese mundo de codicia va a destruir las ciudades al terminar de trasvasar a mil trescientos millones de pequeños agricultores a los suburbios de las grandes urbes ya colapsadas por las innumerables plagas antisociales del siglo XX.

Si no queremos que esto suceda hemos de detener el plan de las Fuerzas de la Agricultura Oscura (FAO mala) de monopolizar las fuentes de los alimentos a nivel planetario.

“Algunas de las multinacionales que se están apoderando de las tierras de cultivo de Norteamérica también están comprando empresas de semillas e intentando patentar todas las del mundo (…) A este paso, unas pocas multinacionales llegarán a controlar el suministro de semillas del planeta”.

En ese plan de la FAO mala las tierras de los países subdesarrollados serán trabajadas con mano de obra esclava en este siglo XXI, la cual será utilizada para proveer de alimentos exóticos y comunes a las grandes potencias, en vez, de librar del hambre a sus famélicas sociedades. La renovación de la explotación colonial bajo sus peores formas está en la agenda de la expansión del mundo imperial.

Una tragedia mundial está en marcha, es la tragedia de los transgénicos. Los fantasmas de la Monsanto y Syngenta están recorriendo el planeta en busca de tierras ajenas donde sembrar sus venenos con forma de alimento. Estados Unidos, Europa y Japón –sociedades donde progresa la obesidad y crece exponencialmente el número de gimnasios- han decidido cultivar sus ingestas en los territorios de la periferia, para seguir derrochando/despilfarrando calorías (lo cual se traduce para las empresas en: a) vender más y más que el ciclo económico anterior, para que no se estanque el crecimiento económico, b) disminuir el consumo de calorías en los países exportadores de alimentos).

“Los productos químicos agrícolas matan cada año a sesenta y siete millones de aves en Estados Unidos, debilitan los sistemas inmunitarios de delfines y ballenas y miles de organismos acuáticos, Causan defectos congénitos en ranas y otros anfibios, Las crías de las orcas mueren por tomar la leche cargada de tóxicos de sus madres. En resumen, los productos químicos agrícolas están destruyendo nuestra flora y fauna silvestres. Una primavera silenciosa es una profecía que se cierne sobre este mundo como un apocalipsis tecnológico, donde se acallarán los trinos y gorjeos de los pájaros cantores”.

Todo un colosal patrimonio gastronómico y cultural elaborado por la vida que ha estado y está aún vinculada a los alimentos (comida deliciosa) está por colapsar con esta agricultura/comida estandarizada por la cadena alimentaria oligopolista capitaneada por la Monsanto y Syngenta, por la Wal Mart y Mac Donald y con el beneplácito de unos urbanitas modernos e ilustrados que pecan de vanidad y holganza.

En definitiva:

“No es demasiado tarde para cambiar de dirección. Podemos volver a vincularnos con los alimentos que consumimos y aprender a comprender su naturaleza y su historia, así como adoptar una dieta más natural Tenemos que hacerlo, porque estamos en un punto crítico de la historia humana. Si seguimos permitiendo que el mundo empresarial controle nuestro suministro de alimentos, terminaremos devorando o envenenando en menos de medio siglo todos los recursos alimenticios que nos mantienen”.

Corolario mágico-religioso:

“Está escrito en los textos sagrado de las enseñanzas de los Upanishidas "En el cosmos solo están los que comen y los que son comidos". Razón por la cual los antiguos hindúes creían, entre otras cosas, que al morir el ser humano el alma abandona el cuerpo, sube a la luna y regresa a la tierra en forma de lluvia, para encarnarse en un alimento, reforzando su creencia en que lo que ha muerto mantiene a lo que vive”.

Si esto es así debemos conservar nuestro cuerpo libre de tóxicos y tener presente, sobre todo, como enseña Jane Goodall en su estremecedor libro titulado Otra manera de vivir: “que cuanto más sana esté la tierra, más sano es también el alimento”.


Manifestantes campesinos en Francia
expresando su rechazo a los alimentos transgénicos. 

La verdad incómoda es que el resultado, de la aplicación de esa avasallante tecnología al campo, sólo consigue el incomodísimo.com de la destrucción del mundo de la campiña, puesto que desaparece en el paisaje la vida silvestre. La naturaleza se contrae, bajo su impacto demoledor, ya no estará la espesa arboleda en la montaña, se habrán secado sus numerosos riachuelos y musicales manantiales y la vida salvaje quedará reducida a reservas de animales neurotizados. La tendencia histórica de esa expansión de la agricultura química es, que a la larga la vitalidad de la tierra declina y se arruina, y los gastos del agricultor para mantenerla productiva se incrementan y se hacen insostenibles. El pan para hoy, hambre para el mañana se convertirá en un hecho dramático. El período oscuro de la agricultura puede cubrir por completo de tinieblas el futuro próximo, el PUNTO CRUCIAL que hemos de colocar en el  curso de los acontecimientos, es la transición urgente a la agricultura ecológica avanzada, para que prevalezcan los cielos luminosos salpicados de nubes y de aves multicolores.


¡Urbanitas del tercer milenio y Campesinos ecológicos uníos y luchad para salvar a Gea! ¡Derrotad juntos a la guerra infame que libra la abominable FAO mala contra los campesinos del mundo !

Incomodísimo.com Guerra a los campesinos IV (a)

7:13 Posted by Perro Senil.

Jane Goodall empieza su libro con unas palabras reveladoras, dice “Este libro se ha dedicado a los miles de pequeños agricultores que se esfuerzan valerosamente por sobrevivir (…); a los que se alzan para protestar contra las prácticas intimidantes de la industria agrícola”. Si nos respaldamos en esa aseveración podemos afirmar que la agroindustria antagoniza, en nombre de un pretendido “progreso” a los vastos intereses de 1.300 millones de pequeños agricultores que habitan el planeta.


Al cierre de diciembre de 2009 la población mundial pasó,

gracias (o desgracia) al masivo éxodo campesino hacia las ciudades,
a ser por primera vez en la historia mayoritariamente urbana.
Tendencia que se agudizará con carácter catastrófico
si las transnacionales se apoderan del mundo rural en esta década.

La industria agrícola moderna ha venido tejiendo una inmensa red alrededor del planeta, quienes tejen ese entramado son empresas gigantes como Monsanto y Syngenta –líderes indiscutibles de ese fenómeno oligopólico-, también se extienden esos enormes poderes económicos –dentro de nuestras ciudades-, mediante enormes cadenas de supermercados y de puntos de venta de comidas rápidas, por ejemplo, en Europa y los EE.UU. esa actividad se ha concentrado en tres grandes empresas, estas son los Supermarket: Carrefour, la Ahold y la Wal-Mart quienes alcanzaron una venta de trescientos mil millones de dólares en el año 2000 y, en todo el mundo está la omnípresencia de servicios de ventas de comidas grasientas como McDonald´s, Wendy´s y la Kentucky Fried Chicken que aspiran a chorros nuestras monedas nacionales como si fuese polvo de oro hacia sus casas matrices.


Esas empresas en su conjunto producen las semillas, venden las hortalizas y sirven la ensalada y, nosotros consumimos el tipo de alimento que ellos deciden fabricar sin enterarnos de que medios se valen para producirlos y a qué costos para la humanidad obtienen sus beneficios. Intentaremos, entonces, meternos en los entretelones del negocio y decidir si apoyamos el progreso que esas empresas propugnan ó si el progreso, por lo contrario, debe tomar otro camino, tal es pues, el dilema crucial de si continuamos con esta manera de vivir o si asumimos otra manera de vivir, cuando importa cómo se distribuye la riqueza y que problemas suscita esa estrategia productora de ganancias.

Describamos dos casos sumariados por el libro de Jane Goodall:

Las transnacionales utilizan las semillas transgénicas –por ejemplo <<maíz Bt>>- para contaminar los cultivos de los campesinos biológicos y de este modo llevarlos a la ruina, para lograr ese perverso efecto, una vez que demuestran que el cultivo del agricultor tiene los genes modificados que ellos han creado, entonces, les demandan por violación de patente, lo cual causa a los granjeros una costosa defensa ante los tribunales de justicia, entre otras cosas las empresas tienen por objetivos destruirles la cosecha u obtener altos pagos mediante penalizaciones pecuniarias y, tienen por finalidad: la expansión, es decir, apoderarse de sus tierras o dominar sus vidas productivas, en una palabra: controlar la agricultura a escala planetaria.


Panocha (mazorca) de maíz convertido por la tecnología contemporánea

en una granada mata campesinos.

Otro subterfugio infame que implementan esas gigantescas empresas contra las familias agricultoras se basa en la introducción de semillas Terminator, sin que el cultivador se entere de cuáles son las propiedades de ese producto, el procedimiento malévolo que ponen en práctica es la de regalarles la simiente en el ciclo de siembra, una vez que los cultivadores recogen la cosecha y guardan semillas para el nuevo período de cultivo, entonces, los empresarios urbanos esperan que fracasen en su intento de que las plantas germinen, momento exacto en el que reaparecen vendiendo a precios muy altos su Terminator, el resultado final de esta operación es la renovación de la esclavitud en los continentes pobres, que ya se había liberado de la asquerosa colonización imperial europea a costos demasiado elevados para sus pueblos durante los siglos XIX y XX.


El costo para la humanidad: Un desplazamiento en masa de este campesinado expropiado hacia las ciudades, ya de por si desestabilizadas por el delito, las drogas, los barrios miseria, la corrupción de las élites, la pérdida de identidad y la crisis cultural/educativa/sanitaria. En una palabra lo que se avecina es: El incomodísimo.com del colapso de la modernidad y el fracaso de la ilustración.

Incomodísimo.com Tragedia transgénica III (b)

8:59 Posted by Perro Senil.


Melones nipones
Acicalados para viajar a miles de kilómetros por la red mundial de los Supermarket.

Los transgénicos además contaminan los cultivos convencionales, tradicionales, ecológicos, sabios y naturales, la colza transgénica –por ejemplo- puede infectar con sus genes adaptados al Roundup a los nabos, las coles, y las berzas porque son parte de la familia Brassica a la cual pertenece esta oleaginosa. Esto es pavoroso, porque la codificación genética de este transgénico no sólo la hace resistente a los herbicidas sino también a los insectos, de tal modo, que esta planta en su proceso de reproducción no está restringida por ninguna amenaza de la naturaleza convencional, permutándose en maleza con poderes que la hacen indestructible, invasiva e incontenible, la familia Brassica se convertiría, entonces, en un azote de los campos. La otra opción tecnológica que nos ofrece el mundo empresarial, son las semillas Terminator, esta crea una planta que tiene la capacidad de convertir en estériles sus semillas, de tal modo que el agricultor se ve obligado a comprar la semilla si quiere volver a sembrar, puesto que las de su planta tienen sus embriones muertos, porque la planta madre OMG los ha asesinado (¡Que invento tan genial!!!).


En su loca carrera la agricultura transgénica puede acabar con las variedades de una planta y con ello lo único que logra es la amenaza de su propia existencia, porque la única defensa de las especies para sobrevivir es el haber desarrollado la biodiversidad durante algunos miles de años. Sin biodiversidad las especies se hacen vulnerables ante el cambio climático, cambio de terrenos, cambio de técnicas de cultivo y cambios en el ecosistema. La biodiversidad ha salvado y salvará a muchos agricultores del hambre y de la miseria, puesto que les permite cultivar la planta en lugares distintos a los de origen cuando son desplazados a otras tierras por las guerras o por la construcción de una represa o cuando un virus ha hecho inviable el cultivo de la variedad que utilizaban, pues en estos casos los agrónomos les han traído de otro país una variedad distinta que viene en su auxilio.

¿La naturaleza es sabia e inteligente? Definitivamente SI. La naturaleza opina a viva voz que los alimentos transgénicos son malos. Se ha descrito en granjas y en laboratorios como gansos, vacas, cerdos, mapaches y ratas olfatean el producto transgénico y se apartan de él para ir a comer el alimento natural o convencional, rechazan o evitan el OMG con desagrado y desconfianza y se acercan al producto tradicional para devorarlo con fruición (esas son señales inequívocas del peligro que estos productos ocultan bajo su acicalada presentación como la de los “Melones nipones”). Cuando los animales se ven obligados a consumir los OMG se ha observado en sus organismos: a) lesiones estomacales, b) debilitamiento del sistema inmunitario, c) daños en el timo y bazo, d) cerebros, hígados y testículos más pequeños, e) tejidos del páncreas e intestinos hipertrofiados y z) tasa de muerte más alta en las gallinas de laboratorio que fueron alimentadas con esos “inventos” de un “progreso retrógrado” o “vanos avances” (estas son evidencias de delitos que no están siendo castigados/penalizados, pero son notitia críminis).

Por supuesto, eso sí, los productos OMG son más grandes y en menos tiempo están listos para el frigorífico o para los huacales (son la revolución verde dólares). Pero estos productos son pura apariencia, era de pensarse/esperarse que los transgénicos poseyeran más nutrientes, pero no es así, son un tremendo fiasco, ese no es el objetivo de su reingienería, su diseño Rey Midas está adaptado a lo que demandan los Supermarket, es decir, lo que el comercio quiere es que sean más grandes, más hermosos y más duraderos, porque esto aumenta las ventas y las ganancias, en definitiva, satisfacen a los comerciantes y engañan a los consumidores (el comprador queda encandilado con estos atractivos productos que no tienen ni una manchita, y hace caso omiso de que como ingesta son insípidos y con efectos degradantes a largo plazo).

En conclusión: La verdad incomodísimo.com es que los efectos acumulativos de los transgénicos se van a transformar a la larga en una incómoda pandemia apocalíptica, es decir, en lo que por adelantado podemos calificar como la tragedia transgénica o el Gran fraude de la ciencia al servicio de las corporaciones transnacionales. Hay que evitar de que se desencadenen estos procesos contraproducentes, hay que actuar responsablemente ante este progreso alucinante.


Incomodísimo.com Tragedia transgénica III (a)

4:21 Posted by Perro Senil.

Cuando la comida importa no debemos temer usar la imaginación y el humor negro, porque el futuro se sigue construyendo con las tendencias de la <<tecnología Rey Midas>> que hoy en día aúpan las grandes corporaciones transnacionales. En “Otra manera de vivir” Jane Goodall hace saltar las alarmas contra esta inconsistente e indefendible tendencia y, nos va estimulando una visión de futuro que no crea expectativas sino firmes incertidumbres para que así nos hagamos reactivos.



La modificación genética es un instrumento para la producción en serie de seres vivos idénticos.
Un alimento tendrá el mismo tamaño, la misma forma y el mismo color con esta agroindustria estandarizadora.
Esto a la larga traerá una extinción en masa de los seres monstruosamente perfectos.
Las ancas de ranas se consumen en Europa, la pregunta es:
¿Quiénes quieren ranas con tres ancas?
Respuesta:
Los carniceros y los dueños de restaurantes, puesto que éste pernil adicional elevaría sus ganancias un 50%
Ellos opinan:
"¡Esto es perfecto!!!"

Los organismos modificados genéticamente (OMG: Transgénicos) en la agricultura vegetal fueron creados para tolerar y asimilar los herbicidas cada vez más poderosos, es el caso –por ejemplo- de la colza una oleaginosa que se siembra en Europa, Canada y la India. Monsanto-Seminis vende la simiente para reproducir esta especie, es la semilla Roundup Ready, su cualidad es que produce una planta que absorbe el glifosato como si fuese una droga inocua (el glifosato es el componente químico básico del matamaleza Roundup). Hecho que es verdaderamente irónico, porque este tipo de “progreso” hace factible y viable el empleo de venenos cada vez más poderosos que asesinan a granel animales y plantas. Los OMG –entonces- se definen como un nuevo tipo de plantas que son inmunes al consumo de estupefacientes letales, garantizando de este modo que no exista límite para la venta de drogas cada vez más fuertes que produce Monsanto and Company. Todo esto es, como si a un hijo adicto a los psicofármacos lo llevásemos a un médico, para que el galeno lo hiciese tolerante a la letal heroína, en vez de llevar a nuestro muchacho enfermo a un centro de rehabilitación para drogadictos.

Más terrorífico aún es el invento de unas OMG que producen en su interior tóxicos anti insectos, es el caso –por ejemplo- del <<maíz Bt>> o del tomate FlavrSavr, alteración ésta que nos permite avizorar un alucinante futuro: Un plantío de trigo que enseña sus colmillos ponzoñosos, trastornando así lo que antes era un sereno y bucólico paisaje campestre en una pesadilla científica, porque por esa ruta la ciencia corporativa terminará por crear arrozales que goteen savia raticida o generará plantas carnívoras que se traguen los cuervos dejando la tierra cubierta de negras plumas. No faltará tampoco la idea futuróloga de crear niños transgénicos que, tengan la maravillosa cualidad de no envenenarse al consumir teteros de leche de soja modificada genéticamente o que no desarrollen alergias con sus cereales OMG matutinos.

Si a estas plantas OMG no se las pueden comer los “bichos”, entonces, por selección natural esos insectos empezarán a comerse otro tipo de vegetación –forestal por ejemplo- o podrá aparecer una mutación que establezca una nueva frontera, en la cual al rebasarse el límite se entre en el terreno del incomodísimo.com de las superplantas y las superplagas. Por otra parte, los otros insectos pueden desaparecer –entre ellos ¡los beneficiosos!- o, peor aún, se pueden llegar a convertir en “bichos”, es decir, ¡en plagas! Ninguna de las dos perspectivas es halagüeña, la primera desequilibra fatalmente los ecosistemas, y la otra convierte a la Monsanto-Seminis en la Empresa de la Salvación y con ello en la emergencia de un nuevo imperio, el morbus divinus imperium biotech dueño y señor de la Vida sintética y propietario monopólico de los alimentos, del agua y de la tierra. Un puñado de empresas divo se haría con el campo y al lograrlo serán los amos del planeta ¡Salve Cesar los que van a morir te saludan! (¡Morituri te salutant!) divinas Monsanto, Seminis, Dupont y Dow creadoras de los desiertos verdes (monocultivos a gran escala que se caracterizan por el desconcertante silencio que se cierne sobre sus extensas hectáreas, donde no se observa el vuelo de las aves ni el merodeo de animales).

Nota: La monstredad que lamentablemente altera la fisonomía de la rana que ilustra este artículo fue provocada por los fertilizantes que usa la agricultura QUÍMICA para aumentar los kilográmos de alimento vegetal por hectárea, los incomodisimo.com somos la voz de estos batracios que culpan a las Fuerzas de la Agricultura Oscura (La FAO mala) por este genocidio de nuestras hermanitas ranas. Lo que los fertilizantes le hacen a las ranitas ¿tendrá efectos acumulativos para las demás especies de animales, entre ellos, a nosotros los simios?

Incomodísimo.com Comida veneno. II

7:28 Posted by Perro Senil.

Lo primero será, entonces, saber qué es lo que comemos, cuando la mesa la sirve la agroindustria. Dice la Goodman que “el cultivo de los alimentos [emplea] sustancias que, en algunos casos se inventaron para utilizarlas en las guerras”. Jane Goodall señala:


“Desde la Segunda Guerra Mundial, cuando a los científicos se les ocurrió por primera vez que el gas tóxico utilizado en la guerra se podía emplear contra los insectos que se comen los cultivos, la industria agrícola se ha vuelto cada vez más dependiente de la química. Pero ha resultado una alianza maligna y muy destructiva”

Si esto es cierto, entonces, ¿Hemos puesto en marcha una agricultura bélica?, es decir, la agroindustria en sus actividades utiliza productos letales. No queda duda de que emplea técnicas cada vez más agresivas para ponerse en contacto con los ecosistemas, emplea –por ejemplo- sustancias químicas para aniquilar los insectos y salvar así de daños a los alimentos de los humanos, hecho muy loable, pero quién nos garantiza que tampoco es conveniente que nosotros los mordamos debido a los efectos acumulativos que se producen a largo plazo. El hecho es que:

La agricultura química nos ofrece alimentos cultivados con insecticidas, plaguicidas, herbicidas, pesticidas, matamalezas, fertilizantes y modificaciones genéticas, estas últimas tienen el caché de hacer a las plantas comestibles tolerantes a los químicos que se rocían sobre el área de siembra o bien [o mal] las hacen producir tóxicos, de tal modo que si un “bicho” le pega un mordisco muere. ¿Qué nos vende, entonces, la agroindustria: alimentos sanos o venenos con forma de alimento?

Las indicaciones que nos giran es: “lávelas antes de ingerir”, pero no se señala –por ejemplo- que los químicos empleados en el cultivo no sólo envenenan a los insectos-bichos sino también a los insectos-beneficiosos, y que asesinan también a los pájaros que comen insectos o que picotean los frutos rociados con plaguicidas, y que roedores, rumiantes, peces y los microorganismos del suelo caen también mortalmente heridos en esa Gran batalla de las empresas agrícolas contra el eje del mal conformado por los bichos-malos y las malezas-bárbaras. Tampoco aparece en las “Indicaciones” o “Instrucciones” que la sociedad humana con todo lo avanzada que dice que es –¡lo pongo en duda!- no lava el aire, ni lava las aguas y tampoco al medio ambiente que contamina esa agricultura oscura. La agroindustria pues, ha declarado en el campo una guerra contra la Naturaleza conflicto no recomendable, pues como todos sabemos, al final, la Madre Tierra propinará una derrota total al Mariscal Monsanto y a sus Generales Seminis, Dupont y Dow (empresas creadoras, productoras y vendedoras de venenos contra la vida) quienes dirigen las alevosas Fuerzas Agrícolas Oscuras (la FAO mala) (La FAO beneficiosa es la Food and Agriculture Organization of the United Nations).

Gaia –el planeta vivo-, lo tenemos claro, da respuestas contundentes a las agresiones humanas, en este caso los “bichos” en representación de la Vida se ejercitan en ese campo minado que la FAO mala le ha puesto bajo sus patas y, allí se están haciendo cada vez más resistentes y más duchos en esa guerra tecnológica (que terminará por convertirlos en invencibles combatientes de Gaia). Esa tecnología perversa de la <<FAO mala>> conlleva en sus planes al uso de plaguicidas en dosis cada vez mayores o peor aún, a la aparición de productos con nuevas y poderosas toxinas bacterianas. Tenemos de este modo que del año 1950 hasta nuestros días se han dado varios ciclos de innovación en la producción de venenos, los cuales hace que cultivar alimentos aumente el riesgo para la salud.

¿Cuál será el resultado global? Toda esta carrera armamentista contra los “bichos” como es obvio irá incrementando los gastos, inversión y pérdidas, lo cual terminará en un punto de inflexión económica donde ese incremento empiece a incidir de manera negativa en los precios y en la economía –lo cual marcará el declive de la agricultura bélica, porque como bien señala Jane: “Hoy día no es raro que los agricultores tengan que utilizar tres veces más productos químicos que hace cuarenta años para matar los mismos insectos” y esto no es rentable ni tampoco sano para los capitalistas.

Estos razonamientos llevan al planteamiento central que hace Jane Goodall en “Otra manera de vivir” y lo expresa diciendo: “Sencillamente, no deberíamos tolerar ningún nivel de exposición a esas sustancias tan peligrosas. Algún día recordaremos este período oscuro de la agricultura y negaremos con la cabeza ¡Cómo es posible que creyéramos que cultivar con venenos era una buena idea?” Verdad que incomodísimo.com respalda y difunde para alertar a las gente sensata. La mesa está servida ¿Quiénes quieren sentarse del lado donde están los alimentos sanos y quiénes se sentarán del lado donde están los alimentos cultivados con venenos?


Herbicida más empleado en los EE.UU.

Nota: Este mata maleza es aconsejado por la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. así como por la Organización Mundial de la Salud como un producto sin potencial riesgo para la salud de humanos, sin embargo, sigue clasificado en Clase I (severa) para exposición ocular y en Clase III para toxicidad vía inhalación o vía dérmica, también un estudio reciente, ha mostrado que las formulaciones y productos metabólicos de Roundup causarían la muerte de embriones, placentas, y células umbilicales humanos in vitro aún en bajas concentraciones, estimulando abortos. Así mismo se ha demostrado que el glifosato –químico básico de este producto- afecta a la producción de progesterona en células, lo cual lo clasifica como un disruptor endocrino que tiene efectos duraderos sobre todo el organismo, además se le asocia con el linfoma de Hodgkin, puesto que actúa sobre fases claves de la división celular lo cual lo transforma en un cancerígeno.
Lo que pasa es que los sobornos son eficaces a la hora de ocultar que estos productos también son armas de destrucción masiva (vs. Gaia), sencillamente porque reportan a los productores de esos venenos inmensas ganancias extraordinarias lo que les permite poseer inmunidad gubernamental de los países “avanzados”, pues estos tienen por prioridad las tasas de crecimiento económico (PIB/PNB). El ingrediente principal del Roundup, está clasificado por la Unión Europea, como "peligroso para el medio ambiente" y "tóxico para los organismos acuáticos". Y para el colmo de los colmos su principio inactivador goza del beneplácito de quienes lo producen, puesto que al entrar en contacto con el agua el suelo pierde su capacidad de controlar la maleza, lo cual estimula ventas adicionales para ese modernísimo producto de la revolución verde (verde dólar).
Al disminuir un 70% la biodiversidad anfibia elimina un 86% de los renacuajos e incluso a algunas especies de ranas y sapos los aniquila en su totalidad, lo cual como es obvio genera una multiplicación de los insectos y con ello más ventas de plaguicidas. Este producto al caer sobre la tierra contamina las napas freáticas, es decir, los acuíferos y corrientes hídricas subterráneas y, al asperjarse afecta a los insectos, los frutos, las hojas, lo cual entraña un peligro para los pájaros que se alimentan con esos comestibles, y afecta del mismo modo a los roedores y a las aves que los devoran, y lanzan un rocío sobre las comunidades humanas que reciben una brisa asesina con aroma de glifosato como ha sido denunciado ya en los tribunales argentinos. El Roundup –de Monsanto- es ampliamente utilizado por los agricultores en Venezuela. La verdad incomodísimo.com es que la plaga real es Monsanto, Seminis, Dupont y Dow.
 

Incomodísimo.com Otra manera de vivir. I

11:22 Posted by Perro Senil.


Jane Goodall autora del libro "Otra manera de vivir".

Jane es una mujer llena de determinación que, abandona el año de 1960 la ciudad de Londres y se dirige al continente africano, allí conoce al antropólogo Louis Leaky quien la contrata como secretaria y, ese mismo año pasa a integrar un equipo que estudiará el comportamiento de los chimpancés en la república de Tanzania, para este entonces, si miramos hacia su pasado, lo que vemos, es una joven que sólo pudo terminar el colegio debido a los escasos recursos de su familia, y que para sostenerse se contrata como camarera. Pero esta joven decidida a explorar el mundo en que vive, tiene el valor de probar otra manera de vivir y su vida toma un viraje espectacular, porque en sólo cinco años sus observaciones como primatóloga la llevan a hacer importantes aportes al conocimiento de la inteligencia de los simios, y más importante aún, a dar el tremendo salto de establecer un centro de investigación el Gomba Stream, lo cual al final le valió la obtención, en el año de 1965, de un Doctorado en la Universidad de Cambridge.


Jane terminó por convertirse en una naturalista consumada y por esa vía le es concedido el año 2003 el Premio Príncipe de Asturias. “Incomodísimo.com” aborda con placer su libro titulado “Otra manera de vivir” y, lo hace, por poseer en sus páginas explosivas verdades incómodas. El Libro lleva por subtítulo una frase impactante: Cuando la comida importa, la cual va a inspirar esta primera entrega de reflexiones de alto vuelo, vuelo que tiene por finalidad ganar altura, porque mientras más arriba estemos más violenta y aterradora será la caída si no tenemos el valor de asumir otra manera de vivir.

Tomemos la tarea de reflexionar sobre la comida, para captar las verdades incómodas de Jane Goodall. Digamos que el hecho más importante que ocurre con la materia, es cómo una molécula atrapa en su entorno un elemento químico libre y –literalmente- se lo traga, incorporándolo a su fórmula (enlace), hecho importante, porque es un fenómeno cualitativo que enriquece la realidad (por ejemplo el Cloruro de Sodio crea la sal). Si se generaliza ese hecho, es decir, si se asume que ese comportamiento es válido para los cuerpos orgánicos e inorgánicos, entonces, podemos comprender que ese comportamiento de tragarse lo que está cerca es la expresión más universal de todo lo que existe, de allí, que es pertinente de toda pertinencia tratar de saber “cuándo la comida importa”. De allí que ese asunto lo abordaremos desde varias perspectivas en varios artículos, en el próximo se tratará el caso de la comida con veneno porque cuando la comida importa siempre hemos y debemos preguntarnos quiénes están preparando la comida que se sirve en la mesa.